Capítulo 9 | La fiesta.

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Son las 9:00pm del día sábado y me estoy alistando para la fiesta de Luke.

Y si estoy pensando eso es porque evidentemente mis planes ayer con mamá dieron frutos. Todo duró hasta la llegada al cine rural— películas a blanco y negro— que sí encontré en el pueblo. Luego, cuando regresamos a casa, ella ya se encontraba mejor y me estaba ordenando y regañando por el castigo que me habían puesto días atrás. El castigo por parte de ella fue quitarme mi dotación por manzanas por una semana, lo cual me va a torturar, pero una parte de mí se alegra por tener a mi madre de vuelta. Ella actualmente está en la clínica cumpliendo su trabajo de dos guardias por la inasistencia de doctores que extrañamente hay en la clínica. Pero eso no durará mucho, mamá me dijo que están en reuniones para contratar nuevo personal.

— Ya apúrate, eres peor que una diva— me apresura Thomas al entrar a mi habitación mientras que yo estoy frente al espejo pasando frenéticamente el cepillo por mi cabello.

Así es, al final Thomas accedió a acompañarme a la fiesta de los hermanos Sprause porque nadie se resiste a mis encantos de manipulación.

Es broma, tuve que darle cinco nutellas para que me acompañara, lo que demuestra que tengo que buscar otra debilidad del rubio sin que mi dotación de nutellas esté en peligro.

— Es que mi cabello se encuentra muy rebelde hoy— me defendí—. No se peina para el lado que quiero, parece un nido o inclusive la entrada al país de las maravillas.

Él solo rodó sus ojos.

Tardé otros quince minutos en arreglarme. ¿Qué puedo decir? Quiero lucir bien para mi primera fiesta en Bennys Hills. Que el chico nuevo dé bien su primera impresión a veces es bueno.

Además, todos hablan de esa fiesta porque es la primera que los hermanos Sprause hacen. Las personas están emocionadas, creen que los hermanos serán más abiertos en esa fiesta y dejarán de ser tan enigmáticos. Aunque yo, siendo ellos, no me ilusionaría. Llevo casi una semana conociéndolos, y no se abrirían así porque sí. Luke tal vez lo haga al ser el cumpleañero, pero no tengo toda mi fe puesta en él tampoco.

En fin, ya estamos en la sala a punto de salir a la fiesta.

— ¿Vamos en mi moto?— propone Thomas.

— Llevé a mamá a su trabajo y me tardé mucho arreglando mi cabello como para que se despeine en una moto— le dije—. Mejor vamos en el auto de mamá, que por eso me esforcé las últimas horas en ser un buen hijo.

— Repito, toda una diva— se burló.

— Primero muerto que sencillo— le seguí el juego y luego le enseño el manojo de llaves en mis manos, entre ellas la del auto de mamá— ¿Listo, Tommy?

Él sólo asintió y juntos salimos de la casa, obviamente cerrándola con llaves. Abrí el auto de mamá y me senté en el asiento del conductor mientras que Thomas se sentó en el del copiloto. Encendí el auto y lo puse en marcha, aunque al minuto me puedo dar cuenta de algo.

— ¿Dónde queda el club?— le pregunto perdido a Thomas.

— ¿De verdad no sabes dónde queda el Jack's Club?— se burla—. Es un club famoso.

— Al parecer se te olvidó que apenas llevo una semana aquí— le recordé—, y que ésta es mi primera fiesta desde que llegué a este pueblo.

— Cierto— admitió—. Pero me haces pensar que el recorrido que te di el primer día no sirvió de nada.

— No pienses eso, simplemente soy malo con las direcciones— explico encogiéndome de hombros. Él simplemente frunce los labios antes de indicarme el camino por el cual ir.

Prometo encontrarme © (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora