Capitulo 13: Un ejercicio de confianza. Parte II

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– Así que jaulas de beisbol ¿Eh? –decía Camila mientras manejaba a la dirección que Lauren le había indicado, en su Mercedes Benz del año.

Ella no solía conducir ya que para eso tenia a su chofer Bill, ademas que era algo que la estresaba demasiado por el caótico trafico de la ciudad de Nueva York, si podía ahorrarse la molestia contratando a alguien más para ello, lo haría.

Sin embargo ya que Lauren había llegado caminando ya que se negaba a comprar un vehículo a no ser que este tuviera dos ruedas, tuvieron que usar su auto.

– Sí, espero que no hayas imaginado otra cosa. –comento inconscientemente Lauren recordando las palabras de Shaun. Realmente le preocupaba que Camila pudiera haber mal interpretado sus palabras cuando le menciono que irían a un lugar para descargar su molestia.

Camila se removió incomoda en su asiento y a ella vinieron las palabras de Dinah, avergonzándola.

– Oh... no yo no...–carraspeo–. No estaba pensando en absolutamente nada. –finalizo volcando toda su atención en las calles de Nueva York para olvidar el momento.

– Bien. 

Después de segundo de silencio Camila volvió a reavivar la conversación.

– No entiendo por que no te compras un auto. –nunca pudo entender la renuencia de Lauren a movilizarse en otra cosa que no fueran sus pies o una bicicleta de montaña. Desde que la conocía nunca la había visto llegar en auto, casi siempre llegaba en su vieja bicicleta roja.

– ¿Sabes por qué tengo el récord de tiros de tres puntos en mí liga? –cuestiono la atleta causando que la morena rodara los ojos en fastidio. Lauren miro aquel gesto y se echo a reír.

– Bueno, no sé que tiene que ver con que seas renuente a uno de los mejores inventos de la humanidad. –concluyo la mujer.

– Y uno de los mas contaminantes también. Sin embargo no es el punto, el punto es que ir a todos lados a pie o en bicicleta me ayuda mucho a mejorar mi resistencia en el juego, puedo aguantar dos partidos seguidos y no me cansaría en lo absoluto. –confeso la mujer mirando al frente viendo que se aproximaban al local.

– Ya, bueno, pero cuando te toque llevar a Erik a la escuela ni de chiste lo vas a llevar en la parte de atrás de cualquier bicicleta de montaña. –advirtió la diseñadora estacionando el auto en el aparcamiento del establecimiento.

Lauren la miro perpleja. 

– Por supuesto que no. –dijo la atleta para satisfacción de Camila–. Voy a comprarle su propia bicicleta. –sonrió la ojiverde antes de salir del auto, viendo la cara de disgusto de la otra mujer.

– Es claro que tenemos que discutir eso en otro momento. –acoto Camila siguiendo a la pelinegra. No iba a comenzar esa cita discutiendo.

– Claro. –le devolvió la ojiverde sonando despreocupada ante esa advertencia.

Abriendo la puerta para Camila y dejando que esta entrara primero, Lauren visualizo al tipo detrás del mostrador.

– Hey, John. –saludo la mujer cuando estuvo cerca.

– Lauren esta todo listo, es la jaula seis, toda tuya. –dijo el chico tendiéndole su ticket–. En el ticket viene el código de usuario, solo tienes que introducir ese numero en la pantalla táctil en la jaula y podrás abrirla.

– Genial, gracias hombre. –se despidió la mujer dejando que Camila entrara al pasillo que contenía las puertas enumeradas de las jaulas de bateo– ¿Nerviosa? 

Camila la miro mientras caminaban hombro con hombro a través del largo pasillo.

– ¿Por qué debería? 

CUESTIÓN DE RESISTENCIA | CAMREN G!P [REEDITANDO]Where stories live. Discover now