• 16 •

1.2K 62 10
                                    

L A U R A

Hoy en la mañana ya estábamos todos los alfas en la manada Amanecer. Algunos estaban entrenando, mientras que otros planean técnicas de pelea.

Ahora me encuentro en mi carro con Elizabeth camino a Eclipse. Conduzco rapido ya que tengo que volver en 20 minutos para alcanzar a llegar a Rusia a tiempo.

La luna no me quita la mirada de encima en especial a mi labio, ya que está ha empezado a sangrar otra vez.

—Lamento lo que te hizo Carl —susurra mirando por la ventana, lo que provoca que la mire —No tenía por qué hacerlo

—Deja de fingir —le digo —Ambas nos odiamos, no nos llevamos bien desde que abarcó un lugar en las tres mørke pakker —la miro —Asi que deja de fingir que te importa lo que me pasé o no —ella no me contesta nada, así que doy por terminada la conversación.

El camino que resta es rápido en menos de unos minutos llegó a mi manada, Javier recoje a la luna en la casa.

—Te la encargó —le digo desde el carro

—Alfa regrese con vida —sonrió y me marchó

Al llegar a la manada de Carl, ya todos los alfas están en sus carros, solo estamos esperando a que Carl salga de su casa para irnos.

El carro de Amon está justo a lado del mío, otros treinta y ocho carros están atrás de nosotros. Carl sale de su casa y se monta en su carro, este inmediatamente arranca y todos nosotros atrás de él.

Vamos en quinta y en los topes no frenamos así que salimos volando unos centímetros del suelo, en algún momento el bosque es más denso en lugar de ir en un carril dos carros, vamos solo uno. Estamos entrando a Rusia, está a 10 minutos del Atardecer.

En cuanto llegamos a un área sin árboles estorbandonos frenamos y bajamos de los carros. Tomo 10 chips de Nitrato de Plata y los pongo en mis yemas, Amon y yo, junto con dieciocho alfas nos transformamos en lobos.

Siete alfas incluyendome tenemos chips en las garras así será más fácil de matar y mucho más rápido.

***

El atardecer ha caído en Rusia

Amon, yo y los demás lobos estamos entre las hojas y de ese bosque, mientras que Carl y los otros en ese campo.

A lo lejos el olor a vampiro inunda las fosas nasales de todos, ya que se han puesto en alerta. A lo lejos no más de noventa chupasangre se acercan a nosotros, todos vestidos de negro... Cómo es su costumbre. Las mujeres llevan el cabello amarrado, con sus colmillos fuera, mostrandolos para intentar intimidarnos.

Al vernos su cara de sorprendidos es inmediata, no esperaban que nosotros estuviéramos ah.
Tal vez William no esperaba que los dos vampiros que envió a matar a la luna Elizabeth hablaran de lo que tenían planeado.

Caminan un poco más y alrededor de los 10 metros de distancia se detienen. En ese momento Carl da unos pasos al frente, William siguiéndole

—No Esperaba verlos por aquí malditos lobos. Mataremos a Elizabeth cueste lo que cueste —habla sin gritar ya que por nuestro oído lo podemos oír perfectamente

Huyendo Del Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora