• 17 •

1.2K 59 5
                                    

L  A  U  R  A

Arribamos a la manada de Carl y Elizabeth ya estaba aquí. Todos los alfas caídos están en una camioneta que viene detrás de nosotros. Agradezco a la luna que las bajas fueron realmente pocas.

Estacionó el carro atrás del de Anna y bajo de el, casi al instante soy tomada por Amon

—Vamos al servicio a qué te revisen —me toma del brazo y me guía a los médicos que revisaban a los Alfas muertos.

***

—Listo Alfa —me dice la enfermera poniendo una venda por todo mi torso —Procure tener movimientos suaves y de preferencia algo de reposo ¿Si? —pone una diminuta lámpara en mis ojos revisando.

—Está bien —me bajo de la mesa donde estaba sentada, ella sale de la "Pequeña enfermería".

En todo este tiempo Amon no ha dejado de mirarme con una mirada de desaprobación y molesta. Inclino la cabeza

—¿Qué hacía Brown en Rusia? —me pregunta. Como si yo supiera

—No lo sé —me encojo de hombros

—¿Cómo que no sabes Laura? —me mira —De la nada Brown llega a salvarte. ¡Por Dios es obvio que nos seguía! —se cruza de brazos. Dios ese hombre si es intimidante.

—Oye no estoy de ánimos para pelear —me bajo de la mesa y paso a un lado de el —Iré a mi manada e iré a dormir un poco — me detengo en la puerta —Tu también deberías, el no dormir te pone muy pesado —paso por un pasillo y después de eso, salgo de la casa de Carl y subo al auto.

—¡Laura! —escucho el grito de Amon y en poco tiempo está en mi ventana —No quiero que ese Animal te lastime —niega, yo conmovida le tocó la mejilla

—Yo me se cuidar sola —sonrió

—Si ya lo noté —me dice haciendo referencia a mi costado y hombros en tono burlón.

Pongo los ojos en blanco y arranco. En el trayecto pienso en todo lo que pasó hoy. Pude matar a esa Vampiresa con solo un ataque, sin embargo estoy débil, gracias a Adam y su estúpido lazo.

William cada vez está más molesto conmigo y ya no le está importando si es frente a los demás Alfas o alguien importante. Puede traerme grandes problemas por eso.

Todo el viaje es tranquilo, o al menos la mayoría, las heridas si mi cuerpo se están tardando mucho en cerrar, mi regeneración está tardando mucho.

Ya son como las tres de la madrugada, el cielo está despejado y la luna hoy no me acompaña. Tengo que tener cuidado ya que cualquier animal se me puede poner enfrente y no quiero matar a nadie por ahora.

Llegó a la manada rápidamente, estoy muerta, solo quiero acostarme y dormir hasta dentro de Diez años.

Meto el carro en el garage y le pongo la alarma. Me dirijo a mi casa por un camino de cemento que tiene hermosas flores. Suelto un bostezo y me quito la chamarra de cuero porque siento que me está lastimando un poco las heridas en mis hombros.
Antes de subir las pequeñas escaleras visualizo a Adam sentado en estás a unos escasos metros de mí. Me mira y nuestras miradas se conectan, se levanta y camina hacia mi.

—Te estaba esperando —se frena a centímetros —Quería hablar contigo

—Por lo que sabes —vuelvo a bostezar —Hoy tuve un día horrible, así que quiero dormir —intento evitar esa plática.

—Lo sé Laura —toca mi mejilla y un escalofrío recorre mi columna —Pero me quedé ofendido con lo que me dijiste ayer —Lo miro confundida —El decir que no me importa lo que te pase —me recuerda —Me temo que hoy demostré lo contrario...

Huyendo Del Destino ©Where stories live. Discover now