Despierta

1.5K 147 22
                                    

POV Zestia

- ¿Cuánto tiempo falta? - La voz sonaba amortiguada, lejana. No era mía, no era Apolo, no la conocía.

- Poco, no te desesperes -. Oh, ahí estaba, la voz del Dios del sol. ¿De verdad había sido tan estúpida como para pensar que no me llevaría lejos en cuanto acabara la pelea?

Me concentré en no mover ni un músculo.

- Pero si comenzó a respirar, debería de haberse levantado ya -. De nuevo esa voz. Ahora que mis sentidos iban volviendo a mi, note que se trataba de una mujer.

- Sal de aquí, prepara mi cena o algo - Se quejó Apolo.

Respiré despacio, al menos no tendría que fingir que seguía estando muerta. Mientras escuchaba los pasos de la desconocida alejarse, pensé en cuanto tiempo habría pasado, esperaba que las espinas de la daga con la que se había atravesado mi corazón tardarán un buen tiempo en ser removidas. ¿Pero exactamente cuánto tiempo había sido?

En mi mente se formó el rostro de Leo pero me negué a seguir con ese pensamiento. No podía recordarlo justo ahora, no debía. Habría decidido dejar que él siguiera con su vida y parte de eso significaba no aferrarme a su recuerdo.

- ¿Cuánto más fingirás? -. No necesitaba abrir los ojos para saber que Apolo me hablaba a mi.

- No estoy fingiendo - Le respondí sin moverme ni abrir los ojos. Sabía que era tonto hacerlo pero realmente no tenía razón para resistirme a un destino que me tenía atada por completo.

- Vaya, entonces he mejorado como doctor, incluso puedo hacer que los muertos hablen -.

- Mi padre es mejor en eso -.

Lo escuché suspirar, su mano acarició mi rostro despacio, poco a poco, contorneando cada uno de mis rasgos. ¿Podría acostumbrarme a eso? ¿Cumpliría su promesa de hacerme feliz y no lastimarme más?

- ¿Cuánto? - Pregunté con cansancio.

- Poco más de un mes -.

Me levanté de golpe, era muy poco. Mi corazón literalmente había explotado. Apolo me sonrió con un dejo de astucia, se sentó a mi lado y tomó mi mano.

- ¿De verdad creíste que podrías escapar por más tiempo? Admito que en años anteriores me haría costado meses o quizá años reparar por completo un corazón pero estamos en el siglo XXI, con toda la tecnología qué hay, me costó a penas un mes -.

Me limité a fruncir el ceño, ciertamente los tiempos cambiaban pero sin importar lo razonable que sonara, mi molestia y frustración ante mi plan fallido no disminuiría.

- ¿Qué hay de...? - No pude terminar la pregunta. ¿Qué se supone que dijera? De nuevo me odié por pensar en Leo. ¿Le habría bastado un mes para olvidarme? Sólo compartimos dos semana y él estaba en un punto de su vida en que la juventud parecía eterna y sin embargo la vida pasaba demasiado deprisa. Los sentimientos, cuando uno es así de joven, suelen tener solo dos destinos, o se entierran en lo profundo del corazón y el alma o, desaparecen en el aire. Así que era muy probable que ya me hubiera sustituido, al menos físicamente.

- El campamento sigue en pie. Zeus vela por ellos de vez en vez - Me contestó Apolo con una sonrisa más condescendiente. - Por ahora no tienen un director pero se las han arreglado entre los campistas y Quiron -.

Por lo menos una vez (Leo Valdez)Där berättelser lever. Upptäck nu