Cap. 7

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Narra Raquel:

La puerta se abrió lentamente y apareció una alta figura, sostenía un fino bastón que acababa en una especie de micrófono. Su aspecto era inquietante, vestía de forma elegante e iba limpio, llevaba el abrigo planchado y el pelo perfectamente peinado, adornado por lo que parecían unas orejas de animal y unos pequeños cuernos en el centro, pero lo más terrorífico era su enorme sonrisa, era más grande que ninguna que recordase haber visto.

Sentí como sus ojos recorrían la sala y se posaban en mí, sus cejas se arquearon ligeramente a modo de sorpresa y su sonrisa se ensanchó aún más. Di un paso hacia atrás, sin duda el aura oscura que había sentido provenía de él, cada parte de su silueta se encontraba recubierta con un humo negruzco que lo bordeaba. Charlie lo saludó alegremente mientras Vaggy me miraba fijamente esperando a ver mi reacción.

-¿Pero qué tenemos aquí? ¿Una nueva huésped en el hotel?- se acercó directamente a mí con paso decidido, conforme más se aproximaba más pesado sentía que se volvía el ambiente, me puse detrás de Charlie sin pensarlo esperando que tenerla entre ambos aligerara la sensación de agobio- y al parecer es algo tímida...- se asomó por uno de los costados de Charlie- me llamo Alastor querida, encantado de conocerte.

Ahora que lo tenía casi delante vi que era más alto que yo, no mucho, apenas unos 7 o 8 centímetros, era sumamente alto pero lo que más asustaban eran sus ojos, grandes y rojos, parecían leer mis pensamientos, o al menos intentarlo, miré su mano extendida esperando que se la apretase, sería descortés rechazar un saludo tan formal por lo que debía estrechársela. Extendí la mía y agarré su mano, al tocarla una ráfaga de frío congeló cada una de mis vértebras y noté como me paralizaba, una sensación de ahogo me inundaba mientras seguíamos con las manos entrelazadas y notaba su mirada fija en la mía.

-Y tu nombre es...?- dijo alargando la s.

-Raquel- dije con un hilo de voz, el aire se había vuelto algo pesado y no sabía si estaba respirando.

-Raquel...- soltó mi mano y dio un par de pasos hacía atrás para gesticular energéticamente- bienvenida al Hotel de las Viejas Glorias, ¿Qué te trae por aquí? Imagino que no será la redención porque no noto ni una pizca de maldad en tu pequeño cuerpo- se acercó y me dio unos ligeros golpes en la nariz- así que cuéntame, estoy deseando escuchar todos los detalles de como alguien como tú ha acabado en el infierno- miré a Vaggy, la cual tenía el ceño fruncido hacia Alastor, por lo que fue Charlie la que salió al rescate.

-Raquel necesita ayuda, ella no es una pecadora- Alastor se apoyó sobre su bastón y se inclinó en nuestra dirección esperando que continuase- ella viene del cielo, Alastor, es, era? bueno, pertenecía allí- la cara de Alastor no atisbaba ni un pequeño gesto de sorpresa, lo cual me indicaba que al igual que yo había presentido su aura conforma había entrado por la puerta, él había hecho lo mismo conmigo.

-¿Y se puede saber qué hace un ángel en nuestro querido infierno? ¿Te has perdido?- la ironía de sus palabras me dolía, se notaba que sabía que eso no era verdad y solo lo decía para molestarme. 

-La echaron- una voz que provenía casi del suelo se hizo oír- porque fue una chica muy mala- rio, sinceramente, esa pequeña me daba algo de miedo, no sé que le pasaba por su cabeza.

-Uuuh, así que otro ángel caído, como no teníamos suficiente ya con Lucifer... Aunque siemre es un placer tener algo... Novedoso- miró su reloj y levantó el bastón de suelo- bueno, no es que no me apasione conversar con vosotros, soléis ser una compañía sumamente grata pero debo ocuparme de un programa radiofónico, así que con vuestras disculpas... Ya hablaremos- estas últimas palabras las dijo en voz alta pero vi que sus ojos se clavaban en mí. Cuando desapareció por el pasillo noté como Vaggy relajaba su postura, al parecer le daba la misma mala sensación que a mí, por lo menos sabía que no me estaba volviendo loca.

La serafina (Alastor y tu)Where stories live. Discover now