Good Boys » Muke

104.

despues de ver la multimedia: SE PICA

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Luego de tomarse cientos de fotografías con el trofeo Tom, Sam y Matt prepararon todas las cosas para volver al Moulin Rouge, estaban cansados y hambrientos. Sabían que Adriano había organizado un after party en el club de golf de Newcastle, pero no se quedarían ni por todo el oro del mundo.

— Tom, ¿no te vas a quedar? — El caddy de Adriano se cruzó en el camino de los tres chicos, Matt estuvo a punto de responder, pero Tom se le adelantó.

— No —

— Adriano dijo que sería bueno que vayas, dijo que si ibas probablemente todos los jugadores por fin te acepten. —

— Poco me interesa que me acepten, tengo el trofeo y es lo único que me importa. Dile a Adriano que disfrute el segundo puesto. — Dijo esbozando una sonrisa burlona antes de esquivar al chico y encaminarse hacia su auto con su equipo siguiéndolo, los tres entre risas.

A Tom ya no le interesaba que los jugadores lo acepten, no necesitaba su aceptación para ganar ni para ser el mejor.

— ¿Te gusta mi trofeo? —Preguntó el chico esbozando una sonrisa observando el trofeo de oro entre sus manos, Matt esbozó una sonrisa y tomó el trofeo entre sus manos, luego lo dejo a un lado y llevó sus manos hacia el cabello mojado de su novio, Tom acababa de tomar un baño.

— Si, pero más me gustas tú. — Habló sobre los labios del mayor mientras rozaba las narices de ambos.

— Me debes algo. — Dijo el inglés esbozando una sonrisa mientras envolvía la cintura del francés con sus manos y lo apretaba contra su cuerpo.

— venez le chercher (ven y tómalo) —

— No sé francés, pero eso sonó bien. ¿Te he dicho lo caliente que es que maldigas en francés cuando tenemos sexo? — Matt negó con la cabeza y esbozó una sonrisa de malicia mientras acariciaba el cabello del mayor.

— Ya te lo dije, puedes hacer conmigo lo que quieras. — Tom acercó su boca a la oreja del menor.

— ¿Sabes que es lo que quiero? —

— ¿Que? —

— Quiero hacerte el amor. — Susurró sobre el oído del francés antes de morder el lóbulo de su oreja, haciendo que una electricidad recorriera toda su espina dorsal.

— E-eso suena grandioso— Dijo el menor antes de soltar un gemido de sorpresa porque Tom lo empujó con fuerza contra una de las paredes del comedor del pent-house antes de comenzar a besar su cuello con lentitud.

Matt esbozó una sonrisa, complacido, y envolvió sus piernas en la cintura del mayor, buscando más contacto.

La tensión en el auto en el viaje de vuelta era tan insoportable que hasta Sam tuvo que esforzarse para hacerse el tono. Ambos buscaban cualquier excusa para tocarse accidentalmente, tanto que una vez Tom colocó su mano en el muslo de Matt y no en la palanca de cambios. Lacroix estuvo a punto arrojarse sobre él y besarlo en el tiempo en el que el semáforo cambiaba de rojo a verde.

Tom mordió con delicadeza una parte del cuello del menor antes de subir a sus labios.

— ¿No deberíamos comer antes? — Preguntó Tom, no comían desde la tarde.