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Aquel abrazo en la entrada de la Fortaleza Roja me llenó el corazón de calor, de calor de hogar que deseaba tener con todas mis ganas y que ellos sin duda alguna me podían proporcionar con facilidad.

-¿Dónde habéis estado?- preguntó Aemond apartándose de nosotros.

-Hemos estado hablando las cosas-contestó Daeron- y hemos tenido mucho tiempo para hablar, por eso me gustaría que me dejarais a solas con Lyanna.

Aegon le dedicó una mirada a Aemond y haciéndole un gesto con la cabeza se alejaron entrando en el castillo.

-¿Qué ha pasado?- pregunté.

-Que escapé por miedo a que me culparan de lo que te hicieron- contestó pasando sus manos por mis brazos para atraerme a él- y porque en un momento en el que mi mente se nubló a causa de los celos culpe a Aegon de haberlo hecho todo.

Le miré intentando no romper en llanto.

-Quererte me está matando desde que Aegon volvió a aparecer en tu vida…-susurró- y no sé cómo voy a hacer para olvidarme de algo que ni siquiera sucedió entre los dos.

Agachó la cabeza y agarró con sus manos mi cabeza mientras yo le escuchaba con atención.

-Te quise desde el principio, pero siento que ya no aguanto más, que esto me está haciendo ser peor persona de lo que soy- pegó su frente a la mía y me dio un vuelco el corazón al ver caer sus lágrimas dejando surcos en sus mejillas- casi condeno a mi hermano a muerte por simple egoísmo, porque soy incapaz de imaginarme una vida en la que tú seas de otro hombre que no sea yo.

-Sabias que mi corazón le pertenecía a Aegon…-pasé mis dedos por sus mejillas- si pudiera ser yo la que decidiera y no mi corazón te aseguro que me habría quedado contigo.

Sus ojos coincidieron con los míos y una inmensa tristeza se apoderó de mi.

-Aún puedes elegirme…-suplicó con la mirada- eres una mujer libre.

-Lo siento-sollocé rompiendome sin poder contenerme más- siento no poder corresponder a tu amor de la misma forma, pero si lo hiciera, si me fuera contigo no serías feliz al lado de una mujer que ama a otro hombre.

Daeron cerró los ojos dolido con mis palabras y se apartó de mí mirándome por última vez, con una mirada que me gritaba que jamás iba a volver a verlo.

-Cuidate mucho…-susurró dándome la espalda.

Y cuando vi como caminaba alejándose de mi para llegar a su dragona, una punzada en el pecho me hizo dar un paso hacia adelante.

-Daeron- dije incapaz de contener el llanto.

El chico de pelo plateado y ojos violetas se giró para mirarme aún con una inmensa tristeza reflejada en su rostro.

-¿Por qué tardaste tanto en llegar?¿Por qué no te conocí a ti antes?

Caminé hacia él y con fuerza golpeé su pecho bajo su atenta mirada llena de asombro.

-Que Aegon haya sido el primer amor que avitó tu corazón no quiere decir que sea el verdadero- me agarró las manos y me rodeó abrazandome mientras besaba mi cabeza para calmarme- no creo que una persona que te haga sufrir sea el amor verdadero.

Levanté la cabeza ligeramente y clavé mis ojos en los suyos.

-Es triste, porque siempre estaré un poco enamorada de ti..-confesé incapaz de dejarle marchar.

Daeron abrió los ojos con asombro y con fuerza me obligó a separarme para pasar sus manos por mis brazos.

-Lyanna, escúchame con atención- me zarandeó ligeramente mientras comenzaba a llover en aquella noche sin luna- estoy enamorado de ti, de los cielos que aún no hemos visto juntos, de todas las cosas que aún no me has dicho, de esas sonrisas tuyas que me dedicas cuando estás alegre, de tu piel, de tus ojos, de tu odiosa forma de amar y hasta de tus enfados- sentí como soltaba uno de mis brazos y pasaba su mano por mi cintura- si sientes la cuarta parte de eso ya es un buen comienzo, porque sé que yo te haré sentir lo mismo.

-No puedo…-sollocé.

-Si amaras a Aegon tanto como quieres creer no me habrías dicho que por mi sientes algo….- se apartó de mí con el ceño fruncido- si me voy no volveré jamás, Lyanna, si te arrepientes de esta decisión no volveré, ¿Entiendes eso? Nos condenarás a vivir alejados cuando lo que deseamos es todo lo contrario.

Tragué saliva y desvíe la vista hacia la entrada del castillo. ¿Que era lo que realmente quería hacer?

-Aegon le puso fin a la guerra por mi…

-Aegon le puso fin a la guerra por Rhaenys-me corrigió llamando mi atención de nuevo- no iba a continuar luchando por un trono que no deseaba tener.

Miré a Daeron a los ojos.

-Aegon se acaba de despedir de ti porque sabe que te irás conmigo…- Daeron volvió a agarrarme de los brazos- porque él jamás será suficiente para ti, por eso a aceptado dejarte aquí fuera sin darte opciones a seguirle.

-¿Que pasará con Rhaenys?- pregunté.

-Rhaenys irá donde vayas tú-contestó con sinceridad.

Agaché mi cabeza intentando procesar toda la información y sentí como Daeron tiraba de mi mano hacia la dragona dispuesto a sacarme de allí.

Pero le hice frenar antes de llegar a Tessarion.

-Eres el amor que siempre quise tener…-confesé- pero cuando te miro a los ojos, no siento lo mismo que cuando miro a Aegon, es algo que no puedo explicarte, es algo que no puedo evitar.

Aparté mi mano de la de él y retrocedí.

-Puede que sea la chica más idiota del mundo por dejar escapar a un hombre como tú, pero para mi la vida no tiene sentido sin Aegon, estoy perdidamente enamorada de él.

Daeron me miró y suspiró.

-Entonces me iré sin ti- dijo casi en un hilo de voz- espero al menos que poniendo tierra de por medio pueda olvidarme de todo lo que hemos vivido.

-Cuidate Daeron- lloré cuando él me abrazó por última vez con toda nuestra ropa ya mojada.

-Cuidate Lyanna….

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Où les histoires vivent. Découvrez maintenant