𝟱𝟭 || 𝙚́𝙡

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Besame con los ojos una vez más. Jamás en mi vida pensé que un ser tan enamorado podía darte besos con los ojos, con una mirada, con un gesto, hasta que llegó él. Llegó y me lleno de besos mirándome, me lleno de besos sin mirarme y fue igual de romántico que yo sin querer.

Su mirada en aquel lugar de luces amarillas me persigue, está todo el día en mi cabeza como sus ojos podían transmitir tanto. Por fin alguien me mira enamorado, por fin alguien me mira a mí. Por fin encuentro un par que me mire igual cuando conectamos miradas como si fuera que estamos en un plano astral.

Su forma de verme y de escucharme, su forma de decirme lo linda que soy todo el tiempo, nuestros primeros besos. Todo el mundo salta de emoción y yo salto tan alto que termino acariciando el cielo.

Entregado a mí, entregada a él. Por fin siento que nos hacemos bien. Entregada al amor que me brinda sin querer, sintiendo que el destino lo hizo otra vez.

La madurez empieza con los besos públicos, los besos en la plaza, los besos en la calle. El amor empieza cuando uno lo demuestra no solo con su pareja sino con el mundo. La plaza está llena de parejas y estamos vos y yo abrazados hablando de cualquier cosa, y yo sintiendo la necesidad de robarte un beso por cada palabra que digas. Los besos en la plaza como si estuviéramos en tu cama, los besos en la calle mientras pongo flores atrás de tu oreja, los besos tuyos, los besos míos.

Disfruto solo de mirarte y de extrañarte para verte el próximo sábado, de extrañarte y querer invitarte a quedarte a dormir. Yo sé que nos hacemos bien, yo sé que a tu lado soy el ser más brillante del mundo, yo sé que nosotros dos estamos contra el mundo.

Y él habla tantas cosas como si las palabras fueran nada y no sabe todo eso que genera en mi. Mira distraido a la nada y yo lo miro distraída a él, y siento que mi mirada siempre va a terminar en cualquier cosa que haga, no importa que tan insignificante sea.

Habla con palabras significativas como si me las hubiera dicho toda la vida y estoy segura de que en algún pasado él y yo estuvimos juntos. No quiero pensar que esto es solo un delirio de la adolescencia, quiero pensar que es verdad y que nadie va a poder besarme con los ojos como él lo hace, como yo lo hago.

No quiero que se vea como un delirio adolescente, quiero ser envidiada por los amores viejos, los amores nuevos, envidiada por los amores triunfantes y los amores que fracasaron. No hay nada mas lindo que verle la cara, no hay nada más lindo que sentir como hay una lucha de almas que trata de juntarse cuando tocamos nuestras manos.

Los Miedos de Ayus Where stories live. Discover now