23.

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-¿Puedo pasar?

La voz de Aegon me hizo tiritar mientras cubría todo mi cuerpo en la sábana asustada de todo mi alrededor.

Escuché sus pasos dentro de mis aposentos y sin decir nada más me quitó la sábana de golpe.

-Aegon, no es buen momento…

Me cogió en brazos y caminó de nuevo hacia la puerta.

-Lo sé- hizo una mueca mientras yo pasaba mis brazos por su nuca- pero no puedo dejarte en la misma habitación en la que ha pasado todo.

Miró hacia los lados y me llevó por el pasillo mientras yo cerraba los ojos aún asustada.

-Era mi hermana..-sollocé.

Caminó en silencio dejando que me desahogara hasta que abrió la puerta de sus aposentos.

Solo me soltó cuando me dejó encima de la cama y yo hundí la cabeza en su almohada rota de dolor, sin poder dejar de llorar.

Él apagó las velas y se desprendió de sus botas metiéndose en la cama, junto a mi.

-Ven…-tiró de mi cintura atrayéndome hacia él, quedando así mi rostro apoyado en su pecho- tranquila, tranquila…

-La mató delante de mí…-lloré- la buscaba a ella porque a mí no me…

-Si te hubiera llegado a hacer algo…- escuché como tragaba saliva dejando la frase a medias.

-Sé lo ha hecho a Baela…-cerré los ojos y me aferré con fuerza a él.

-Iba a por ella pero fue a tus aposentos- escuché su respiración algo agitada-¿Y si no hubiese estado Baela?

Nos quedamos en silencio, solo escuchábamos nuestras respiraciones mientras él jugueteaba con un mechón de mi pelo, y entonces comenzó a hablar.

-Vas a irte a Marcaderiva-dijo en un tono serio- allí se celebrará el funeral de Baela.

-¿Irás tú?

-Supongo que madre me obligará- hundió su nariz en mi pelo y me abrazó con más fuerza- pero después de eso ya no nos volveremos a ver.

Me incorporé clavando mi mirada en él.

-Yo vivo en Desembarco del Rey, Lyanna- puso los ojos en blanco explicandose- tú vivirás en Rocadragón.

-¿No nos volveremos a ver?- pregunté aún cubierta de lágrimas.

Escuché su respiración algo cansada y pasó su mano por mi mejilla.

-Será lo mejor…-susurró- esto puede acabar mal.

-¿Acabar mal?- fruncí el ceño algo enfadada- ¿Qué es lo que puede salir mal?

-Estoy casado y tú te estás metiendo peligrosamente en medio de algo….-sé levantó apoyando sus codos en la cama y dejándome admirar un perfecto torso- siendo la hija de Daemon solo se complica el tema.

-No quiero entrar en vuestra política y vuestras….

-¿Sabes qué pasará cuando fallezca mi padre, el rey?

-Rhaenyra ocupará el…

-Yo ocuparé el trono- me interrumpió- e inevitablemente para conseguirlo debo matar a Rhaenyra y a los suyos.

Me aparté de él comenzando a comprender su política.

-¿Vas a matarme?

Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas  de nuevo mientras me levantaba de la cama.

-O ellos me matarán a mí- terminó de decir.

-¿Tan importante es para ti el trono que serías capaz de matar a tu media hermana?

-Si- contestó.

Me puse de pie y él me imitó agarrando con fuerza mis manos para atraerme hacia él.

-Daemon te llevará a Rocadragón y deberás olvidarte de que yo existo- levantó mi cabeza con uno de sus dedos apoyado en mi mentón- y yo volveré a mi normalidad.

-¿Así de fácil?

-No puedo ofrecerte otra cosa…-desvió la vista hacia mis labios- ojalá pudiera ofrecerte otra cosa.

-¿Me matarás?

Aegon apoyó su frente sobre la mía y sonrió con una tristeza que se reflejaba en todo su rostro.

-No….-susurró- no podría.

Le miré atentamente.

-Y por eso te he dicho que este es un terreno que no debemos….

Me acerqué más a él y le besé, dejándome llevar por lo que sentía en aquél momento. Si no lo iba a volver a ver, necesitaba sentirlo una última vez.

-Lyanna, esto no…

Se apartó de mí y agarró mi cabeza con sus dos manos.

-¿Qué es lo que tienes en esa cabeza?-preguntó- ¿No ves que estarás en peligro?

Me mordí el labio que ya temblaba y agaché la cabeza esquivando su mirada.

-No nos vamos a hacer bien…-susurró- si tan solo pudieras concienciarte…

-Dices que matarás a todos los míos si hace falta por tener el trono en tu poder- levanté la mirada y clavé mis ojos en él- pero aún sabiendo todo esto, me sacas de mi cama y me traes a la tuya.

Puse los ojos en blanco apartandome de él.

-Para dormir- sonreí con tristeza- me has traído a tu cama a dormir, ¿Seguro que soy yo la que no quiere concienciarse?

Aegon apartó su mirada de la mía y se sentó en la cama.

-No estás bebido ni has intentado hacerme na..

Me quedé callada cuando se levantó de la cama,y acercándose a grandes zancadas a mi, me empujó contra una de las paredes y me besó.

Rodeó con sus manos mi cuello y mordió mi labio provocándome soltar un gemido.

-¿Sabes lo que tengo que controlarme?- preguntó apartándose ligeramente de mí-¿Sabes lo que...

-¿Por qué te controlas?

Él me cogió con fuerza y yo rodeé su cintura con mis piernas mientras él volvía a pegar mi cuerpo a la pared. Pude sentir su erección que restregaba contra mí mientras jadeaba hundido en mi cuello, provocándome cerrar los ojos muerta de deseo.

-Si sigues jugando con fuego acabarás quemada ..-susurró.

Se apartó ligeramente de mí y colocando sus manos en mi cintura volvió a dejarme en el suelo.

-No lo entiendo- agarré su brazo con fuerza obligándole a girarse- ¿Qué es lo que no te gusta de mi? 

Aegon me miró con un ligero brillo en la mirada.

-¿Lo que no me gusta?

Me mordí el labio furiosa y golpeé su pecho con rabia.

-Te has encamado con más mujeres de las que seguramente recuerdes- le golpeé de nuevo- ¿Qué es lo que no te gusta de mi?

Agarró mis manos con fuerza y volvió a pegar su cuerpo al mío.

-Te mereces algo mejor que perder tu doncellez conmigo-me soltó y se dirigió a la cama- no quiero ponerte obstáculos en tu vida, eso es todo.

Caminé detrás de él.

-¿Desde cuándo te preocupa alguien que no seas tú?

Se giró de golpe sobresaltadome y caminó de nuevo hacia mí.

-Desde que inexplicablemente derribaste algo del muro que yo mismo construí para que nadie tuviera la posibilidad de acceder a mi.

Escucharle decir aquello le dió un vuelco a mi corazón y tuve que llevarme las manos al vientre para intentar frenar el revoloteo que se extendía dentro de mi.

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Место, где живут истории. Откройте их для себя