CUESTIÓN DE RESISTENCIA | CAMREN G!P [REEDITANDO]

Capitulo 7: Broadway y la 86. Parte I

– ¿Hablas en serio? –el albino estaba incrédulo ante lo que su cliente y amiga le decía. 

Shaun no solía ser un tipo de estar en casa para charlas amenas y noches tranquilas con amigos, naturalmente para él, su mejor ambiente eran las fiestas en discotecas o en la mansión de alguna estrella, y no porque fuera un hombre que disfrutara de dichos eventos pero definitivamente porque era un campo de potenciales clientes a representar y así enriquecer su cartera de estrellas para representar. Sí él tenia que decir, en realidad era solo trabajo con el pequeño plus de copas de champan y canapés de caviar.

Sin embargo aquí esta, había cancelado un evento en la mansión de los Hamptons de Hilary Duff para asistir al encuentro de su cliente mas especial; Lauren Jauregui, aun así jamas pensó que la emergencia por la que lo había llamado seria tal cosa como que su amiga de hecho tenia un hijo desconocido desde hace 15 años el cual su novia de preparatoria le había ocultado, novia la cual por cierto era nada mas y nada menos que Camila Cabello una de las diseñadoras de alta costura mas prominentes de Nueva York, su historia de éxito era bien conocida por todo el medio y personalmente Shaun era un consumidor devoto de sus diseños.

– Llevo sus botas, por dios santo. –dijo Shaun interrumpiendo el monologo de la ojiverde que se paseaba de un lado al otro en medio de su sala de estar en su departamento.

Esta detuvo su diatriba para mirar a su manager sin entender.

– Estoy usando unas botas Camila Cabello mientras me dices que Camila Cabello es tu ex novia de la preparatoria y quien ademas te oculto tener un hijo el cual ahora tiene quince años. –se apresuro a aclarar escuchando al final de su explicación el resoplido de fastidio de la basquetbolista –. Perdón es solo que... –el albino soltó una risa–... el mundo es un puto pañuelo, que digo un pañuelo, es un Kleenex de mierda.

– Amen. –le secundo la atleta mientras se dejaba caer en uno de los sofás de su lujosa sala.

– ¿Un poco de whisky? –atino a decir Shaun cuando noto la cara triste de su amiga, no era muy bueno reconfortando gente pero prefería que estuviera ebria y triste a que estuviera sobria y peligrosamente cerca de allanar la casa de Camila Cabello. Así es, Lauren Jauregui era más peligrosa sobria que ebria.

– Quiero confrontarla. –escucho la voz de Lauren salir en un susurro que denostaba profunda ira–. Quiero que me vea a los ojos mientras la cuestiono, mientras la maldigo, mientras... –su voz se estrangulo en su garganta sin saber qué mas decir, la molestia asfixiando sus pensamientos.

– Estas peligrosamente cerca de sonar como una asesina. –advirtió Shaun.

– Nunca le haría daño. –confeso Lauren en un suspiro, el albino la miro desde su posición en el otro sofá frente suyo–. Yo... –su voz se apago y desvió la mirada avergonzada.

– Tú aun la amas. –dijo sorprendido Shaun, notando el rubor en las blancas mejillas de la superestrella de la WNBA– ¿Por eso no ha funcionado con nadie mas? –de nuevo Lauren evadió su mirada–. Oh diablos, solo pensé que eras el tipo de mercancía dañada que no funcionaba con los matrimonios, no que aun estuvieras flechada por tu amor adolescente. –se burló un poco el manager.

A su cara llego el peso de un cojín.

– Es complicado ahora. –declaro Lauren mirando al techo.

– Y vaya que lo es. 

– No sé por dónde empezar, no por que ángulo afrontar todas estas emociones que se encuentran unas con otras, no sé cómo digerirlo. –confeso angustiada la mujer–. Siento que me volveré loca. –atino a decir antes de recostarse de costado en el sofá, derrotada.