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—No hemos encontrado ni una sola señal de el en América —habla Samantha observando a su Alfa como para pedirle ayuda en caso de equivocarse —Ni en cuba, ni Jamaica. En México y Colombia hay muchos lugares para esconderse. Pasa desapercibido —acomoda su larga cabellera detrás de su oreja.

—Desaparecio de Europa —Se agacha Banzzan por un portafolio que dejo en el suelo y luego lo coloca en la mesa con cuidado —Este es un mapa de los lugares donde se pudo haber escondido —toma unos papeles y nos los distribuye entre todos —Todos han sido explorados en todo su esplendor y perímetro. No hay nada —varias banderas color rojas y amarillas están en distintos puntos de Europa, todas en los lugares donde alguien como el se pudo esconder.

El resto de el consejo fue para examinar posibles lugares donde podría estar, pero nada era sensato. Ese hombre era listo y lo peor de todo es que el conocía bien de eso. Atrapar a un miembro del consejo no era cosa fácil, sabía bien dónde y como.

Después de analizar todo por mi mente cruzo una idea: La isla sable. Las temperaturas ahí eran más que perfectas para el. Su flora y fauna eran una perfecta fuente de alimentación para el y sus seguidores, esa isla estaba llena de Rogues por lo que sería fácil esconderlo. No le comenté nada al consejo y preferí investigarlo por mi propia cuenta, si esperaba a que ellos lo hicieran tardarían meses en investigar y yo lo necesito para ya.

—Bien, yo me pasó a retirar, tengo asuntos que atender en Eclipse —me pongo de pie acomodando mi vestido —Fue un placer volverlos a ver. Alfa Idianovich —camino hacia el pasando por detrás de Adam y de Daniel hasta llegar a su lado —Sea Bienvenido al consejo —Extiendo mi mano en un saludo cordial.

Se pone de pie desabrochandose su saco gris y girandose hacia mi.

—Un honor Alfa Smith —Responde a mi saludo —Es un placer verla Renovada —ambos sonreímos.

—El honor es mío —Hago una pequeña reverencia y abandono el salón dejando a los 7 alfas tras de mí.

Esperame afuera —escucho la voz de Adam en mi mente.

Abro las puertas del salón donde están los acompañantes de los Alfas. Todos me miran. Unos con mirada de asombro, otros con miradas de odio, y unos más con miradas de Ternura.

—Vamos Javier —despego mi mirada de los ojos furiosos de Andrea y me centro en Javier.

—¿Ya acabó la seción? —Habla Wiliam poniéndose de pie mirándome asombrado.

—No, al contrario, eso va para largo —miento —Anda Javier —Atravesamos el salón y salimos de la mansión —Dios estoy muerta —suspiro.

—Eso dilo tu, yo por el contrario me la pasé muy bien —dice orgulloso mostrándome todo el dinero que ganó en billetes.

—¡Exelente! Tu pagas la primera ronda —Nos carcajeamos los dos.

Bajamos las escaleras con cuidado, el aire y la lluvia no me pueden hacer más "sencillo" bajar.

—¡Laura! —volteo tras de mí haciendo una mueca.

—¿Puedo ayudarlo en algo Gobernador? ——Pregunto de mala gana. William baja los escalones con rapidez —Javier espera en el auto —me giro un poco a el sin mirarlo, de reojo veo como se va.

—Alfa Laura ... ¿No te has dado cuenta verdad? —frunzo el ceño confundida.

—¿Qué quieres decir? —inclino la cabeza.

—Ve todo por lo que tuviste que pasar por estar a lado de un hombre como Adam Brown —extiende su brazo y apunta al salón del consejo —Ve todo lo que sufriste por el —

Huyendo Del Destino ©Where stories live. Discover now