• 19 •

1.1K 60 4
                                    

L  A  U  R  A

Desperté gracias a un dolor punzante en la cabeza. Me siento rápido y me pongo ambas manos en ella, esto me está matando y es muy molesto.

Me quedo así unos momentos hasta que este se disminuye poco a poco. Suspiro, estos meses no van hacer faciles, poco a poco me iré deteriorando hasta morir.

Volteo a la cama para ver a Adam, sigue exactamente igual que como lo deje, ni un solo movimiento, esto será una pesadilla.

—¿Laura puedo pasar? —Fabiola tocar la puerta, no espera mi respuesta y entra a la habitación.

Su cara al verme es normal, pero al ver a Adam en mi cama lleno de vendas y heridas la asusta.

—¡Oh por Dios! —grita alterada. Me levanto y corro a taparle la boca.

—Callate no hagas ruido —la saco de ahí.

—No puede ser, ¿Que hace Adam en tu cama? —me pregunta susurrando pero aún alterada.

Le digo con señas que se calle, no quiero que Javier se enteré

—Cállate, lo encontramos mal herido en la frontera. Va a estar aquí en lo que se recupera —susurro

—Y por cuidarlo, ¿Tienes que descuidarte tu? —Frunzo el ceño —¿No te has visto esas ojeras que tienes abajo de los ojos? —por inercia me tocó.

—No —bajamos las escaleras y caminamos al despacho. Tomo un espejo que tengo en el cajón de mi escritorio y woaw, si hace daño no dormir —Creo que no pase una buena noche.

-—Si, pero será por los días que no dormiste cuándo fuiste hacer guardia a Amanecer —se recarga en el marco.

—Si, eso debió ser —me mira mal

—¿Y que te paso en el labio? Lo tienes roto —se cruza de brazos

—Carl —me encojo de hombros. Ya era por así decirlo algo normal que Carl conspirara en contra mía —Necesito que me hagas un favor.

—Claro ¿Qué pasá?.

—Quiero que tú y Javier vallan a Black Stripe e investiguen. Por alguna Razón el no está pasando las noches en su manada, tiene una cabaña a unos kilómetros de aquí, revísala —saco una foto de esta de mi escritorio y se la enseño —Quiero saber si hay indicios de que lo pudo atacar

—Le diré a Javier que prepare el carro —asiente y sale, suelto un suspiro agotador.

Tengo hambre. Salgo del despacho y me adentro en la cocina, saco un poco de carne molida, unas papas y salsa roja. Pongo todos los ingredientes a cocinarse mientras examinó un poco mi situación.

   • Adam está allá arriba inconsciente y probablemente no despierte jamás.

   • Si eso llega a pasar Gabriela morirá de tristeza y me arrastrará con ella al más allá.

   •Lo más seguro es que Adam estubiera en contacto con Julieta o Andrea y que de la nada ya no se comunique con ellas va a ser sospechoso.

   •Si eso pasa se pondrán a investigar y si se dan cuanta que está en mi manada en ese estado creerán que fui yo y pueden iniciar una guerra en contra de mí.

   •Carl no haría nada para apoyarme y dejaría que esas dos me jodan.

El sonido del jugo y la salsa hirviendo me indica que ya está la comida. Caliento unas tortillas de harina y disfruto de unos ricos tacos.

Al terminar lavo los platos y subo a la recamara para darme un baño. Normalmente siempre me quito la ropa en la recámara pero la presencia de Adam ahí me avergüenza un poco, se que está dormido pero aún así.

Demoro un poco más en bañarme porque me hago una pequeña sección de spa. Cuando salgo pongo una toalla en mi cabello y reviso mi armario.

Escojo un conjunto de un top blanco con rayas negras y unos shorts iguales junto con unos tenis de plataforma blanca y agujetas negras.

Mi cabello lo dejo suelto para que se seque mejor, me pongo un poco de crema en la piel y quedó lista.

Miro la hora, doce cuarenta. Tengo que hidratar a Adam. ¿Pero como?, iré por un vaso con agua y veré como le hago para que lo tomé, quizás con una cuchara.

Salgo de la habitación y me acerco a las escaleras pero antes de poner un pie en el escalón mi cabeza comienza a dar vueltas.

—Maldicion —susurro. Intento agarrarme del pasamanos pero no calculé bien porque mi cuerpo se fue para adelante.

Mi cabeza y cintura golpean con fuerza los escalones mientras que mis brazos les toca aguantar el peso cuando caigo sobre ellos.
Cuando por fin caigo al suelo respiro algo aliviada pero a la vez me quedo por unos segundos en shock.

Me reincorporo un poco y unas gotas de sangre caen de mi labio herido por Carl, se volvió a abrir. Me pongo de pie y examinó mi cuerpo, mi pierna tiene un gran hematoma desde el muslo externo hasta la rodilla. De ahí en más estoy bien.

Jadeo. ¿Es que ya ni siquiera en mi propia casa voy a estar a salvó? ¿No podré bajar las escaleras porque me voy a partir la madre?

Niego un poco decepcionada de mi misma, me apoyo en la pierna buena y voy por el agua. Lo bueno es que el subirlas no fue tan malo como bajarlas.

¿Cómo le voy a dar de tomar Agua? ¡No sé! Lo único que se me ocurre es abrirle la boca y ponerle un poco, me sorprendo al ver que este se la pasa por si solo. Eso es un paso adelante.

—Eso es bueno —Digo a mi misma, vamos mejorando, si ya puede tomar agua por su cuenta, en unos días despertara.

Sigo poniéndome agua en la boca hasta que se acaba, e incluso podría decir que parece que me pidió más, yo le di más —Vas a estar bien —susurro

***


Todo el día se me ha complicado caminar con la pierna así, es un horror. Fabiola llegaron como a las seis de la tarde con la información que les pedí; Al parecer Adam no se está quedando en su manada debido a que las parejas están procreando y a él le incómoda.

Esa casa de Campo la tiene desde hace ya varios años, ahí se está quedando a dormir, aún no se sabe que lo atacó ayer en la noche. No sé ha podido transofmar ya que su tigre está demasiado débil y por ello no se pudo defender más que con su fuerza humana.

Hoy tengo que dormir en mi cama y no sé cómo sentirme al respecto, dormir a lado de Adam, es algo que hace años no imaginaba.

La campana del reloj me indica que ya son las doce de la noche y aún sigo aquí.

Me puse una pomada en la pierna para que no se hinchará sin embargo la piel me está quedando horrible, de un tono como morado, verde, amarillo, no sé, pero no se ve nada bonito.

Apagó la computadora y subo a mi cuarto, me pongo mi pijama, y como puedo me acuesto a un lado de el, sin poner mucha presión en mi pierna.

Se ve tan tranquilo así, sus labios entreabiertos, toda su cara relajada, varios mechones de pelo callendo en su frente. Sin darme cuenta e empezado a tocar su rostro.

~Oye promete que siempre vamos a estar juntos...~

—Abre los ojos por favor —susurro mirándolo fijamente

~Cuando menos lo esperes, siempre estaré contigo....~

—Tienes que abrirlos —lo abrazo —Tienes que cumplir tu promesa —siento mis ojos ponerse lagrimosos, no quiero llorar

~ Serás mi niña siempre ~



Huyendo Del Destino ©Where stories live. Discover now