Almas Eternas

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POV Leo

- ¿Hasta qué hora piensas dormir? -. Me dijo una chica.

La voz fue familiar y divertida. Un frío intenso recorrió mi cuerpo y al abrir los ojos me encontré completamente empapado, estaba sentado sobre una cama.

- No me hagas tirarte otro vaso de agua encima -. Giré en dirección a la dueña de la voz, Piper sostenía un vaso de cristal frente a mi. - Mamá dice que es hora de desayunar -.

- ¡Maldición, Jane! Aprende a ser más delicada - Le grité, de nuevo no podía controlar mi cuerpo. - ¿Por qué Dios me castiga con una hermana como tú? - Bufé frustrado. ¿Piper era mi hermana?

- ¡Yo soy quien debería preguntarse eso! - Me gritó en respuesta.

La Piper frente a mi era distinta a mi amiga, tenía el mismo rostro pero su cabello era lacio y estaba peinado con cuidado; llevaba un vestido ligeramente abultado, solo había visto algo así en películas de mosqueteros y reyes franceses.

- Jane, ojalá algún alma desgraciada te despose de una vez y me dejes tranquilo -.

- Lo mismo opino, aunque dudo que haya mujer que desee pasar el resto de sus días a lado de un hombre tan holgazán como tú -.

Suspiré frustrado y me levante de la cama. ¿De qué iba todo aquello? La escena cambio de repente, como si fuera el mal corte de una película de bajo presupuesto.

Estaba en una fiesta, sostenía una charola con copas llenas en una mano y me movía sigilosamente entre la gente que bailaba al son de un vals antiguo.

- Oh, mi amigo -. Otra voz familiar me llamo.

- A su padre no le gustará que me hable con tanta formalidad, señor - Respondí con un sorprendente respeto.

Jason o al menos la versión suya sin lentes ni cicatrices en el labio, me sonrió.

- Mi padre tendrá que acostumbrarse, John -. Se acercó a mí y me dio un pequeño golpe en el estomago con su codo. - En especial ahora que tu padre a aceptado darme la mano de tu hermana -.

Por poco se me cayo la charola.

- ¿Jane? Te casarás con ella. Oh cruel destino el que ha elegido, señor -.

Jason rompió a reír. ¿Serían normales esos comentarios? ¿Quién era en ese momento? ¿De dónde salían estas imágenes?

Un manto negro me cubrió. Por un segundo me sentí como yo mismo. Traté de pensar en lo que ocurría pero había tantas posibles respuestas y la mínima cantidad o aún más de preguntas. Este no podía ser el destino que la Puerta del Sol debía mostrarme. ¿Por qué mostrarme un pasado que no era mío? ¿Por qué estaban mis amigos allí?

- Te digo que es cierto -. No necesitaba abrir los ojos para reconocer esa voz. - Un poco del alma permanece cuando uno muere como un héroe -.

- Alex, no pienso luchar por un trozo de pan, ni siquiera si así Dios manda de vuelta mi alma entera -.

Estábamos sentados en un suelo frío y húmedo. Nico, Frank y yo estábamos cubiertos de aceite. Mis amigos eran muy jóvenes, más jóvenes de lo que alguna vez había visto, quizá tendríamos unos 10 años.

- Es verdad, cuando mueres como un héroe, tu alma regresa a la vida -. Alex, es decir, Nico, siguió peleando con Frank.

Miré a mi alrededor, estábamos en una fabrica. Un fuerte olor a pintura llenaba el aire y se mesclabs con el olor del aceite que llevaba encima, causándome mareos. Sentía mi cuerpo pesado y adolorido, no era el tipo de sensaciones que un niño tendría que experimentar.

Por lo menos una vez (Leo Valdez)Where stories live. Discover now