𝟯𝟬 || 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤

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Lo que muestro es lo que soy, o algo así.

Deje de mostrarme a mi misma el día que me dijeron que me reía feo, el día que me di cuenta que tenía que ser como las demás nenas para encajar en un primario lleno de nenes con basura materialista en la cabeza. Sin principios ni fines, sin nada que los pudiera hacer ponerse en la posición de ser alguien. Deje de mostrarme a mi misma el día que me di cuenta que llamaba la atención cuando era distinta.

No soy tan diferente a los demás, no soy tan especial. Soy yo, soy un garabato andante que deja de tener gracia cuando se queda sin cosas para aportar. No soy un ser humano sexual, nadie me ve más allá de mis palabras porque nadie quiere conocer todo lo que hay detrás de la imagen de mi querida cabeza.

Saben que soy rara, saben que puedo estar callada, saben que escucho y saben que estoy ahí pero no soy tan importante como tratan de hacerme ver, soy yo y no hay más. Nadie se detiene a verme porque nadie está lo suficientemente angustiado para prestar atención.

El dolor concentra, el dolor mueve. Pero yo no quiero ser un dolor para que los demás me presten atención y no quiero seguir esperando que algún día hablen de mí como yo lo hago. Nadie habla de mí como yo cuando estoy conmigo misma. Porque se cuánto soy y se que no soy todo lo que los demás piensan.

Estoy cansada, simplemente quiero volver a ser tímida y callada y quiero volver a no sonreír fácilmente, quiero volver para no sentir la presión de ser lo que todos esperan que sea. Esperan que brille y no tengo ganas de brillar, esperan que me vuelva el alma de la fiesta cuando lo único que quiero es acostarme en el piso frío de mi galería y quedarme horas ahí, sin hacer nada.

El tiempo vale más de lo que quiero que valga, pero no me importa, el tiempo lo malgasta todo el mundo ¿Por qué yo no lo haría también? El tiempo es una ilusión que te persigue y los monstruos optimistas son los que te dicen que el tiempo es una mierda, que el tiempo te va a consumir, por favor tenés que vivir, por favor viví como si este fuera tu último día ¡VIVÍ AUNQUE YO NO LO HAGA, VIVÍ PORQUE TE VAS A MORIR Y TE VAS A ARREPENTIR DE NO HACER ESO QUE TANTO QUERÍAS!

¿Será que después de la muerte hay tiempo para arrepentirse?

¿Que hay después de la muerte? Y esta pregunta va más allá de las respuestas, va para las experiencias, cosa que nadie puede responder porque nadie vuelve de la muerte para tomarse un mate y contarte lo que le pasó, nadie vuelve para darte las respuestas de tus preguntas de drogadicta que mal viajá a las tres de la mañana sola en la habitación de garabatos de tu mente. Las preguntas no tienen respuesta exacta, no hay respuesta correcta. Da miedo darse cuenta que no somos nada, somos seres que irradian luz pero no la suficiente, da miedo darse cuenta que no valemos lo suficiente para poder ser alguien en este planeta donde algunos tienen complejo de protagonista de película disney donde todos tienen un propósito que cumplir.

El propósito te lo pones vos, y que difícil es buscar la razón para seguir respirando y que no sea por alguien más o algo, que difícil es sentir el vacío en el pecho cuando buscas algo que no vas a encontrar, porque todos son románticos empedernidos cuando se trata de una frase que sacaron de pinterest o instagram, todos son poetas después de un par de tweets, todos tienen un propósito después de una charla consigo mismos.

Hablar conmigo es como gritar en silencio, porque hay veces que no hablamos, hay veces que las palabras están y el sonido falta. No puedo hablar conmigo misma sin el miedo de terminar lastimada. La verdad duele, la verdad quema tanto como me arden los labios después de un beso suyo. Todo duele y todo se siente, pero hoy en día nadie habla de lo nefasto que es sentir cosas, el sentir como yo lo hago está infravalorado y la forma que tengo de ver las cosas no las entiende nadie, porque yo no puedo ser más simple de lo que muestro, porque soy una flor de colores que se habré en una constelación llena de telarañas y no puedo para de pensar en lo lindo que sería escuchar mi canción favorita y la tuya mezcladas. Mientras más desinterés se muestra más cercano a los demás sos, mientras más desinterés se muestra más a la moda estás.

Las modas son una mierda, las modas de los sentimientos son una mierda. Un día hago un fondo de pantalla con el color de sus ojos y pretendo jurarle amor eterno, un día hacemos un trend de tiktok y somos la mejor pareja. Un día subo un tiktok expresando como me siento y al otro día tengo un comentario pidiéndome que lo haga pero al revés, porque seguro lo quiere subir a su estado o a sus mejores. La moda de los sentimientos son pasajeras y cada día son más deterioradas por la misma multitud joven que pretende amar a la forma moderna. Porque amar sin pensar en uno mismo primero es muy díficil, porque amar sin salir bien en la foto que vas a subir a instagram con la persona que querés es un horror. No paran de verse en los reflejos de los espejos, de los vidrios, de los teléfonos. No paran de verse, porque nunca se fijan en si te amo de verdad o no, porque es tan fácil decirlo y tan difícil sentirlo. Odio sentir tan a la antigua, odio sentir y no ser reconocida por eso. Odio existir tratando de ser igual al resto como si ese fuera el propósito de mi vida.

Me perdí hablando de cosas y ahora no me encuentro, porque quería hablar sobre cómo me sentía por sentir que soy una cuando estoy con gente y cuando estoy sola soy otra, pero me perdí hablando del amor y de lo cansada que estoy de sentirlo. Me perdí hablando de las redes sociales, me perdí hablando de cualquier cosa para evitar el dolor principal. Porque soy así de tonta y nunca termino de cerrar una herida por abrir otra y otra y otra, porque no le tengo miedo al dolor, le tengo miedo a lo que el dolor puede traerme después.

Me rompieron el corazón y drásticamente mi pelo cambio de color, me rompieron el alma y todo se volvió más oscuro y cuando rompieron la imagen que tenía de mi puse una pantalla enfrente mío para que nadie pudiera ver lo que hay por detrás. Me siento un escenario con una silla en el medio. Me siento en la silla y estoy sola esperando ver gente en el público, pero no hay nadie, porque todos están igual que yo, esperan que haya público mirándolos, como si fueran tan importantes.

Nunca salí del escenario, nunca salí de mis propios ojos porque tenía miedo de no ser suficiente para mí misma.

¿Y al final que muestro si nadie me ve? ¿Al final porque me duele tanto la imagen que nadie presta atención?

No me duele la imagen que doy, me duele que nadie le preste atención porque cuando lo hicieron me rompieron y quiero que vean lo que soy hoy. Pero nadie va a mirarme y supongo que eso está bien.

Los Miedos de Ayus Where stories live. Discover now