-¿Qué?

-¿Dónde está MI anillo? Ya sabes, el que muestra que voy a casarme contigo.

Dan sonrió y la besó. Le recolocó el anillo en su dedo.

-Dan. Daniel. ¡Oye!-Lo reprendió al sentir sus labios en su cuello.

-Tienes razón.

Se agachó hasta quedar a la altura de su vientre y susurró:

-Lo siento mucho, pequeño. Prometo ya no volver a dejarte nunca jamás. Me quedaré contigo.

Bonnie sonrió.

-Dan, los niños se fueron. Oí la puerta principal hace un rato.

Dan corrió hacia la pared y comenzó a golpearse la cabeza sin piedad.

-Soy un idiota, un imbécil, por mi culpa se fueron, soy responsable de esto...

Bonnie se interpuso para evitar que se dañara.

-Tranquilo. También es mi culpa. Y también lo siento mucho.

-Está bien. Pero tenemos que encontrarlos.

Bonnie volvió a sonreír.

-Sé exactamente dónde está Will.

***---***---***---***---***

Julie y Mark se casaban en unas semanas, y cuando Arthur y Daphne fueron a su casa acababan de irse. No había nadie.

Por lo que ambos se marcharon a la casa de Rupert y Emma.

Arthur habló con Ryan y acordó que llegarían en unos minutos. El pelirrojo le envió saludos a su mejor amiga y le pidió que le dijera que quería hablar con ella cuando llegaran.

Cuando llegaron Emma abrió la puerta.

-¡Pasen! Por favor díganme que están bien.

Ambos asintieron.

-¿Y Will?

-Está descansando. ¿Necesitan algo?

-No, tía, gracias. Estamos bien.

***---***---***---***---***

-Ya, Will. Tranquilo. Ya no llores más. Estoy contigo.

-No entiendes. Ellos jamás se habían peleado...

Su novia lo abrazó.

-Ya, ya. Tranquilo. Estoy aquí...

Will le tomó el rostro entre sus manos y lo besó.

-No te alejes de mí...-Le pidió.

-No lo haré. Pero estás cansado, tienes que descansar...

-No quiero hacerlo. Quiero besarte...

-Will... Tienes que...

Will siguió besándola y la atrajo hacia sí para echarse sobre la cama con ella sobre él.

-Will... Tienes que... Dormir... Tengo que irme para que...

Pero él siguió besándola sin hacerle caso. Helena se alejó de él unos centímetros y le acarició el cabello.

-Me voy. Tienes que descansar...

Ella se puso de pie. Will la imitó y la tomó por la cintura para devolverla a su posición anterior.

-Sólo dormiré si te quedas conmigo...

-Yo...

-Por favor, Helena...

Ella sonrió.

-Bueno...

Will se durmió con la pelirroja entre sus brazos. Ella sonrió y le acarició el cabello.

Rupert se asomó por la puerta con los ojos cerrados y carraspeó.

-¿Puedo ver?

Helena rió.

-Ya, papá. Puedes. No es necesario que actúes así.

Emma, parada tras Rupert, rió.

Rupert abrió los ojos y frunció el ceño.

-Helena, ¿Qué...?

-Shhh, papá. Vas a despertarlo.-Susurró Helena.

-Pero tú...

Emma se paró frente a él y lo besó con cariño. Luego se separó unos centímetros y le hizo una caricia con la nariz.

-Ya, cielo. Déjalos. Se ven tiernos.

-Pero tiene catorce años...

-Y sólo están cerca. A su edad, nosotros no parábamos de discutir en cada escena.

-No me lo recuerdes. Ya estaba enamorado de ti entonces...

Emma sonrió.

-Entonces recuerdas lo que se siente. Vamos, dejemos que se queden a descansar. Mira...-Dijo Emma volteando. Su hija se había quedado dormida sonriendo.-Se ven adorables.

Rupert frunció el ceño. Emma lo miró sonriendo y él aflojó su gesto adusto.

-Mejor así. Te ves más guapo si tienes una sonrisa.-Dijo ella antes de besarlo suavemente y tomarlo de la mano para sacarlo del cuarto.

***---***---***---***---***

-Lo siento mucho, de veras.

-También yo.

Dan y Bonnie acababan de parecer en casa de Rupert y Emma para buscar a sus niños y llevarlos a su casa. Ahora estaban abrazados a Daphne y a Arthur pidiéndoles disculpas.

-Está bien. Si ya no están peleados entre ustedes...

-No lo estamos.

-Entonces estamos bien.

-¿Dónde está Will?

-Está con Helena durmiendo en un cuarto...-Comenzó a decir Rupert. Su móvil lo interrumpió.-¿Hola? ¡Madre Santa! Vamos enseguida. Sí. Están conmigo. Vale. Vamos para allá.

Emma lo miró curiosa.

-Evanna acaba de entrar en trabajo de parto. Está en el hospital. Matthew acaba de llamarme. Quiere que vayamos para allá.

-No podemos ir todos a la clínica. Los niños mejor se quedan. Puede ser un poco... Ya saben. Falta una semana para Navidad y tenemos que organizarnos bien...

-¡Emma!-Gritó Rupert.

La castaña estaba en el suelo, pálida. Su esposo se agachó a su lado e intentó despertarla agitándola un poco. Pero ella no reaccionaba. Rupert contuvo las ganas de llorar y le tomó el pulso. Suspiró aliviado. Respiraba. Él miró hacia todas partes antes de decir:

-Se desmayó. Ayúdenme...

-Maldición. ¿Por qué un jueves a esta hora?-Musitó Dan antes de ir a la cocina por agua.

Regresó y se la dio a Rupert. Él le vació el vaso en la cabeza, pero Emma no reaccionó.

El pelirrojo hizo una rápida evaluación de la situación.

-Dan, Bonnie, ayúdenme a llevar a Emma a la cama. Luego vayan al hospital. Cuando ella despierte y se recupere iremos con los niños. Deprisa.

Dan, Bonnie y Rupert tomaron a Emma y la cargaron hasta la habitación principal.

Luego Dan miró a su amigo en señal de disculpa y salió del cuarto con una muy preocupada Bonnie.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora