-Vaya... Ahí sí que te ha dolido, ¿no Al?- se rio de él y de su mueca de enfado, los ojos del demonio ya eran completamente negros mientras trataba de escuchar lo que su oponente decía, pero cada vez le resultaba más complicado contenerse- ¿no será que esa chiquilla te interesa por algo más que para aprovecharte de su poder?- otra pantalla saltó en mil pedazos y algunas runas se asomaron a su alrededor.

-Déjate de juegos Vox, dame a la chica y deja que nos vayamos, solo así te librarás de salir herido- la televisión se rio y su eco resonó por todo el cuarto como si estuviese a su alrededor.

-¿En serio crees que serías capaz de vencerme en mi propio hogar? ¿Tan alejado de la realidad te encuentras? Eres patético Alastor, enamorándote- el demonio gruñó mientras notaba que estaba apunto de perder el control- y encima de una furcia del Cielo, das pena.

En ese instante el demonio supo que no podía contenerse más, la rabia se apoderó de su cuerpo y los cristales de las pantallas empezaron a volar por todos lados, el cuarto se volvió un caos de chispas y golpes en los que todo estaba siendo destruido a causa del enfado del Demonio de la Radio, el cual no solo estaba desfogando su enfado con uno de los dueños de la torre, sino el enfado con la araña y todo lo sucedido en el día que se suponía que sería uno de los más felices en el Infierno.

Estuvo un buen rato dentro de la habitación destrozándola hasta los cimientos, cuando volvió en si mismo no quedaba nada que superase los 5 centímetros, una pequeña nube de polvo inundaba el ambiente, salió con la cabeza alta y una sonrisa como si nada hubiese pasado y se dirigió a la sala principal, para su desgracia esta no era la primera vez que estaba en la torre de las V's, había estado ahí hacía un tiempo cuando habían intentado reclutarlo y él se había negado, ese fue el momento de ruptura entre Vox y él, nunca habría dicho que eran amigos pero al menos se soportaban, a partir de la negativa de Alastor para unirse al equipo, los tres miembros de este le habían hecho la cruz y se habían dedicado en cuerpo y alma a tratar de acabar con él, pero por ahora no habían podido. 

Era debido a esto que Alastor tenía tan claro que ellos habían tenido algo que ver con la desaparición de la serafina, habían descubierto sus recientes sentimientos por ella y habían decidido utilizarlos en su contra como sabía que pasaría, era consciente que sentir algo por alguien en el Infierno era peligroso pero estaba dispuesto a luchar lo que fuese necesario para poder mantener la realidad que la noche anterior habían construido y ahora pendía de un hilo.

Observó como el ascensor que llevaba a la sala principal estaba abierto y entró alerta, esperando que se activase alguna trampa o algo similar, sin embargo solo cerró sus puertas y subió lentamente hasta su destino. Todo lo que se encontraba en la torre tenía el estilo de uno de los tres habitantes marcando su espacio, la sala de reuniones los aunaba todos creando un espacio minimalista con Vox con detalles vistosos propios de Valentino pero con todo conjuntado como era de esperar teniendo en cuanta la presencia de Velvette.

Abrió la puerta con fuerza esperando encontrarse a uno de los tres tras ella o incluso a la propia serafina, pero la sala estaba completamente vacía, miró a su alrededor esperando encontrarlos pero estaba solo, ninguno se encontraba presente y eso le cabreó más, solo quería recuperar a Raquel e irse, temió por un instante que se hubiese quedado con Valentino, sin embargo era consciente que era una posesión demasiado preciada para Vox como para dejar que la polilla pusiese sus garras encima.

Alastor salió optando por la segunda opción del plan, era más arriesgada pero estaba decidido a ir con todo, se dirigió hacia las habitaciones de las V's sabiendo que si no se encontraban en la sala de reuniones era porque estarían trabajando en sus respectivos apartamentos, sin embargo solo uno de los cuartos le interesaban y a causa de esto siguió el camino de luces led blancas que le llevaban hasta un segundo ascensor que ascendía hasta lo más alto de la torre, se subió sin meditarlo por un segundo.

El ascensor abrió sus puertas en medio de una sala enorme con una pasarela que conectaba con el centro del cuarto, ahí se encontraba Vox observándolo con una sonrisa desde la silla.

-Has tardado en llegar cervatillo- la sonrisa de Alastor tembló mientras insultaba internamente al televisor solo dejaba que una persona le llamase así y obviamente no era él.

-Solo he venido a por una cosa- dijo tratando de mostrarse calmado.

-Sí... Tu puta...- dijo mientras se giraba para mirar las pantallas.

-No es una puta Vox, si sigues llamándola así te arrancaré hasta el último puto cable que tengas detrás de esa mierda de pantalla que llevas por rostro- el demonio volvió a mirar al ciervo con cara de pocos amigos.

-¿Qué ha sido del Demonio de la Radio educado y que nunca decía palabras malsonantes o insultaba de forma sutil?- ese demonio seguía dentro de Alastor, sin embargo la rabia que sentía lo había cubierto y ya no tenía el control de lo que decía ni lo que hacía.

-Donde está ella- repitió esperando que en esta ocasión le contestase.

-No lo sé- se rio mientras se levantaba de la silla giratoria y lo miraba con cara de orgullo- no tengo la más mínima idea.

-¿A qué te refieres con que no lo sabes?- gruñó Alastor notando como las primeras interferencias sonaban en su cabeza.

-¿Estás sordo? No lo sé, no tengo la más mínima idea de donde puede estar, no está en la torre, eso te lo aseguro, su paradero es un misterio- se encogió de hombros mientras disfrutaba de la cara de confusión de Alastor, este no sabía por donde debía seguir para encontrar a su serafina, no tenía más ideas y necesitaba respuestas pero no tenía ningún otro hilo que seguir.

Sintió que el miedo le inundaba y con él la ira, de haber podido perderla, de no saber donde estaba o si se encontraba bien, por desconocer si estaba sana y salva... Estaba aterrado y no sabía que hacer para recuperarla. Miró a Vox y uno de sus tentáculos salió disparado en su dirección, no había pensado hacerlo pero tampoco se planteó detenerlo.

Uno de los cables del televisor se enredó en este deteniéndolo pero otros tantos surgieron de la espalda del Supremo dirigiéndose hacia donde estaba el televisor, el cual los paró con movimientos simples de los cables, sin embargo mientras que los cables eran de plástico y materiales reales, sus tentáculos estaban formados por sombras por lo que fueron capaces de pasar por encima de estos y sortearlos para impactar contra su objetivo.

Vox recibió un golpe seco en el estómago que lo estampó contra las pantallas que tenía detrás, un pequeño hilo de sangre decoró la parte de abajo de su cara mientras recuperaba el aliento.

-No te atrevas a volver a jugar conmigo y mucho menos acercarte a lo que me pertenece- dijo Alastor entre dientes mientras se daba la vuelta dirigiéndose al ascensor.

-Que haya visto, ya no te pertenece... Se marchó de tu lado, ¿no?- sin girarse para ver la escena, mandó otro par de tentáculos para volver a estamparlo y golpearle duramente como consecuencia de sus palabras, oyó los gemidos de dolor a su espalda y sonrió complacido.

-Te lo repetiré una vez más, mantente alejado de lo que es de mi propiedad- dijo antes de bajar en el ascensor y dirigirse a la puerta de la torre, estaba temblando, sentía que no sabía como actuar y la presión que había sufrido dentro del edificio le había superado, aunque había sido capaz de mantenerse sereno, por dentro estaba aterrorizado ante la idea de que pudiesen haber torturado a Raquel entre los tres, no era la primera vez que lo hacían , lo sabía, lo había visto y la simple idea de que la serafina pudiese pasar por ello le mantenía con un nudo en la garganta.

Se deshizo en sombras y sorteó la ciudad a toda velocidad hacia el hotel, seguía enfadado con la araña pero no iba a matarlo, al menos por ahora, la tensión de la pelea con Vox y las emociones del día le había dejado sumamente agotado y si bien sabía que no podría dormir sin la ayuda de las drogas, pero al menos podría intentar trazar un plan para encontrarla.

La serafina (Alastor y tu)Where stories live. Discover now