Capitulo 44: La primera consulta prenatal.

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– ¡Sí! –grito Lauren levantándose de su asiento en el sofá de tres plazas en la sala mientras su hijo se quedaba sentado derrotado.

A lo lejos desde la cocina Camila rio al ver a la mujer celebrar con el puño en alto. Ella y Erik habían estado jugando en la pantalla del televisor por horas desde que la morena había despertado en una cama vacía al día siguiente de su gran confesión con Lauren.

Había bajado desconcertada escuchando gritos ansiosos a tal grado que pensó que habían entrado a su casa y estaban robando o algo por el estilo, sin embargo se llevo una sorpresa al ver a su hijo y esposa jugar con los controles inalámbricos aquel juego de baloncesto 2K30 NBA que tanto aficionaba a su ojiverde hijo y que por lo visto a su madre también. Tuvo que contenerse de rodar los ojos cuando los vio casi despegando el trasero de sus asientos y aferrándoselos mas al control inalámbrico.

Tener a dos Jaureguis de cabo a rabo era definitivamente una tarea que solo una Cabello podría llevar a cabo. Faltaban seis días para año nuevo y con todo lo que había acontecido no tenia ni idea de que haría, ademas aun tenia que visitar a su ginecóloga mañana para su primer cita de control prenatal en la cual estaría cumpliendo cuatro semanas que eran las requeridas para iniciar con las citas mensuales.

Si tenia que decir, estaba nerviosa. Con Erik las cosas habían sido sencillas pero cada embarazo era distinto o eso era lo que la gente decía y le ponía nerviosa lo que se pudiera ver en las ecografías, rogaba que su hijo estuviera bien.

– Mañana iremos a la consulta ¿Cierto? –de pronto la voz de Lauren sacándola de sus pensamientos en el momento mas apropiado, estaba a un lado suyo acariciando su brazo–. Te fuiste por un momento ¿Un mal lugar? –ahora desde que habían hablado la noche anterior la ojiverde estaba empezando a reconocer aquellos gestos propios de la ansiedad de su mujer y aunque no siempre era sencillo, había gestos obvios como el hecho de que la mujer se perdía en un punto pensando a toda velocidad.

Camila le sonrió acariciando su mejilla.

– Sí. –confeso con facilidad la morena, ahora era más sencillo y le daba una paz inexplicable–. Pensaba en nuestro bebé, me preocupa que mañana en la revisión algo pudiera estar mal con él o ella. –instintivamente llevo sus manos a su abdomen.

Lauren la miro brevemente antes de agacharse a la altura de su abdomen.

– Oye bebé, vas a tener que ayudarme con esto. –susurro para sorpresa de la morena que la miraba conmovida–. Tu madre a veces se preocupa demasiado, necesito que mañana te portes bien y saques un sobresaliente en esa evaluación ¿Okay? –pego su oido al abdomen de la diseñadora simulando que su hijo le decía algo solo a ella cosa que hizo reír tontamente a Camila–. Entonces es un trato. –dijo la mujer antes de levantar la blusa de la castaña para besarla tiernamente.

– ¿Mamá? ¿Qué haces besando el estomago de má? –cuestiono Erik  llevandose una fritura de queso a la boca mientras las miraba como si les hubieran salido dos cabezas a ambas.

Lauren se reincorporó rápidamente mirando a su esposa que tampoco sabia que hacer o decir.

La atleta suspiro.

– Tu madre esta embarazada, vas a tener otro hermano o hermana. –medio sonrió nerviosa la mujer sintiendo a la morena pellizcar su espalda en reproche por su falta de sutileza. El adolescente dejo caer la fritura de queso que apenas estaba entrando a su boca.

– ¿En serio? –dijo el chico sorprendido dejando el tazón de frituras en la encimera. Su cara pasando de la sorpresa a la alegría.

Poco sabían sus madres de lo muy bien que esa noticia estaba asentándose en el chico.

CUESTIÓN DE RESISTENCIA | CAMREN G!P [REEDITANDO]Where stories live. Discover now