Lotus Hotel

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POV Annabeth

Nadie comentó nada hasta después de la cena, momento en que se suponía partiríamos. Ares nos había explicado, con mayor calma que Dionisio el objetivo de la misión. Claro, si es que eso era posible tratándose del dios de la guerra.

Nos dio algunas reglas básicas e insistió tanto en que debíamos respetarlas que termine por hacer una lista:

- Debíamos presentarnos como un grupo de 3 personas inicialmente. El resto sería nuestro apoyo.

- Nico sería obligatoriamente uno de ellos, los otros dos tendrían que ser un romano y un griego.

- Leo sería el último recurso, de otra manera debería permanecer oculto.

- No debíamos revelar quienes son nuestros padres.

Eso, según Ares, nos mantendría a salvo.

- No podríamos hacer preguntas a la semidiosa.

- No recibiríamos ninguna profecía, por muy extraño que esto pareciera.

En lo personal podría cumplir con cualquiera de esas cosas y es que tras vivir tantos problemas siguiendo profecías, el pensar que tenía libertad para hacer cualquier estrategia o movimiento era reconfortante. Debía admitir que al inicio, al igual que el resto del grupo, no quería ninguna misión pero sonaba sencillo a comparación de todo lo que había hecho a mis 17. Es decir, llevar a una chica al campamento era pan comido comparado con salvar el mundo.

Sin embargo, la última regla de Ares me inquietaba.

- No pueden matarla.

Por más que pensaba en eso no lograba encontrar una razón coherente. ¿Sería acaso esa chica alguien peligrosa?

POV Percy

El vuelo no fue tan malo como pensaba, seguía odiando las alturas y todo lo que tuviera que ver con Zeus, bueno... A sus hijos no. Pero ir de la mano con mi amaba novia; dioses, que bien se sentía poder llamarla así, hacía que me fuera sencillo olvidarme donde estaba.

Sabía que Annabeth estaba preocupada por la misión, a mí tampoco me había gustado mucho la platica con Ares pero ahora que todos dormían no podía evitar querer dejar de lado todo ese asunto y disfrutar de tener a mi listilla a un lado, tranquila y a salvo. Sin darme cuenta, me quede dormido a su lado mientras sonreía como un bobo.

Llegamos sin dificultad a nuestro destino, al parecer el ajetreo de Las Vegas lograba mantenernos ocultos de los monstruos a pesar de ser un grupo tan grande, o quizá los dioses tuviesen algo que ver. Nos colocamos los brazaletes de bronce celestial. Annabeth y yo no dejábamos de intercambiar miradas cargadas de recuerdos mientras el resto admiraba la entrada del gran hotel Lotus. Bueno, Nico no se veía muy emocionado de volver a entrar allí; yo podía entenderlo perfectamente, seguramente habría miles de recuerdos de Bianca pasando por su mente ahora mismo; aún no comprendía porque no se había negado a venir.

- Bueno, creo que es hora - Nos dijo Piper mientras tomaba la mano de su rubio novio. - ¿Todos recuerdan el plan? -.

- ¿Qué plan? - Pregunté con angustia.

- El que acordamos a penas subimos al avión- Contestó Jason.

Me rasque la mejilla con un dedo, claramente incómodo, no recordaba nada de eso, de hecho no recordaba mucho más que el rostro de mi novia durmiendo. Todos suspiraron como si ya se esperasen eso de mi, Annabeth negó con la cabeza y tomó mi mano.

- Leo se quedará en el vestíbulo mientras el resto buscará a la semidiosa, cuando la encontremos regresaremos con Leo y enviaremos al grupo "negociador" - Explicó con tranquilidad, siempre podía confiar en ella para ponerme al día. - O sea; Jason, Nico y tú - Continuó. - Ustedes verificarán la situación y nos indicaran si podemos entrar los demás o no, bueno salvo Leo que todo el tiempo estará fuera de vista.

Leo suspiró con dramatismo, claramente ofendido por su poco protagonismo en la misión.

- Pero... - Comencé. - El hotel es inmenso, nos llevaría horas o quizá días encontrar a alguien conocido, no puedo imaginarme encontrar a una desconocida.

- Percy tiene razón - Me apoyó Frank. No podía creer lo mucho que había cambiado, más alto y con ese aire tan fuerte, digno de un pretor. Aunque su preocupación y amor por Hazel no había cambiado nada; hasta me había hecho pensar que renunciaría a la misión con tal de no dejarla sola en el campamento. - No sabemos cuántas personas hay dentro de este hotel, si supiéramos algo sobre esta chica... No puedo creer que Marte ni siquiera los dijera eso.

- Podríamos preguntar en recepción - Sugirió Piper.

- Eso alertaría a los botones, nos obligarían a comer esas flores suyas o intentarían quitarnos los brazaletes - Le respondió Annabeth.

- Además no creo que los dueños quieran decirnos dónde tienen a una semidiosa hospedada, incluso podría haber cientos de semidioses. ¿Cómo sabremos a quién estamos buscando? - Añadí, al tiempo que miraba a Nico, de repente me parecía más joven.

- Zestia - Dijo Nico, todos lo miramos sin entender. - La semidiosa se llama Zestia, le gustan las fiestas y suele pasarse la mayor parte del tiempo bailando.

- ¿Cómo lo sabes? - Preguntó Will, había estado tan callado que casi olvido que estaba aquí.

Nico lo miró con una tranquilidad aterradora y se encogió de hombros, claramente no nos diría de dónde había sacado esa información.

- En ese caso iremos a bailar - Les dije con una sonrisa. Mi espada-bolígrafo estaba en mi bolsillo y el amor de mi vida tomaba mi mano, así que no tenía de que preocuparme.

Todos asintieron y entramos juntos al hotel.

Por lo menos una vez (Leo Valdez)Where stories live. Discover now