Por lo menos una vez (Leo Valdez)

Hablando de inocentes

POV Hazel

No sabía para qué diablos estaba haciendo allí, bueno, no tenía nada en contra de Zestia, es decir también es mi hermana y eso, sabía de su pasado pero... Ahora, mientras me miraba con el ceño fruncido desde la cama de Nico, que al parecer servía para ella pues en la cabaña solo había dos camas. Me preguntaba si tal vez yo no le agradaba mucho a ella.

Cuando compartíamos tiempo con Nico, tan solo unos días atrás, parecía bastante tranquila pero estando solas las dos, el ambiente era tenso.

- Así que... ¿Frank y tú van a casarse? - Preguntó de la nada.

- ¿Qué? - Pregunté, pensando que quizá la había escuchado mal.

- La boda, ¿cuándo? - Habló.

- Pe... Pero qué cosas dices, somos muy jóvenes para casarnos - Traté de decir pero las palabras se atoraron en mi garganta.

Me miró un largo rato y luego sonrió. - Pensé que eras más tradicional, pero supongo que las cosas realmente han cambiado -.

- ¿A qué te refieres? -.

- Digo que recuerdo esos años... Antes, cuando dormir con tu novio se reservaba para la boda - Me contestó y comenzó a mirarse las uñas.

Sentí los colores subir a mi rostro, las manos comenzar a sudarme y empecé a hiperventilar.

- ¡No sé de dónde sacas eso! - Grité más fuerte y agudo de lo que hubiese deseado.

- Es broma, Hazel. O sea no es importante si te casas o no, los tiempos cambian -. La rubia se puso a reír.

- ¡Calla! Si Nico te escucha me matará, no, matará a Frank - Solté antes de darme cuenta de lo que acababa de decir.

La chica abrió los ojos como platos y su sonrisa se ensanchó. - Así que lo admites - Me respondió.

O dioses, mátenme de una vez. ¿Pero qué diablos acabo de decir?

Me puse de pie y salí de la cabaña tratando de controlar mis nervios y mi vergüenza por ese tipo de conversaciones.

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POV Piper

Terminé de contarle toda la historia a Annabeth; ella me miraba con una sonrisa nerviosa. Desde que nos conocimos nos habíamos hecho mejores amigas y aunque Hazel también era parte del grupo, la verdad era que la rubia y yo teníamos una relación más cercana. Éramos como hermanas.

- ¡Lo vez! Fue traumante, no podré ver a Leo de nuevo - Le dije.

- Estas exagerando. Sí fue un momento incomodo pero al menos escapaste a tiempo - Me contestó, aunque sino a a que quería darme ánimos, la verdad me sentía todavía más avergonzada.

- Pero... - No pude terminar de hablar. La puerta de los establos donde estábamos refugiadas para hablar en secreto, se abrió de golpe.

- Dioses, sabía que estarían aquí. No tienen idea de la vergonzosa platica que acabo de tener con Zestia - Nos explicó una cansada y bastante sonrojada Hazel.