—¿Por qué tienes cara de que quieres correr? —pregunta, lamiendo el cono de vainilla. No pienses cosas pervertidas, Natalie, eres una damita.

—T-tal vez quiera h-hacer eso. —Quiero golpearme porque otra vez sueno toda nerviosa y temblorosa. Sé que lo ha notado cuando frunce los labios con diversión y me empuja suave con su hombro, juguetón.

—¿Ya estamos otra vez con el nerviosismo, nena? —pregunta con sorna.

—Por todos los cielos, no me digas nena.

Se ríe y se aproxima demasiado rápido como para que pueda prevenirlo, miro hacia todas partes para corroborar que nadie esté mirando. Su boca se coloca frente a mi oído. Tengo que retorcer mis dedos en mi regazo para no ponerme a gritar de la emoción o tomar el próximo vuelo al polo norte para refugiarme en un iglú.

En serio, este chico no sabe todo lo que causa en mi interior.

—¿Cómo quieres que te llame entonces? —susurra muy quedito, mordisqueo mi labio porque creo que esto es uno de esos momentos que recordaré cuando nos casemos. Ya estoy delirando—. ¿Preciosa? ¿Hermosa? ¿Hamburguesita?

Las risas burbujean inevitablemente, al igual que las de él. Se aleja un poco y seguimos comiendo el helado, mirando al frente.

—¿Te pongo nerviosa? —pregunta.

—Un poco. —¿Un poco? Si contara las veces en las que me he puesto nerviosa por su causa, y me dieran dinero por cada una, en este momento sería más rica que Taylor Swift y tendría un helicóptero.

—¿Y por qué es eso? ¿Te sentirías mejor si te dijera que me pones nervioso también? —Agacho la cabeza sonriendo, evitando el contacto visual, tampoco deseo que se de cuenta de mi sonrojo.

—Tal vez.

Los siguientes minutos los pasamos en un cómodo silencio, la gente baila en una pista improvisada una canción lenta. El entrenador del equipo de baloncesto lleva un silbato que no duda en hacer sonar en cuanto ve que las parejas se acercan más de lo permitido en horario escolar. Siento cómo Shawn toma una de mis manos entre las suyas, nuestros dedos se entrecruzan.

Siento que puedo volar, y esto es en serio, no quiero pensar en cosas tontas como siempre hago para esquivar lo que me pasa adentro. Esta vez me gustaría congelar este momento o tomarle una fotografía. Mi corazón late muy rápido, tanto que no me percato de nada a mi alrededor.

Su mano se encoge en la mía.

A lo lejos alcanzo a ver una melena rubia que llama mi atención, Hannah Carson se encuentra con Liam, el que se suponía que era su exnovio, pero que al parecer están juntos de nuevo pues están muy juntos. Le doy una mirada a Shawn y me doy cuenta de que tiene la vista fija en ellos, las mariposas de mi estómago mueren tan rápido como nacieron.

Lo suelto, entonces él me enfoca con confusión y yo sonrío como si no estuviera pasando nada doloroso en mi interior. Mierda, quiero echarme a llorar.

—V-voy al baño —murmuro a modo de explicación y me pongo de pie. Antes de que pueda moverme, su mano se cierra en mi muñeca y me obliga a sentarme de nuevo.

—No me digas mentiras, solo estaba viendo, Nat, no hay otro lugar en el que quiera estar. —Eso me tranquiliza un poco y me hace sentir paranoica—. Dime cualquier cosa que sientas, ¿de acuerdo? No quiero echar a perder las cosas contigo.

—De acuerdo. —No estoy tan segura, sin embargo. Sé que la pasamos bien juntos, que es fácil hablar y reír, cuando nos besamos se siente genial, parece gustarle; pero no sé si eso basta para sacar a alguien de su corazón, Hannah es como él para mí, no sé si es posible dejar de querer a alguien en unas cuantas semanas. Tampoco sé si yo pueda resistir con tanta inseguridad.

Su brazo rodea mis hombros y deposita un beso en mi mejilla que me hace enrojecer.

—Te quiero.

Sus dos palabras susurradas hacen que torbellinos, tsunamis y tormentas eléctricas se precipiten a mi alrededor. Creo que puedo tocar las nubes y comerlas como si fueran algodones de azúcar.

Solo espero que ese cariño algún día se transforme en algo parecido a lo que siento yo.

La sonrisa de Jas en la pista llama mi atención, ríe junto a Greg, no sé qué tanto me agrada eso. Al menos alguien se está divirtiendo y no se siente como solterona amargada.

—Feliz San Valentín —murmuro.


* * *

* * *

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Miradas azucaradas © ✔️ (AA #1) [EN LIBRERÍAS]Where stories live. Discover now