CUESTIÓN DE RESISTENCIA | CAMREN G!P [REEDITANDO]

Capítulo 46: Segundo trimestre.

Habían pasado dos meses ya, se encontraban en marzo y habían entrado al segundo trimestre del embarazo, el vientre de Camila ahora era más evidente y para gusto de Lauren que adoraba pasar las noches antes de dormir hablando con su pequeño hijo.

Ya habían pasado la tercera consulta mensual y aunque Hailee les había ofrecido indagar el sexo del bebé, habían querido esperar hasta el 4to mes, aunque las doctora ya les había recalcado que no era algo definitivo ya que al ser Lauren intersexual había una posibilidad de que el sexo que se apreciara en la imagen del siguiente ultrasonido no fuera concluyente y tuvieran que esperar al nacimiento para confirmar los aspectos sexuales de su bebé.

Aún así Lauren había comenzado a remodelar el cuarto de huéspedes donde hacía ejercicio para adaptarlo a la recámara de su hijo, ya que era el cuarto contiguo a la recámara principal. Ella podía entrenar en el patio y guardar sus cosas provisionalmente en la pequeña bodega allí. Quería darle comodidad a su bebé y a la madre de éste quien ya había comenzado con los antojos extraños a todas horas, particularmente en las noches, así mismo el libido de Camila había aumentado de manera exponencial y Lauren estaba feliz al principio con eso pero conforme las semanas fueron transcurriendo y las tareas diarias como la remodelación del nuevo cuarto, los caprichos nocturnos de Camila, los entrenamientos de pre temporada con las Liberty y ahora el sexo extenuante estaban pasándole factura a su cuerpo.

Ahora se encontraba en pleno entrenamiento y apenas estaba rindiendo en el primer circuito de cardio cuando el coach Benny silbó para reunir al equipo.

– La temporada regular empieza en dos meses, como sabrán. –dijo el hombre mirando a todas a su alrededor–. Así que necesito su maldita concentración en esto, sobre todo tú Jauregui, ahora que eres la capitana de este equipo necesito que mejores más. –y oh si, también estaba eso, ahora era la líder de las Liberty y eso era algo pesado de llevar también, armar las jugadas y compenetrarse más en la cancha le estaba tomando todo lo que tenía.

Cuando el entrenamiento acabó, Lauren sentía que podría morir allí mismo.

– Te ves como la mierda. –dijo la inconfundible voz de Shaun al acercarse a ella en las gradas, tenía una toalla pequeña en la cara ocultando su cansancio la cual fue retirada por el albino– ¿Estás bien? –preguntó el hombre preocupado por la salud de la atleta que a decir verdad se veía cansada hasta el desmayo.

– Si, es solo que... –suspiró la ojiverde–... el embarazo de Camila está tomando todo de mi y el baloncesto comienza a pasarme factura. Estoy agotada. –confesó recargando su cabeza en el hombro de su agente.

– Bueno eso es una mierda ahora que vine a decirte algo importante.

Lauren se reincorporó y lo miró intrigada.

– Nike quiere hacer una colaboración permanente contigo como marca para una línea de tenis de baloncesto, me enviaron la copia del contrato ayer. –dijo el hombre emocionado–. Ah y ya me encargué del nuevo local de bicicletas que quieres abrir aquí en Nueva York, el de Minnesota se ha estado manejando bien sin ti y dio las ganancias suficientes para esta nueva apertura. – desde el año pasado había sido una locura que la atleta no había reparado en aquello; desde que había comenzado a ganar buen dinero había decidido invertir una parte en algo que le apasionara y además que le diera ganancias mensuales para sostener un estilo de vida digno cuando se retirara al fin del baloncesto, un escenario que veía cada vez más cerca ahora que su familia crecía y las responsabilidades se hacían más grandes. Así que abrió un pequeño local de bicicletas en Minnesota que no le iba nada mal cuando ella estuvo allí y había estado comentando la idea con su agente de abrir otro en Nueva York apenas hacía unas semanas. Pero lo de Nike realmente no lo esperaba.