Era maravilloso verlos a todos de nuevo.

Todos comieron y bebieron a gusto. Todo estaba delicioso.

En un momento, Dan y Bonnie se acercaron a Rupert y Emma.

-Oigan, ¿qué tal la fiesta?

-Asombrosa, Bonnie, es increíble que se hayan esforzado tanto por nosotros.

-Sí. Sobre eso, David Yates ayudó. Nos amenazó para que les dijéramos que las decoraciones y los disfraces son mérito de él.

-¿Él trajo y armó todo esto?

-Claro que no, Emma. No nos quites crédito. El trajo las cosas y nosotros las acomodamos.-Dijo Dan.

-¿Cómo hicieron?

-Pues... David trajo cinco camiones llenos de cajas. Estaban las decoraciones y los disfraces. Estuvimos tres horas bajando las cajas. Bonnie, Julie, Mark, James, Oliver, David, Joanne, Matthew y Evanna. Luego David se fue. Hoy separamos las cajas por zonas. Los gemelos, Mark y Matthew repartieron los disfraces puerta por puerta. Casa por casa. Mientras tanto, Joanne, Bonnie, Evanna, Julie y yo trajimos caja por caja y arreglamos todo. Nos llevó un día y medio hacer su fiesta. No nos quites mérito.

-No lo hago.-Emma lo abrazó.-Gracias, Dan.

-Dan, devuélveme a mi prometida.-Dijo Rupert fingiendo enfado.

-Aquí la tienes.

Dan la empujó suavemente hacia Rupert. Él la tomó de las mejillas y la besó dulce, suave y cariñosamente. Cuando se separaron, todos en el salón se habían callado y los miraban sonriendo.

De repente, Bonnie aplaudió y los demás la imitaron.

-¡Que vivan Rupert y Emma!

-¡Que vivan!-Todos gritaron con entusiasmo.

Rupert no se hizo de rogar y volvió a besarla.

Emma lo miró con los ojos iluminados cuando se separaron, sonriendo tímidamente.

-Te amo, Rupert.

-Y yo a ti, Emma.

Todos volvieron a aplaudir.

Dan se paró en una silla y dijo:

-Hemos llegado al momento de pasar a la segunda parte de la fiesta. Por favor, quienes no tengan que cambiarse dejen vía libre a los que sí. Rupert, Emma, Bonnie tiene sus trajes.

Muchos de los invitados se hicieron a un lado. Varios se dirigieron hacia los baños.

Rupert tomó a Emma de una mano y la llevó hasta donde estaba Bonnie. Ella les dio dos bolsas y les dijo:

-Allí atrás hay una habitación que pueden usar para cambiarse. Dan, vamos.

Ella tomó a Dan de una mano y lo llevó hasta los baños.

Emma y Rupert abrieron la puerta que Bonnie les había indicado. Efectivamente, allí había una habitación que tenía un par de decoraciones del salón, como globos y sillas.

Emma abrió las bolsas que su amiga les había dado y sacó, sorprendida, los trajes que ella y Rupert habían usado cuando dejaron a sus hijos en la estación King's Cross.

Le lanzó su traje a Rupert y sacó el suyo.

El pelirrojo se puso su traje y le quitó a Emma lo que tenía puesto.

-Rupert... No aquí... Tenemos que salir.

-Yo voy a ponerte el otro traje, sólo eso.

Él le colocó el disfraz, pieza por pieza. Ella se estremeció al sentir cómo sus manos recorrían su piel.

La besó dulcemente.

-Rupert... ¿Estás listo?

-Sí, esposa mía. ¿Vamos?

-Claro.

Al salir de la habitación, los que se habían cambiado eran los estudiantes de Hogwarts. Se habían vestido para parecer mayores.

Dan volvió a pararse sobre la silla. A decir verdad, se veía extraño con los anteojos y la cicatriz pintada.

-Bueno amigos, hemos crecido. Diecinueve años. Y quiero dar la bienvenida a tres pequeños. James Sirius, Albus Severus y Lily Luna, mis hermosos hijos.

Tomados de la mano, los pequeños entraron por una puerta lateral.

Dan y Bonnie los abrazaron.

Emma y Rupert, tomados de la mano, esperaban a que sus hijos aparecieran. Pero los minutos pasaban, y no lo hacían.

Dan volvió a pararse sobre una silla y dijo:

-Y tengo algo para enseñarles.

Sacó un teléfono del bolsillo y puso una grabación:

-"Queridos mamá y papá: Somos Rose y Hugo. Lamentamos mucho mucho mucho no poder estar en su fiesta de compromiso. Pero les deseamos lo mejor, y volveremos a vernos pronto. Lo prometemos. Besos, abrazos y felicitaciones de parte de sus dos hijitos adorados. Los queremos. Rose y Hugo"

Dan retomó su discurso:

-Es una pena que Helena Barlow y Ryan Turner no hayan podido venir. Tenían otro compromiso. Pero sin embargo, hablamos con ellos y nos dejaron este hermoso mensaje. Sigamos con la fiesta. Disfruten mucho.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Where stories live. Discover now