36♤ - 《Tras el pirata》

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— Malas noticias. – llegó diciendo Fernando, al anochecer siguiente. – El hombre fue ahorcado dos días después de que lo encerraron.

— Tendremos que buscar al primo de Martín.

— Vamos.

Isis volvió a tomar el personaje basado en Santos, y Fernando vistió de civil. Llegaron a la taberna apestosa donde encontraron al primo de Martín la primera vez. En efecto, el hombre se encontraba allí, bebiendo con otros tipos de su calaña.

— ¡Muchacho, qué bueno verte! – saludó alegremente. – ¿Te unirás a mi bando por fin?

— Algo así, pero primero necesito que me ayudes con algo. – respondió Isis, con voz fingida y lo apartó de la mesa, guiándolo hacia una esquina solitaria.

— Eso tendría un costo, nada es gratis en esta vida.

— Te garantizo la libertad, al regresar de este viaje.

— ¿Tú? ¿Y cómo? – se burló el pirata, bebiendo de su oxidado vaso.

— Bueno, – intervino Fernando, tranquilamente. – te lo ponemos así, si no nos ayudas, mañana estarás haciendo fila en el graderío de la horca.

— ¿Quiénes son ustedes? – preguntó el hombre, asustado.

— Eso no te incumbe. ¿Te unes a nuestro bando?

— No me queda de otra.

— Desde ahora, estás al servicio de la Marina Real. Si se te ocurre escapar, serás acusado de traición y piratería. Así que, piénsalo dos veces, pirata. – continuó Fernando, de manera reservada.

— Sí, señor.

— Ahora, acompáñame. Me aseguraré de que no escapes.

Fernando lo tomó fuerte del hombro y lo sacó del bar, muy disimuladamente. Lo llevaría con él esposado, para que no pudiera escaparse durante la madrugada. Isis se despidió de Fernando y cabalgó hacia su casa, rápidamente. Esa sería la última noche que Isis pasaría en Cádiz, antes de su larga travesía.

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La venganza de la diosa - PDC | Jack SparrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora