Huyendo Del Destino ©

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L  A  U  R  A

Mi cuerpo está temblando muy fuerte, sin mencionar que estoy sumamente asustada.

Tengo acunado el cuerpo de Adam en mis brazos sobre mi cuerpo. vamos en el auto, el mío para ser precisos a una velocidad alta.

¿Qué pasó? ¿Quien pudo hacerle algo así? ¿A alguien como el?

Sabía que anoche era algo peligroso el bosque, pero jamás me cruzo la idea de que se quedará a dormir en la casa, lo mas seguro era que mal pensara mis palabras.

Oye vamos a jugar

Innumerables recuerdos con el pasan por mi mente, todas las veces que estuvimos juntos de niños y nadie podía molestarnos.

Ven vamos a escondernos

Lo abrazo fuertemente a mi pecho, mi ropa se ha manchado toda de sangre, pero no me importa, incluso mi mejilla ya tiene rastros de esta.

Siempre vamos a ser amigos, ¿verdad?

Siempre Jamás dudes de eso

—¡Acelera Javier! —Grito asustada, el carro da brincos algo violentos debido al cerro, me siento un poco más tranquila al saber que ya entramos a la manada.

—Alan prepara el hospital —escucho que habla Javier con su mejor amigo por el link —Tenemos al alfa Adam mal herido, necesita ayuda inmediata —

En poco tiempo llegamos al hospital varias enfermeras abren la puerta del carro, yo por instinto, tomo a Adam de los hombros y lo saco del carro, entre varias enfermeras me ayudan a subirlo a una camilla.

—Alfa sabe que le pasó al Alfa Adam —pregunta una de las enfermeras

—No lo sé, Javier lo encontro cuando estaba patrullando hoy en la mañana —caminamos adentro de el hospital

—¿Alfa está herida? —me apunta a la ropa

—Ah, no, está sangre no es mía —se calma un poco

—Espere aquí —se para en frente de mi —En unos minutos revisaran a el Alfa y Marcus vendrá con usted ¿Está bien? —me da una sonrisa un poco tranquila, da la vuelta y se aleja unos pasos sin embargo me pregunta —Alfa... Si usted y Adam se odian a muerte, ¿Porque salvarlo? —me mira confundida, yo solo sonrió un poco, es verdad, mi manada no lo sabe aún

—Es complicado —la miro, está solo sonríe y se va.

***

Han pasado al rededor de 40 minutos y aún Marcus no viene y nadie me da nada de información.

Sigo sentada en una silla, angustiada, lo se, alguien como yo debería estar feliz por el simple echo de que su mayor enemigo esta en el hospital, tal vez muerto, o tal vez jamas despierte.

Jamas conté con que ese hombre que esta ahí adentro es mi mate, quizás el hombre al que le deba mi muerte.

Adam en tan poco tiempo se ha portado bastante raro, y eso no me agrada, cada vez me es mas difícil decir que no a sus peticiones de dejar todo atrás.

Su embriagante aroma cada vez es mas fuerte, sin mencionar a Gabriela, esa mujer esta cada vez mas loca por el, pero cada día esta mas débil, al igual que yo.

—Espero no interrumpir —escucho la voz de Marcus a un lado de mi y volteo a verlo —Tenemos que hablar —me susurra y se da la vuelta dándome a entender que lo siga.