28♧ - 《¡Casacas rojas!》

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Cuando Isis salió a cubierta, Barbossa daba órdenes a unos y a otros. Se unió a los que bajo escotilla soltaban los cañones. Todos estaban muy ocupados como para fijarse que era ella quien les ayudaba a soltarlos, a acomodar las minas y preparaba la pólvora. Arriba, el Capitán movía la espada para soltar las velas pequeñas y blandiéndola hacia el frente hizo que el barco avanzara más veloz, lo cual provocó que algunos marineros se cayeran. Mientras el vigía desde la canasta lanzaba un nuevo aviso.

- ¡El Perla Negra a la vista!

- ¿Qué? – se sorprendió Isis desde abajo. Pero donde estaba no veía nada. Sintió un nudo en el estómago, era el barco de Jack.

- ¡Tenemos aliados! – escuchó que dijo alegremente Barbossa, entonces ella subió a cubierta para confirmar lo que habían dicho.

- ¿El Perla? ¿Dónde? – preguntó, llegando hacia el Capitán.

- Señorita Salazar, quizás el destino está de su lado siempre. – dijo, viendo hacia donde se encontraba el Perla. Isis sacó su brújula y ésta apuntaba fijamente en la misma dirección que los ojos del Capitán. – A veces, sucede más rápido de lo que creemos.

- Y no de la forma que esperamos. – completó Isis, pensativa cerrando de golpe la brújula con sus labios fruncidos.

- Le sugiero que se concentre en su verdadero enemigo en este momento. Después arreglará cuentas con Sparrow.

- Sí, Capitán. – aceptó.

El barco de la Marina Británica estaba peligrosamente cerca y pronto ellos comenzaron a disparar, tanto al Venganza, como al Perla, que se encontraba del otro lado. Barbossa ordenó abrir fuego, acertando en varias ocasiones. Junto a otros marineros, Isis arregló los cañones de cubierta.

- ¡Al mástil! – gritó ella. Entre los hombres que la acompañaban se vieron entre sí, dudando sin seguir sus instrucciones.

- ¡Sí, al mástil, inútiles! ¡Obedezcan! – apoyó el Capitán, desde proa en el timón, entonces los hombres tomaron acción con lo que Isis había dicho. Ella volteó hacia el Capitán, asintiendo en forma de agradecimiento. Barbossa sólo sonrió, disimuladamente. – ¡Vamos a enseñarles a respetar territorio pirata! – rio.

- ¡A mi señal! – anunció la joven.

El Venganza se acercó, a manera de que los cañones de fuego acertaran en el casco del barco inglés. Algunos oficiales empezaron a disparar contra la tripulación de Barbossa y los cañones del Perla respondían, haciendo distracción en medio de todo el ataque, sólo un barco inglés no era suficiente para dos naves rápidas de piratas.

- ¡Señor! ¡Tierra a la vista! – gritó con urgencia el vigía.

- ¡Tortuga es nuestra! – respondió Barbossa, orgulloso. – Ahí los perderemos.

Isis disparó con una pistola hacia unos oficiales, parada al lado del Capitán. Se asombró de la buena puntería que estaba tomando. Había disparado tres tiros y dos acertaron en dos oficiales, lo cual la puso en evidencia.

- ¡Alto! – gritó un oficial desde el barco inglés. – ¡No disparen! – y puso la vista en Isis. – ¿Isis Salazar? ¿Es usted, madame?

- ¡Fuego! – gritó Isis a su vez, sostenida de unos cabos del mástil central del Venganza, como respuesta hacia el oficial. Los hombres que apuntaban al mástil del barco inglés, soltaron la bola de acero dando justo en él. 

La venganza de la diosa - PDC | Jack SparrowWhere stories live. Discover now