Emma escuchó las palabras de Rupert al repetir su experiencia y cómo los habían encontrado, y sus quejas una y otra vez.

-...y creo que además, son muy...

-Basta.

-¿Qué?

-Rupert, yo te amo, pero deja ya de hablar de eso. No es conmigo con quien tienes que hacerlo. Es con Helena. Además, todas estas palabras ocultan un temor que no quieres mencionar. Nos ahorraríamos tiempo si hablaras con ella y además me dijeras de una vez qué te preocupa.

El pelirrojo bajó la vista. Como siempre, su mujer tenía razón.

-Yo no quiero que ella sufra. Ni que deje de ser mi pequeña.

Emma sonrió. Le tomó el rostro con las manos y lo obligó a mirarla.

-Cielo. Ella crecerá. No puedes evitar que eso pase. Pero no por eso dejará de ser tu pequeña. Puede ser grande y aún así conservar su corazoncito tierno. Y, en cuanto a lo primero, ¿Crees que Will haría algo que la dañara? ¿Que la hiciera sufrir? Son pequeños, pero se nota que se aman mucho. Y jamás sufrirá si tiene a su padre que la cuide. Mejor no te preocupes. Habla con ella. Te sentirás mucho más conforme con sus respuestas que con las que yo te pueda dar. Aunque te lo advierto. No la juzgues. Escúchala. Compréndela. Y recién entonces respóndele.

Rupert asintió.

-¿En qué momento te hiciste tan... Sensata y seria?

-Supongo que cuando me casé con mi precioso tontito bromista.

Rupert sonrió.

-Pero al menos me amas por eso.

Emma también sonrió.

-Sí, así es.

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-Dan.

Él suspiró. Llevaba más de dos meses intentando decirle algo muy importante a Bonnie. Pero la oportunidad jamás se presentaba. Cuando estuvieron en Escocia y fueron a festejar por haber encontrado todos los papeles, él creyó que era el momento ideal. Y, como siempre, no lo era. ¿Cuándo sería? Era algo realmente frustrante. ¡Sólo era una pregunta! Y no era tan complicado el asunto. Aún así no encontraba momento para hacerlo. Pero aquella mañana donde todo comenzaría, quiso que ella supiese lo que él planeaba. Y una vez más, justo cuando tomaba aire para decírselo, su voz lo interrumpía.

-Dan.

-Sí, cielo.-Dijo suspirando.

-Tengo que decirte algo.

-También yo.

Bonnie se rascó pensativa la barbilla.

-Bien. Supongo que a la cuenta de tres podemos decirlo al mismo tiempo. ¿Te parece?

-Sí.

-Uno...

-Dos...

-¡Tres!

Ambos tomaron aire y dijeron al mismo tiempo:

-Quiero casarme contigo.

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-Maldito tráfico. Jamás llegaremos así...

-Tranquilo, Mark. Todo a su tiempo.

Julie miró al asiento de atrás. Arthur y Daphne parecían nerviosos. Ryan estaba sentado junto a su mejor amiga y le ponía protectoramente un brazo alrededor de los hombros.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Where stories live. Discover now