06♧ - 《Jack Sparrow》

178 26 0
                                    

— ¡Capitán! – gritó un marinero. – ¡Hombre en el agua!

— ¿Quién podrá ser ese desgraciado? – preguntó el Capitán, observando con desagrado por una baranda.

— Parece que hubo un naufragio, hay restos por todos lados.

— ¿Naufragio, aquí? No, amigo, esto es obra de alguien más. ¡Súbanlo! – ordenó el Capitán. – Puede que sea un ayudante, si no, lo dejamos como alimento para los tiburones.

Los hombres de aquel barco hicieron todo para poder tomar al pobre tipo que estaba inconsciente sobre una tabla. Al colocarlo sobre cubierta, todos soltaron un grito de sorpresa.

— ¿Qué? ¿Qué es? ¿Cuál es el escándalo? – llegó preguntando el Capitán con ademanes y un caminar como si estuviese ebrio. Se abrió paso entre el círculo que se había formado alrededor del rescatado.

— Es una chica. – respondió uno de ellos, con mirada sorprendida.

— ¿Y está viva?

— Aún respira. – dijo otro, que se acercó al rostro de la joven.

— Seguro ella fue la causante de ese naufragio. ¡Es de mala suerte que una mujer aborde la nave! – comentó otro marinero con urgencia.

— Vamos, Gibbs, no es la primera vez. – respondió el Capitán. – Llévenla al camarote, ya despertará.

— Pero tiene traje de oficial. – añadió el que se había acercado a verificar su respiración.

— ¿Y?

— ¿No cree que sea un cebo?

— Es un hermoso cebo. – comentó el Capitán, alegremente. – Llévenla al camarote, ya nos las arreglaremos.

— Sí, señor. – obedecieron y llevaron cargada a la chica, al lugar indicado.

— Descansa, muñeca. – dijo con voz rasposa el que la llevaba cargada, cuando la dejó sobre la cama.

— Descansa, muñeca. – repitió el que lo acompañaba.

Isis estaba sobre una cama, su ropa aún se sentía húmeda cuando despertó. Se sentía cierto calor en el ambiente, escuchó pasos apresurados y voces de hombres sobre ella, dando órdenes y otros obedeciendo. ¿Es que acaso todo había sido una pesadilla? El Kraken, Fernando desaparecido, Davy Jones asesinando a los oficiales, quizás todo había sido un sueño. Pero se sintió tan real. ¿Por qué entonces, tenía prendas de un oficial? Dirigió su vista a la habitación, reconociendo su espacio. Ese no era el camarote del Princesa del Mar. Entró en pánico y corrió hacia la puerta, que cuando intentó abrirla, notó que estaba con candado.

— ¡Ayuda! – gritó, mientras golpeaba la puerta. – ¡Auxilio!

— Ah, mira ya despertó. – anunció el Capitán de la nave, sonriendo y señalando hacia el camarote.

— Jack, ¿la llevarás a Tortuga? – preguntó Gibbs, viendo hacia la puerta que era golpeada por el otro lado.

— ¿Por qué no?

— Bueno... no se mira como una mujer que pertenezca a ese mundo.

— Si es una amenaza la dejamos allí, si no lo es, entonces escucharé lo que tiene qué decir. Además, no sería la primera en mostrar una cara y ser otra, en realidad.

Gibbs vio inconforme al Capitán, mientras que éste quitaba el candado del camarote. Por dentro, Isis se preparaba para tirar la puerta con su propio peso, de manera que cuando el Capitán abrió, quedó en el suelo con Isis encima.

— ¡Gibbs, hay que llevarla con nosotros! – comentó alegremente el Capitán, desde el suelo.

— ¡P-piratas! – gritó Isis, escandalizada y se levantó de inmediato. Vio a su alrededor, los demás marineros se reían de ella, mientras seguían en sus labores. Intentó alejar al Capitán sacando su espada, pero notó que ya no estaba donde recordaba que la había guardado, tampoco estaba el arma de fuego.

— Tranquila, amor. No somos malos piratas. – comentó el Capitán, poniéndose de pie de manera torpe y volviendo a colocarse el sombrero tricornio.

— ¡Aléjate! – dijo ella, retrocediendo al camarote.

— No haré nada que tú no quieras. – la siguió cauteloso.

— ¡He dicho que te alejes!

— Podríamos tomar algo, saciar tu hambre y responder algunas preguntas, si lo deseas. – ofreció el pirata, con sus manos alzadas.

Isis se quedó parada casi a medio camarote y fue consciente del malestar en su estómago. ¡Por supuesto que tenía hambre! Pero los piratas no eran de confiar, quizás le darían comida envenenada o podrida.

— Soy el Capitán Jack Sparrow. – se presentó su anfitrión, extendiendo su mano.

La venganza de la diosa - PDC | Jack SparrowWhere stories live. Discover now