Desastre

1.3K 152 45
                                    

POV Zestia

Todo estaba listo. Yo llevaba el vestido, Apolo me tomaba de la mano, los dioses estaban sentados a ambos algo de un hermoso salón con un techo a penas cubierto por hermosas líneas de flores que aunque intentaban dar un efecto natural, era obvio que las habían hecho crecer las ninfas para lograr un patrón tan perfecto de colores.

Al final del pasillo había una pequeña mesa cubierta con un elegante mantel blanco. Dos copas de oro esperaban por nosotros. Un sorbo y todo terminaría.

Todo estaba pasando demasiado rápido, Leo estaría por llegar. No había mucha seguridad, lo sabía pues las ninfas habían confesado no estar preparadas para un ataque, lo principal era la boda ese día.

Sentí mi pecho volverse pesado de nuevo. No quería verlo, no podía hacerlo. Leo necesitaba ser feliz, tener una vida plena. Había dejado que tantos otros tuvieran finales mundanos y felices. ¿Por qué me dolía tanto hacerlo está vez?

Caminamos por el pasillo, la mirada de mis dioses sobre nosotros, me esforcé en mantener mi vista fija en las copas, en retener mi lágrimas y en ignorar mis sentimientos. ¿Si me convertía en una diosa, podría borrar mis sentimientos?

Dionisio camino hasta colocarse frente a nosotros. Apolo debía dar algunas palabras antes, así que espere pero no dijo nada. Lo miré asombrada, tejí la vista fija en el vacío, sus ojos brillaban ligeramente con una luz dorada. ¿Una visión?

------------------
POV Apolo

- He buscado al amor de mi vida en millones de miradas - Me dijo con una sonrisa triste. - No quiero ser parte de tu lista de caprichos, no me interesa, no llena ni me basta... -.

- No eres un capricho, eres todo lo que necesito -. Mi voz sonaba distinta, aterradoramente distinta. - Te amo -.

- No, no me ames -.

- ¿Por qué? -.

- Porque aunque me muero de ganas porque lo hagas, mi corazón está muerto, no late y no siente. No soy ella y tú... Tú sigues buscándola, soñándola y queriéndola -.

Corrí a abrazarla, no, no era verdad. ¿Quién mejor que yo sabría que el destino cambia, que el futuro se entrelaza pero que al final la vida logra su cometido?

- Ella no es más que un pedazo eterno de pasado, la amo pero la amo como uno ama un viejo y feliz recuerdo. La amo melancólicamente como amé mi infancia - Tomé aire y por primera vez en muchos siglos, mi corazón se agitó con fuerza, casi destrozando mi pecho. - La amo pero no la amo como a ti, porque por ti daría mi todo, por ti me revelaría contra los cielos, por ti viviría miles de eternidades más o moriría en un solo parpadear... -.

- Yo... Apolo... -.

------------------

- ¡Apolo! - La voz de Zestia me hizo reaccionar. Nos encontrábamos frente al altar, dos copas frente a nosotros, los dioses mirándonos y un silencio incómodo rodeándonos.

- Apresuremos esto - Susurré.

- Una visión justo en este momento, pero que entretenido es esto - Canturreo Afrodita.

- ¡No, el destino no ha cambiado! - Respondí y de inmediato supe que había cometido un error al decir aquello. Debería haberme mordido la lengua.

Por lo menos una vez (Leo Valdez)Where stories live. Discover now