Afecto.

44 9 95
                                    

Afecto.

Kasa despertó junto a sus alfas, pero ellos no estaban recostados a su lado, sino que dos jugaban cartas en la mesa del templo de Tauro, Krishna cruzaba los brazos delante de su pecho con los ojos cerrados y Hasgard, el estaba sentado a su lado, sosteniéndolo de la mano.

-Kasa...

Kasa restregó su mejilla contra su mano, mirándole fijamente, pensando en lo dicho por Asmita, pensando que sus alfas habían sentido algo, por eso estaban con él, a su lado, dos jugando cartas, Krishna esperando por su despertar, Hasgard sosteniendo su mano, demasiado preocupado por verle inconsciente en esa cama.

-¿Qué sucedió?

Kasa se levanto con demasiada lentitud, sentandose en la cama, recordando que antes de aquella reunion psiquica, habia tenido relaciones sexuales con Krishna e Io, quienes le veian de reojo.

-Tengo hambre y... también quiero darme un baño... después de eso hablaré con ustedes de lo que sucede ahora...

Isaac le observó con detenimiento, pensando en acompañarlo a esa alberca, recordando que su amado había sido secuestrado por Poseidón, observando cómo Kasa se quitaba la ropa, que era una camisa de Hasgard, ese sujeto realmente era enorme.

-No estés nervioso, Poseidón ha muerto...

Isaac aun podía ver las marcas que le hiciera Poseidón, porque ellos habían hecho lo posible por no lastimarlo, aun asi, despues de ver como se lo llevaban de su lado, secuestrandolo en esa agua, decidió acompañarle, quitandose la ropa, para saltar detrás de él.

-No puedo dejar de pensar en cómo te secuestraron en este mismo sitio y yo no pude hacer nada.

Eso le hacía pensar a Kasa, si existía alguna forma de que se llevaran a sus alfas o a sus niños de esa forma, usando su cosmos, pero pensaba que ese no era el caso, Rea debía esperar que se realizara un sacrificio voluntario.

-No fue culpa tuya... lo sabes.

No lo sabía, en realidad creia que habia sido culpa suya, de estar mucho más atento, mucho más pendiente de Kasa, no se lo hubieran llevado durante su celo, no le hubieran violado, no lo hubieran lastimado, así que besando su espalda, respiró hondo.

-Lo siento tanto... siento no poder protegerte mi amado Kasa... mi hermoso tulipán..

Los tulipanes son flores, que en ocasiones eran blancas, que simbolizaban un amor puro y apasionado que duraría por siempre, existían flores de todos los colores, eso era claro, pero, las blancas le hacían pensar en su amado Kasa, que comenzó a enjabonar su cuerpo.

Le gustaría hacerle el amor de nuevo y se acercó a él besando su cuello, acariciando su cintura con delicadeza, pero Kasa con una risa discreta lo empujó, apartándose de su amado Isaac, que se alejó, él también se bañaría, aprovechando el agua.

-Eres hermoso... realmente hermoso Kasa.

Susurro Isaac, lavando su cuerpo con delicadeza, con lentitud, tratando de llamar la atención de Kasa, que trataba de esforzarse por no mirarle, por no prestarle atención, pensando que había asuntos importantes de los que debían encargarse, pero no pudo, observando a su alfa que le miraba con una sonrisa seductora.

-Eso es una trampa... lo sabías...

Se quejó Kasa, acercándose a él, para besar sus labios, gimiendo al sentir su sabor, pensando que no iba a perderlo, no iba a darle la espalda y sin embargo, no podía distraerse con ese hermoso cuerpo, con ese precioso rostro con esa marca atravesando su ojo, riendo entonces, porque dos de sus alfas tenían cicatrices, ahora eran tres, tuvo que decirse.

El Cáliz de Hera.Where stories live. Discover now