Despertar a tu lado

Start from the beginning
                                    

Pero en la mitad de la noche, se desató una tormenta eléctrica. Las luces que estaban prendidas comenzaron a parpadear, amenazando con apagarse. Daniel había entrado y despertado a Bonnie.

-¿Por qué me despertaste? ¿Ocurre algo?

-Sí. Luego te explico. Debes salir de mi cuarto.

Una vez que ambos estuvieron en la sala de estar, él explicó.

-Mira, Bonnie, ahora se ha cortado la luz. Cuando llueve así ocurre casi siempre. Lo que sucede es que la puerta de mi habitación tiene la cerradura eléctrica. Cada vez que hay un corte, la puerta se cierra automáticamente y no se abre hasta que la luz vuelva. Y como estabas adentro, ibas a quedarte encerrada. Así que... ven conmigo.

Daniel se acostó en el sofá (que era enorme) y palmeó un lugar a su lado.

-Dan, ya usurpé tu cama... dormiré en el suelo.

-De ninguna manera. No seas ridícula. No muerdo.

Como Bonnie estaba indecisa, él mismo la tomó de una mano y la echó a su lado.

-Buenas noches.

-Hasta mañana.

Sólo que, en la mitad de la noche, Daniel la había abrazado y cuando ella despertó aún estaban así.

De modo que corrió delicadamente sus brazos, se paró y se vistió. Comenzó a verificar que no se estuviera dejando nada cuando Dan despertó.

-Buenos días.

-Hola.

-¿Te vas?

-Pues sí. No quería despertarte. Lo siento.

-Olvídalo y ya. Tengo algo para ti.

Se paró, abrió un cajón y sacó unas cuantas cosas. Metió algo en el microondas y lo sacó. Luego le ofreció a Bonnie una bandeja:

 Luego le ofreció a Bonnie una bandeja:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bonnie sonrió. La bandeja tenía un libro, una taza, galletas y un ramo de flores.

-No era necesario.

Él se encogió de hombros.

-¿Quieres desayunar?

-Por supuesto.

Y se sentaron.

***---***---***---***---***

Rupert despertó antes que ella. Se tomó varios minutos, aprovechando al verla dormida, apreciando los detalles que la hacían especial y única.

Sus manos, sus brazos, su torso, sus piernas, su pecho, su cuello, su nariz, sus ojos, su cabello, sus mejillas, su frente, sus pómulos, su mandíbula, sus labios...

Cada detalle único que la volvía especial. Sí, definitivamente Emma Watson lo tenía loco. Y su interior era aún más bello que su exterior: ella era lista, alegre, romántica, soñadora, testaruda, positiva, encantadora, bella. Se merecía el mundo y más.

De pronto tuvo una idea. La besó suavemente y salió del cuarto.

A la media hora regresó, dejó una bandeja en la mesa de noche de ella y se acostó de nuevo. Le sacó una foto durmiendo: de veras se veía hermosa. Ojalá que despertara pronto, aunque amaba verla dormir, se enfriaría el desayuno.

Ella se movió, como si hubiera oído sus pensamientos, pero no abrió los ojos. Se acercó a él y le besó la punta de la nariz.

-¿Cómo has hecho eso?-Preguntó sorprendido, no tenía los ojos abiertos y aún así lo había encontrado.

Ella sonrió y bajó de su nariz a sus labios. Él no se hizo de rogar y le devolvió el beso.

-Magia.-Dijo ella cuando se separaron.-Huelo tu perfume. Y una vez que encontré tu nariz, sé dónde están tus labios: Esperándome.-Y abrió los ojos.

Se acercó a él y dijo:

-¿O me equivoco?

-No lo haces.-Y se apoderó de sus labios nuevamente.-Te preparé algo.

-¿Qué?

-Mira la mesa.

Emma volteó y dio un grito de asombro: Una taza de café y una rosa.

-¡Es hermoso! ¡Gracias!

-No tanto como tú...

La castaña sonrió.

-Desayunemos.

-Hecho. Me dejaste con hambre.

Ella enrojeció.

-Si quieres que esto siga, debes dejar de hacer esos comentarios.

-Pero el hambre que tengo es bueno. Me recuerda a ti.-Y le besó la frente.-Anda, bebe el café que se enfriará.

Ambos desayunaron en silencio, sonriendo.

Emma no dejaba de acariciar, oler y besar la rosa. Rupert se puso un poco celoso y dijo:

-Si hubiera sabido que ibas a tratarla así, me hubiera puesto yo mismo en la bandeja.

Emma rió.

-Venga, no te enfades.-Le dio un último sorbo a su café y preguntó:-¿Qué quieres hacer ahora?

-Ser una rosa.

Ella volvió a reir.

-Te he dicho que no te enfades. Ven...-Se echó sobre él y comenzó a besarlo.-¿Sabes por qué trato así a la rosa?-Preguntó acariciándolo, oliendo su cabello y por último besándolo.

-No.

-Porque tú me la obsequiaste. Pero me gusta más mimarte a ti.

-A mí también me gusta más.

Emma volvió a reír.

-¿Sabes? Mi segundo sonido favorito es tu risa.

-¿Y el primero?-Ella preguntó.

Él se acercó y le susurró algo. Ella enrojeció.

-Eres un pervertido.

-Tú preguntaste.-Dijo él inocentemente.

-Pero no sabía que tenía que ver conmigo y...

-Tiene que ver con ambos. Aún así, es un sonido algo privado. Pero amo tu risa. Te amo a ti. Y amo despertar contigo a mi lado.

-También te amo. Y amo despertar contigo.

Ambos se besaron dulcemente. Rupert, sin embargo, empezó a besarle el cuello, como ella amaba.

-Y...-Dijo él.-¿Quieres que te muestre mi tercer sonido favorito?

Ella sólo sonrió, se mordió el labio y asintió.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Where stories live. Discover now