Cómo sobrevivir a Agosto

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-¿Se supone que tengo que tomar como un cumplido el hecho de que me digas que te gusto cuando me callo?

Él soltó una carcajada.

-No. Pero me parece que cada vez que escucho esa parte pienso en ti.

Ella sonrió.

-¿De veras?

-Sí.

-¿Y sólo te gusto cuando estoy callada?

-No. También cuando hablas, mal que me pese.

Daphne sonrió y lo besó.

Allí estaba. Algo que ambos querían decir y no sabían cómo. Dos palabras. Sencillo. Pero era extraño decirlo a alguien a quien conoces desde los diez años. En el caso de Helena y Will no hubo problema. Lo de ellos fue más amor y menos amistad, desde el inicio. Pero Ryan y Daphne...

Ella suspiró contra sus labios. El pelirrojo sonrió.

-Daphne...

-¿Qué?

-Yo...

Ella abrió los ojos.

-Te quiero.

Ella suspiró de nuevo. Le había faltado coraje o algo por el estilo. Eran sólo dos palabras.

-Yo no.

-¿No me quieres?

-No.

Él bajó la mirada y Daphne se acercó más a él.

-Pensé que ibas a decirme otra cosa, no "te quiero". Pero no importa.-Él sonrió.-Ryan, yo...-Daphne tomó aire profundamente y soltó la única frase que pensó que nunca le diría a ningún chico:-Te amo.

Ella bajó la vista avergonzada. Ryan sonrió ampliamente y se acercó más a ella.

-¿Sí?

-Sí.

-Es bueno oír eso. También te amo.

La rubia levantó la vista y se topó con los labios de su novio directo sobre los suyos.

Ella le correspondió feliz.

Ahora existía otro lazo entre ellos. Un lazo diferente. Ya no era más que amistad. Ahora era amor.

***---***---***---***---***

Con toda la historia del embarazo de Emma (y ahora el de su hermana), el viaje de Helena y Will y su propio trabajo, el día veinticuatro de Agosto Rupert se despertó como si nada. Ni siquiera se le ocurrió pensar en que era su cumpleaños. Sencillamente lo olvidó.

Sí le llamó la atención la ausencia de Emma a su lado en cuanto despertó.

Era domingo y se suponía que despertaban juntos e iban a comer con la familia a algún lugar bonito.

El día anterior, Rupert no había asistido a la reunión familiar de los sábados (de lo contrario, probablemente alguien le habría recordado que al día siguiente cumplía años). Emma se sentía muy descompuesta y se quedó a cuidar de ella. Matthew pasó por los demás niños y se los llevó a la casa de Julie y Mark.

A pesar de que más que cuidarla lo que había hecho había sido disfrutar de besarla y acariciarla porque estaban a solas, Emma mejoró bastante. En realidad, probablemente mejoró por eso mismo, las caricias y los besos del pelirrojo la curaron.

En realidad, por ese motivo a Rupert le llamó la atención la ausencia de su esposa. Se suponía que no se sentía bien...

Se puso de pie y bajó las escaleras. Fue hasta los cuartos de los niños. Por pedido propio, todos dormían abajo. Ryan no quería saber nada con irse a otro cuarto, aunque el que él ocupaba fuese el más pequeño de todos. Le gustaba la ubicación y nadie lo sacaba de allí.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Where stories live. Discover now