Feliz Cumpleaños

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POV Leo

¡Feliz Cumpleaños! — gritó Piper mientras golpeaba la puerta del Búnker.

Un Leo agotado, pero como pocas veces limpio y bien arreglado la recibió. Atrás de ella se encontraban el resto de sus amigos; Percy y Annabeth cargaban cajas de pizza, Jason estaba sosteniendo un enorme pastel de chocolate, mientras que Hazel y Frank tenían unos cuantos globos en sus manos y cajas llenas de refrescos a sus lados. Incluso Nico estaba allí, aunque parecía algo incómodo. Leo se imaginó que le habrían obligado a ir. El resto de sus amigos del campamento comenzaban a llegar.

19 años, amigo. Eres todo un hombre — le dijo Percy con una sonrisa.

¡Más que un hombre, eres nuestro hombre! — contestó a gritos Piper, parecía ser la más emocionada por el cumpleaños del latino.

Vamos adentro, la comida se enfría — les recordó Jason, salvando a Leo de los comentarios embarazosos de Piper que más que animarlo le hacían recordar a su madre. Todos entraron al búnker.

Sus amigos habían preparado muchas cosas, aunque claro, todo había funcionado gracias a las chicas. El taller parecía ahora un centro de fiestas de verdad.

Después de algunos abrazos, muchas felicitaciones e incluso un incómodo apretón de manos con el hijo de Hades, la fiesta había comenzado.

Los hijos de Hermes consiguieron la mayoría de dulces y aperitivos, mientras su cabaña había creado un sistema de sonido de lo más alucinante. Leo estaba más que feliz, agradecía mucho la buena intención de sus amigos y realmente estaba disfrutando de toda la atención, aunque ese extraño sentimiento por el sueño de la noche pasada no le deja del todo tranquilo. Sin quererlo, suspiró.

¿Algo te preocupa? — le preguntó Annabeth, parecía estarlo analizando. El chico se preguntó cómo sería para Percy soportar esos inteligentes ojos grises todos los días.

No es nada, señorita — contestó con una gran sonrisa. — Solo decido quién será la primera en tener el honor de bailar conmigo.

La rubia le sonrió y se encogió de hombros, se alejó en dirección a su novio quien discutía con Nico y Frank sobre quién podía meterse más panecillos en la boca. Leo no creía haberla convencido del todo, ella había sido de las primeras en notar los cambios en su personalidad desde la partida de Calipso. Por un momento su ceño se frunció al recordarla, aunque no quería parecer un amargado en su propia fiesta así que corrió hacia donde los chicos y comenzó a meterse panecillos a la boca también.

La música sonaba, el búnker estaba a reventar; Leo se prometió que al menos esa tarde disfrutaría al máximo.

Por lo menos una vez (Leo Valdez)Where stories live. Discover now