Cap. 26

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Narrador omnisciente:

-No lo sé Ángel- dijo la serafina mientras su amigo le insistía en que le acompañase a una fiesta esa noche- sabes que no me van esos ambientes.

Cherry y él habían comprado entradas para una discoteca y le habían cogido una a Raquel en un intento porque fuese con ellos pues estaban deseando verla en un local de desfase, pero ella no estaba tan segura de querer ir.

-Venga ya, te lo pasarás genial, habrá música y gente, podrás beber y si quieres, probar una de las salas X para acabar la noche por todo lo alto- la ángel se recostó en uno de los sofás mientras Gato ronroneaba en su regazo, desde que el día que lo encontró lo había llevado con ella a todas partes del hotel y cuando no lo portaba, era el propio felino el que la seguía a donde fuese.

-Eso tía- dijo la cíclope mientras le sacudía un poco los hombros por encima del respaldo del sofá- sal, diviértete un poco, descubre más el Infierno, sobre todo porque esta es la parte divertida, es tu momento...- Raquel frunció el ceño.

-Y así te olvidas un poco más de cierto capullo- dijo Ángel mientras le guiñaba un ojo, llevaban ya un par de meses sin hablar, ella había dejado de intentar tener algún tipo acercamientos y él no parecía ni haberse dado cuenta, ahora solo eran conocidos que vivían en el mismo edificio.

-Es que no lo sé...- tras la insistencia la habían hecho dudar, llevaban un par de semanas diciéndole que saliese con ellos pero nunca lo habían conseguido, aunque en cierto modo se planteaba si realmente sería tan divertido como sus amigos planteaban, le daba curiosidad la experiencia, a Cherry apenas la conocía, hablaban cuando esta venía a recoger a Ángel y aprovechaba para intentar llevársela a ella también, pero confiaba en Ángel más que en ninguna otra persona de este lugar y esperaba que tuviese razón cuando le decía que se lo pasaría bien.

-Escúchame, vas, lo pruebas y si no te gusta, juramos no volver a insistir más, ¿verdad Cherry?- la cíclope asintió concordando con su amigo, Raquel suspiró mientras asentía.

-Está bien, esta vez me habéis convencido, iré con vosotros- acarició la cabeza del felino el cual solo miraba a su dueña tranquilamente.

-De locos- gritó la chica mientras le chocaba los cinco a Ángel y saltaba encima del sofá sobresaltando a Gato, este levantó la cabeza mirando a la nueva integrante del asiento, pero tras unos segundos volvió a tumbarla- te lo vas a pasar increíble... Igual ligas y todo...- Raquel negó.

-Salgo a pasármelo bien con vosotros, no me interesa conocer a nadie, gracias por el ofrecimiento- ambos rodaron los ojos con desesperación pues el mismo pensamiento cruzaba por su mente, como coño se iba a olvidar del puto ciervo si no conocía a nadie que borrase su huella, porque lo sabían, por mucho que lo negase era sumamente evidente que le había atraído Alastor, si no, no le habría dolido todo su distanciamiento... Y si el demonio no fuese un puto Overlord, Ángel, con la ayuda de Cherry habrían ido a patearle el culo por comportarse como un capullo.

-Por algún lado se empieza- se encogió de hombros Ángel mientras sacaba a escondidas una bolsita de polvos blancos y se lo enseñaba a Cherry sin que la serafina lo viese, ambos sonrieron pero disimularon cuando esta levantó la mirada.

Narra Raquel:

Me encontraba delante de mi armario mientras miraba qué me podía poner, Cherry me había dicho que me vistiese putón pero no sabía como hacer eso, así que cogí una falda y una camiseta para ponérmelas. En ese preciso instante se asomó la cabeza de la araña por la puerta quien soltó un gritito.

-No te irás a poner eso, ¿verdad?- me giré con la ropa aún en la mano y agradeciendo que aún llevase puesto el albornoz tras salir de la ducha.

-¿No sabes lo que es llamar a la puerta?- me ignoró yendo directamente a mi armario e inspeccionándolo- soltó un bufido mientras se ponía una mano en la frente.

La serafina (Alastor y tu)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ