ImPossible ღ [3º Temporada] - [נusтιи вιeвeя&тu]

Capitulo 1

Capítulo 1

“Le echo mucho de menos.”

Los sonidos de la ambulancia estaban incrustados en mi memoria. No salían de mi ni un solo segundo. El pitido de mi corazón al conectarme a una máquina, seguía inundando la habitación.

Escuchaba voces. Pasos. Gritos. Palabrotas. Desesperación. Había mucha tensión en aquella habitación. No sabía donde demonios estaba, pero sabía que algo no iba bien.

Lo podía sentir.

¿Que demonios hacía allí?

“Rápido! Está perdiendo mucha sangre.” Gritó una chica mientras se aproximaba a mi camilla.

Escuchaba las voces de todos los doctores presentes en aquella sala mientras un hombre que parecía fuerte por el sonido de su voz, me cogía con tres más y me ponían con cuidado sobre la camilla.

Estaba en una sala de operaciones.

No. Otra vez no, por favor. No podía pasar.

Sacudí mi cabeza repetidas veces mientras intentaba levantarme de aquella camilla pero mis piernas y mi cuerpo no respondían a las indicaciones que daba mi cabeza.

Tragué saliva con dificultad y noté como mi corazón se aceleraba por momentos. El pitido se empezó a acelerar una y otra vez. Todo el mundo allí empezó a correr por la sala.

“La perdemos.”

“No, joder no!” Gritó una voz con fuerza. “Moveos. Necesito operarla ya, o se morirá y no pienso perderla. No a ella.”

¿Por que no me quería perder? Si seguramente no le importaba en absoluto... apostaba a que ni siquiera me conocía. ¿Por que quería salvarme?

Empecé a mover mis manos, pesaban tanto. Mis párpados apenas se podían abrir. Noté como una bandeja se caía al suelo y se esparcían los materiales de metal que había sobre ella.

Otro grito de aquel hombre... mi salvador, sonó en la habitación.

Mi respiración estaba abandonando mis pulmones. Me estaba ahogando. Y nadie, ni ese hombre que quería salvarme, me podía salvar. Me ahogaba. Necesitaba salir de allí. Levantarme. Abrir mi boca y respirar. Lo necesitaba.

Mi corazón... se iba a salir de mi pecho.

“Necesito que venga el doctor Becket para que le operemos!” Gritó con desesperación.

Sentí como perdía la conciencia por completo. La máquina empezó a pitar a mi lado, indicando que la vida estaba abandonando mi cuerpo.

“Paletas.” Exigió una voz.

Esas voces se empezaban a desvanecer en mis oídos... cada vez eran más lejanas y hacían eco. Como si estuviera en una sala oscura, en la que todo resonara y ellos estuvieran muy lejos.