𝟬𝟳 || 𝙡𝙖 𝙙𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙤́𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙜𝙤

36 6 1
                                    

Es divertido, porque estás semanas estuve saliendo y viendo a mis amigos, dando abrazos y volviendo a ser una adolescente rebelde promedio que va a la escuela, siente que una amistad es más que eso y camina por las calles en donde alguna vez beso a alguien con su grupo de amigos raros que hablan sobre cualquier cosa menos algo serio. Ahora estoy triste devuelta y no quiero que venga alguna pelotuda a decirme "ayy pero no estés triste, todo va a mejorar" ¡No loco, no! no va a mejorar hasta que vuelva a estar con ellos y aunque no tenga un mínimo de roce con ellos y quizás no hablemos de nada, no voy a mejorar hasta no volver a sentir lo que se siente cuando tenés amigos que te quieren tal y como sos.

Odio sentirme tan mal, pero la soledad comenzó a matarme en el momento en que me di cuenta de que en realidad la oscuridad me consume a tal punto de sentirme muerta.
Estuve tanto tiempo metida en la oscuridad que tanto me gusta, ahogando mis lágrimas en la bañadera de mi baño con las luces apagadas mientras leía frases tristes y escuchaba música, me ahogue tanto en eso que cuando volví a saber que era ser feliz me di cuenta que esa no es la vida que yo quería. Porque no, yo no quiero estar sola haciendo tarea todo el día mientras escucho música y trato de no deprimirme o ponerme mal cada vez que desapruebo un puto trabajo práctico.

Me desahogue con mi mejor amiga y sigo sintiendo que no es suficiente, necesito un abrazo vivo, no los abrazos muertos que me da mi mamá. Necesito volver a llorar de felicidad y sentir que en realidad me quieren donde estoy. El colegio nuevo me saca tanta energía, una hora y media estoy ahí, escuchando como los profesores me felicitan por entregar todos los trabajos, escuchando el próximo trabajo o como es el simple past... Una hora y media estoy ahí y después salgo, llamo por teléfono a mi mejor amiga porque necesito volver a hablar con alguien, necesito volver a ser yo devuelta, necesito volver a reírme porque ya no quiero esconder mi risa.

Pase de sentirlo todo a no sentir nada, pero ahora estoy en un punto difícil, donde a veces siento y otras no, como si jugará con la tecla de mis sentimientos. Apagó, prendo, apagó, prendo.
Estoy cansada de todo esto, de vivir, estoy cansada de las tareas, de mi familias y de mi misma. Quiero un día despertarme tarde sin escuchar los gritos de mi mamá y mis hermanas, quiero hacer cosas por mi casa sin que mi hermana me trate de pelotuda o de fracasada, quiero un abrazo, comer sin miedo, escuchar música o cantar sin que nadie me calle... me quiero bañar sin avisar.

Puede sonar estúpido, porque la mayoría de las veces todo lo que digo es estúpido, pero necesito dejar de quejarme y no puedo, necesito dejar de necesitar pero es que no se hacer las cosas. A veces hago cosas para sentir algo, y me río, hago chistes solo para sentirme viva ¡Quiero sentirme viva! Se supone que estoy en la adolescencia, que tengo que vivir en las casas de mis amigos y en fiestas los viernes, tengo que besar, abrazar, contar chistes... Pero nada, ya parezco una muerta.

Estoy muerta.

Los Miedos de Ayus Where stories live. Discover now