Cap. 32

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Narra Raquel:

Entré de nuevo al cuarto, seguía con la cabeza llena de pensamientos inconexos, los cuales no me ayudaban a aclararme pues conforme daba respuestas a uno, los demás me abrían otras opciones completamente diferentes respecto a mi futuro... Fui al lavabo para lavarme la cara y tratar de despejarme de todas esas dudas, pero no sirvió de mucho.

Salí del cuarto sin saber muy bien a donde dirigirme, necesitaba tener la mente centrada en otra cosa que no fuese el Cielo, sin embargo Ángel se había marchado hacía un rato a trabajar y desconocía si Alastor estaría ocupado, a esta hora solía estar encerrado en su cuarto por lo que no quería molestarlo.

Bajé las escaleras mientras escuchaba las voces provenientes del salón, Charlie hablaba animadamente con alguien, una voz masculina y con un curioso seseo resonó por el hotel, me asomé un poco y observé al interlocutor, un demonio con forma de serpiente se hallaba en mitad de la sala, llevaba un gran sombrero con un ojo y un traje algo anticuado, a su alrededor había algo similar a huevos parlantes.

-Estaremos encantadas de acogerte en nuestro hotel- le estrechó la mano con ilusión la rubia mientras su novia miraba desde detrás con una ceja levantada- el primer paso para la redención es querer redimirte.

-Por supuesto- dijo mientras agitaba su mano con una emoción similar a la de ella- me apasiona la idea de alojarme en un local como este- miró a su alrededor como si buscase algo. Vaggy soltó un bufido y apartó la vista cayendo en mi presencia, me miró fijamente y se señaló el ojo, agradecí que esa mañana me hubiese puesto las lentillas a primera hora pues en teoría iba a salir con Ángel hasta que Val le llamó, le asentí y ella rodó los ojos mientras volvía a centrar su atención en el nuevo huésped.

-Tenemos una gran cantidad de personal a disposición del hotel para ayudarte en el proceso- Charlie le señaló la barra- ahí está Husk, nuestro barman con el cual puedes tener conversaciones... O mejor dicho monólogos, pero escucha muy bien- ella le sonrió a lo que el gato solo se dio la vuelta ignorando la escena que tenía delante- en la sala donde estamos podemos tener conversaciones profundas sobre como nos sentimos y poner en práctica lo que aprendamos en las clases, Vaggy y yo nos encargamos en su mayoría de ella y tenemos a una experta en la red...- Vaggy le dio un tirón del brazo antes de que pudiese decir algo más sobre mí, a lo que me aventuré a bajar para asegurarme de que no descubriese mi tapadera.

-Hola, soy Raquel- miré a la serpiente el cual me observó de arriba a abajo mientras sus ojos se abrían mucho- encantada.

-Es usted acaso otra pecadora, ¿señorita?- yo miré con una ceja levantada a Vaggy.

-No, es una nacida en el Infierno- dijo seca esperando que no preguntase más, la verdad es que no nos habíamos preparado ninguna excusa si preguntaban por mí, Charlie se dio cuenta de que había estado a punto de desvelar que yo no pertenecía ahí y se tapó la boca con la manos.

-Es un placer Señorita Raquel- me tomó la mano para plantar un beso en la palma, puse una cara un poco de asco, estaba viscoso- soy el noble Sir Pentious.

-Raquel es una de las que nos ayuda con el tema de la redención- continuó Charlie midiendo sus palabras- prepara las clases con nosotras y apoya a los otros demonios que buscan llegar al buen camino- los ojos de la serpiente no se apartaban de mí, lo cual era un poco incómodo.

-Así que pasaremos las clases juntos usted y yo- aún no me había soltado la mano por lo que lo hice yo.

-Bueno, con Ángel, Charlie y Vaggy, por supuesto- miré a la peliblanca con una cara de súplica para que no me dejasen a solas con él. 

La cara de ella era un poema pues se notaba de lejos que no aprobaba la llegada del nuevo huésped, sin embargo la decisión no era nuestra sino de Charlie, quien parecía encantada conque un nuevo demonio se uniese a su proyecto. Procedió a señalarle el resto de las estancias incluida la pequeña sala de lectura que había en esa planta y el pasillo de las habitaciones, mencionando a los demás habitantes del hotel, Vaggy y yo los seguíamos en silencio por detrás, cuando la rubia mencionó a su socio del hotel, Alastor, Sir Pentious mostró un repentino interés.

La serafina (Alastor y tu)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ