Dolor.

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Dolor.

Cheshire era el protegido de Pandora, era quien le servía como ayudante de cámara, aunque no tenía demasiada decisión de mando, si se encargaba de vigilar las acciones de Radamanthys, para que no actuará a las espaldas de su señora, aunque, en muchas de esas ocasiones el dragón tenía la razón.

Pero no solamente él había actuado como los ojos de Pandora, también lo hacia Zeros y en ocasiones Raimi, esos dos soldados no actuaban por lealtad a su dios, sino porque les gustaba ver a alguien tan orgulloso, que era como un gigante a su lado, en desgracia, sometido por la joven hermana del dios Hades.

Sin embargo, ni siquiera ellos se merecían lo que le habían hecho a Cheshire, quien estaba cubierto de vendajes, moretones y mordidas, ese dios era un monstruo, era un maldito demonio, pero Hades era aun peor que ese demente, porque sabía que iban a lastimarlo, el muchacho era hermoso, era delicado, casi parecía una mujer.

Era tan solo un niño, uno malcriado e insoportable, pero que no se merecía lo que le habían hecho, nadie se lo merecía, aun así, Hades permitió que dañaran a uno de sus soldados, no solamente lo permitió, sino que lo mando con esa noción en mente, para hacerle daño.

-Cheshire...

Susurro tratando de tocarlo, ya sin su armadura puesta, vestido con la ropa de viaje de Regulus esa ocasión, la que le quedaba un poco grande en el pecho, el gatito era demasiado grande, todo un león, creía que un poco más alto que su padre.

-¡No! ¡Ya no más! ¡Por favor!

Cheshire al sentir que alguien lo tocaba se sintió aterrorizado, suplicándole que se detuviera, apartándose casi de un salto, pegándose a la cabecera de la cama, sus ojos fijos en Radamanthys, creyendo que era un demonio.

-Cheshire...

Volvió a pronunciar, esperando que le reconociera, pero al hacerlo, su expresión de terror se transformó en uno de odio, como si lo culpara a él por lo sucedido en el Inframundo, de tal manera que lo atacó, tratando de lastimarlo.

-¡Todo esto fue tu culpa!

Le gritó arañando el rostro de Radamanthys, tratando de golpearlo de nuevo, pero fue sostenido por Myu por la espalda, preguntando porque le estaba culpando por lo sucedido en el Inframundo.

-¡Si no hubieras huido, nadie habría perdido la vida!

Radamanthys respiro hondo, sin saber exactamente qué había hecho para que sucediera lo que sucedió con Cheshire, para que le violaran, pero sobre todo, para que Hades perdiera la razón y comenzará a comportarse como sus hermanos.

-¡Eres un maldito cobarde! ¡Un traidor!

El dragón nego eso, no era ni un cobarde ni un traidor, quien era el traidor era su dios Hades, quien le había hecho daño, lastimado su lealtad, porque deseaba violarle, convertirlo en su esposo, pero no sabía que había asesinado a Pandora, que había destruido a su esposa y que esperaba casarse con el, de la forma en que Zeus lo haría con Ganimedes.

-Suéltalo... deja ir a Cheshire...

Cheshire cuando fue liberado comenzó a golpear el pecho de Radamanthys con fuerza, desesperado por lo sucedido, observando al mayor que solo le miraba, dejando que lo golpeara, deteniéndose de pronto, para caer al suelo, abrazando su cuerpo.

-Me mandó... el me mando para que me... para...

Radamanthys asintió, abrazando el cuerpo del menor, que empezó a llorar en su regazo, recargando su rostro contra su pecho, sin entender porque su dios había realizado esas acciones tan desagradables.

El Cáliz de Hera.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant