31. Sin Héroes ni Villanos.

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¿Todo bien? —2-T preguntó mediante el comunicador.

— Sí papá, estaré allá en unos minutos —su hijo, quien caminaba por la siembra muy lejos de la casa, contestó casual— ¿Qué hay para la cena?

No sé ni quiero saber, Agust puso seguro a la puerta de la cocina —comentó asqueado—. Odio que se meta a la cocina.

— Debe estar ayudando a Gigi a cocinar —rió incómodo—. Como sea, nos vemos al rato, casi termino con los brotes.

— Nos vemos humanito~.

«¿Qué es esta sonrisa? Perfecta hipocresía», Vy se mordió los labios. Casi una hora atrás, cuando perdió la señal de JK, sus entrañas helaron sabiendo que no podía hacer absolutamente nada para recuperarlo, sólo le quedaba esperar a que la suerte le regresara a su amado... Pero ¿Cuándo?

«Quizá se dañó el dron por accidente o algo así. No debo pensar en lo peor. JK ha dicho varias veces que lo correcto es dejarme ir, pero... No, no lo haría así sin más ¿Cierto? Y Yunki, según mi papá es una buena persona, no tendría nada que ver con esto». Razonó conteniendo el sollozo. Salió de casa para perderse veloz entre la siembra, excusándose para no toparse con nadie en un buen rato... Mas no dio su energía a los girasoles, dejándolos expectantes; desolado como estaba, su alma los hubiera marchitado.

«¿Hasta cuando puedo ocultar esto? ¡Maldición! No puede ser, justo ahora que involucré a mi papá y sus sentimientos están en juego, termino por arruinarlo todo ¡Yo sabía! No debí incitar a JK a saber de su papá desaparecido». Ni en cien vidas iba a cambiar; Vy se sentía responsable por los sentimientos de los demás, estando en juego los de su seres más amados no podía menos que lapidarse por dentro, odiándose por no tener una solución.

Arrastrando sus adis por el piso, el joven Adia sentía su alma fría y pesada, emprendiendo el camino de regreso a la casa sin la más remota idea de cómo afrontar la situación que acababa de eludir como un perfecto mentiroso.

«¿Quién soy? Dando esperanzas al corazón marchito de mi padre... para arruinar todo al menor descuido... No quiero; no quiero hacerlo llorar». Él ya lo hacía.

«Abrázame fuerte

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«Abrázame fuerte. Aunque no puedas solucionar nada, cuando tengo miedo; sólo abrázame fuerte...»

JK corría a la casa de Jung cuando vio a Luke llegar presuroso desde el laboratorio a unos cien metros. El menor cambió la dirección de su carrera al instante, acelerando el ritmo; fue a refugiarse en los brazos de su padre como tantas veces quiso. Luke corrió hacia él, lo atrapó y estrechó firme contra su cuello, pidiendo que se calmara... Y JK se sintió bien. La cercanía de su mayor calmó el terror que lo invadía. Sin exagerar, no había sentido semejante pavor desde el día en que desapareció 2-T, o quizá fue incluso peor.

«Le voy a dejar más daño cerebral del que tiene...», Luke planeaba venganza para sus adentros, Yunki le había prometido ser razonable y cuidadoso con su humanito, aún así rompió "el sagrado dron"; el mismo por el que JK casi se suicidó la última vez, y con el que se comunicaba con Vy, el alien en el que el desesperado padre ponía su fe por ser quien salvó a su hijo.

ÜbermenschWhere stories live. Discover now