CUESTIÓN DE RESISTENCIA | CAMREN G!P [REEDITANDO]

Capitulo 41: Un sesion exclusiva. Parte I

Durante los próximos días restantes de su luna de miel Camila intento ocultar lo mejor que pudo los síntomas frente a Lauren, síntomas que se iban acentuando mas, sin embargo no podía estar del todo segura de que estaba embarazada pues aun no se había realizado alguna prueba, pero si tenía que ser racional había un 90 por ciento de probabilidad de que lo estuviera. No iba a ser tan ilusa.

Aun estaba meditando decírselo a la ojiverde, de algún modo no se sentía confiada de cómo lo tomaría la mujer a pesar de que estaban ahora casadas. Era pronto para ambas un nuevo hijo, apenas Lauren estaba estableciendo un lazo con Erik y adentrándose en la maternidad y ahora también en el matrimonio.

Camila sentía que todo estaba ocurriendo a una velocidad sofocante.

Para cuando volvieron por Erik a Miami, Camila decidió no perder tiempo con la prueba sanguínea y dado que estarían allí unos días para navidad con ambas familias, pensó que seria buena idea ir al mismo laboratorio donde había hecho la prueba anterior hace quince años.

– ¿A dónde vas? –preguntó Lauren cuando vio a Camila tomar las llaves provisionales de la casa Jauregui donde se estaban quedando ya que allí se reunirían los Cabello también para la cena de navidad en unos días.

– Olvidé que necesitaba unos... –se quedó pensando un breve momento antes de decidir qué decir. Pensó que si decía "tampones" Lauren no fastidiaría, de algún modo las personas con pene solían evadir olímpicamente aquellos temas–... tampones. Iré al supermercado, no tardo.

– ¿No quieres que te acompañe? –pero claro, Lauren era todo menos ese tipo de persona con pene que se incomodaba ante aquellas cosas.

A veces tener una pareja tan sana como Lauren podía tener sus contras.

– No creo tardar mucho. No te preocupes. –la besó rápidamente en los labios antes de que la mujer pudiera decir otra cosa y salió por la puerta al auto rentado.

Cuando llegó a la clínica estaba nerviosa como aquella primera vez, era un maldito deja vu si tenía que decir; ella probablemente embarazada de Lauren de manera no planeada (parecía que iba a ser una cosa habitual entre ellas) y nerviosa hasta la médula.

Miró sus anillos un momento antes de entrar. Ahora había algo diferente, estaban casadas.

Suspirando salió del auto y entró para ver a joven chica texteando en su teléfono detrás de la recepción.

– Hola. –dijo llegando al mostrador, la chica la miro de reojo un momento para continuar texteando brevemente hasta que volvió a mirarla bien reconociendo al instante a la diseñadora Camila Cabello, una expresión de sorpresa inundando su rostro mientras dejaba el teléfono a un lado y le daba toda su atención a la morena–. Vengo a solicitar una prueba sanguínea de embarazo. –carraspeó la mujer evitando mirar a la joven mujer frente a ella.

– Claro... –solo dijo la chica igual de incómoda que Camila. La morena se preguntó qué estaría pasando por la mente de aquella jovencita y desistió de pensarlo ya que eso no le haría muy bien a sus nervios, lo menos que quería es lidiar con la ansiedad de que aquella recepcionista publicara algún tuit absurdo sobre haber atendido a Camila Cabello por una prueba de embarazo–. Su nombre completo, por favor. –indicó la chica lista para teclear en el ordenador.

– Karla Camila Cabello Estrabao. –dijo la mujer escuchando los dedos de la recepcionista repiquetear rápidamente en el teclado. Prefería usar su apellido de soltera antes de que aquella jovencita tuviera más información de la que necesitaba.

– Tiene un registro previo de hace... –la chica agudizó su mirada para observar la fecha en la base de datos–... quince años. –carraspeó al ver el rostro impaciente de la modista– ¿Desea que usemos los datos del viejo registro o actualizarlos para esta nueva solicitud?