• 42 •

875 51 12
                                    

Narra Fabiola:

- Tocará a la manada en 2 días - pasó mi cabello para atrás ya que me molestó un poco - Si vas hacer algo, lo tienes que hacer rápido.

- Lo se, tengo que ir a mi manada a recojer unas cosas, nos veremos aya mañana - se levanta dando el un sorbo a su café, mete la mano a su bolsillo y saca un Billete de 20 Leu (Moneda de Rumania) - Yo invito el café - deja el billete en la mesa y se va, que raro, tenía planeado pagar yo.

Narra Laura:

Sujeto con fuerza la navaja sobre mi piel de la muñeca, me he estado haciendo cortes en las muñecas, al final no pasa nada, Fabiola me quito mi única navaja de Plata, así que estás no me pueden hacer nada, o bueno lo base, ya que solo se hace el corte y después se cierra como sin nada hubiera pasado. Todo en mi está mal, ahora sí, ha pasado poco tiempo de mi último ataque de nervios y, Wow, es increíble lo que puede pasar en tan poco tiempo, hoy en la mañana estaba con un poco de carne en mi cuerpo, ahora, solo estoy en los huesos, no puedo hablar, desde la tarde, simplemente la voz no me sale, los labios los tengo súper resecos, y lo peor de todo, ya no veo bien.

Hace unas horas salió Fabiola, no tengo idea de a dónde fue, pero se llevó mi carro, ni como preguntarle a Javier dónde está, o cuánto va a tardar. Una futura Alfa debe siempre informar, una vez que muera, el cargo de Alfa pasará a ella, siempre a Sido así, y no creo que eso cambie.

Salgo del baño, sin no antes limpiar la poca sangre que calló al piso guiandome por el dolor de esta, camino hacia el armario y saco una sudadera gris, junto con un pantalón deportivo negro, ropa interior morada y una toalla, dejó las cosas en la cama y camino de regreso al baño ayudándome los muebles para no tropezar con ellos, una vez llegó al baño abro la llave La lluvia artificial, para mi buena suerte el agua está caliente, me deshago de mi ropa y entró al agua.

Mi cuerpo poco a poco comienza tranquilizarse y a relajarse, comienzo a limpiar todo mi cuerpo en especial las zonas que tengo marcadas, por ejemplo, la nuca, las 4 marcas que Adam me dejó, pasó con cuidado la esponja por mi pierna dónde se encuentra el hematoma, por mis brazos dónde están las cortadas o al menos las marcas de está mañana, mi labio abierto y la herida de mi ojo derecho, una vez termino, comienzo a masajear cuidadosamente mi cabello con shampoo de café (Excelente para el cabello).

Luego de unos pocos minutos más, salgo del baño, y procedo a vestirme, esto es decepcionante, el famoso pantalón deportivo me quedaba ajustado a la pierna, y ahora parece que voy a volar, no relleno ni la mitad, al menos con la sudadera no sé nota mucho mi condición, ya que es holgada y muy grande, así que de la cintura para arriba no sé nota casi nada. Me siento frente al espejo para comenzar a sepillarme el cabello, mi cara ya es horrible, estoy súper demacrada, la cara la tengo en los huesos y esa herida..... Fue por el.

Con ayuda de mis manos encuentro el cajón de las calcetas y me las pongo, camino de regreso a la cama, me recuesto y suelto un suspiro, el olor a la noche se hace presente, o bueno, aya afuera, aquí solo está el olor a muerte. Todo se está complicando, ni siquiera se si voy a pasar la noche, pero eso sí, cuando el huracán toque, ya no voy a estar aquí.

***

2:00 AM

Hace pocos minutos llegó Fabiola a la casa, fue y comió algo, luego subió.

- ¿Cómo estás? - pregunta desde fuera de la puerta, susurrando, supongo que para nadie la escuché.

- ¿Dónde estabas? - le pregunto por el link mental - ¿Y porque te llevaste mi carro? -

- Lo lamento, el mío no tiene gasolina, y tenía que salir de urgencia - se disculpa un poco nerviosa.

- No te disculpes, pronto serás una Alfa, y jamás te debes de disculpar, ¿Me oíste? - le respondo.

- ¿Encerio ya no tienes tiempo? - pregunta triste y desanimada.

- No - cobijo con más fuerzas mi cuerpo, aunque tengo como 10 cobijas el frío no sé quita - Ve a dormir - contesto tranquila - Mañana será un nuevo día - cierro los ojos y me dispongo a dormir.

No sé si con esto ya no abriré los ojos, y para ser honesta, ya no me preocupa eso, dejo de hacerlo hace mucho tiempo, en otra vida, nos volveremos a encontrar.... Así será.

***

Despierto de golpe levantándome rápido de la cama con un grito silencioso, sujetándome la cabeza en el transcurso. Maldito, Maldito seas Morfeo! , ¿Es que ni una última noche la puedo pasar en paz sin sueños de Adam Brown?, Todo tiene que ver con el, ¿Así será?.

Me dejo caer a la cama cerrando fuertemente los ojos, ya que ese mal movimiento me mareo demaciado, me está costando mucho trabajo respirar. Ahora sí, el momento tan esperado, ya está aquí.

Narra Adam:

Bajo la maleta del auto y camino rápido a la casa, ya que la lluvia que hace es tremenda, sin mencionar el aire tan feo.

- Gracias a la luna que llegaste - me dice Fabiola con un tono de alivio, toma mi muñeca y me hace entrar a la gran casa -No le queda mucho tiempo... por favor... ¡Apresúrate! - me dice dejando la maleta en le piso.

Sin perder el tiempo corro hacia las intensas escaleras y subo a la segunda planta donde está la habitación de mi niña, incluso a lo lejos se puede escuchar que su corazón, no va a aguantar más, subo tan rápido como puedo, incluso tropiezo con algunos escalones por la prisa, cuando estoy enfrente de su puerta, la abro sin pensar, dejándome anonadado.

Su ojo izquierdo conecta con los míos, esa mirada tan seca, y cansada de su parte, su cuerpo ladeado a la derecha que tiembla ligeramente, cubierto por unas mantas, el olor a muerte está con ella, su rostro, ahora demacrado y en los huesos.

- Mi Pequeña - susurro acercándome a ella despacio, suelta unas pequeñas lágrimas, está asustada, y está sufriendo, por mi culpa - No tengas miedo - me agachó a su altura y pongo mi mano en su mejilla, unas intensas ganas de llorar me inundan, yo le hice esto, ¡Por mi culpa está así!. - Ya estoy aquí - dijo con dificultad.

Huyendo Del Destino ©Where stories live. Discover now