Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen fueron padres de mellizos.
El lobo blanco ya no es solitario pues su otra mitad siempre estará con el.
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John al igual que la pequeña comitiva con la que había emprendido su viaje cada vez se encontraba más lejos del muro, uno de los salvajes iba en frente del grupo marcando el paso al igual que marcaba el camino por donde se había visto a los caminantes blancos una última vez. Todo quedo en silencio cuando Jon y Tormunt se acercaron a un pequeño precipicio donde se podía ver a un grupo de caminantes pasando justo debajo de ellos.
- ¿Dónde están los demás? -pregunto Jon en susurros para que nadie más que el pelirrojo escuchara.
-Si esperamos demasiado lo sabremos. -contesto el de gran estatura a la vez que veía a Jon con seriedad, por lo cual Jon asintió con la cabeza y se dirigió a seguir caminando.
Entre todos idearon hacer una pequeña fogata para que cuando ellos pasaran por allí emboscarlos y poder conseguir al caminante blanco, Jon se estaba enfrentando al caminante que dirigía ese grupo y al darle en el estómago el caminante se rompió en mil pedazos al igual que casi todos los que estaban en su comitiva solo faltaba quedaba uno y para la suerte de todos era justo el que necesitaban, entre todos lograron derribarlo, para mantenerlo en el piso Gendri y el perro se subieron a el, mientras que los demás lo intentaban amarrar para que no se moviera pero en un descuido comenzó a gruñir y gritar alertando a los demás, pronto de las colinas sed empezó a escuchar crujidos y pasos indicando que pronto se acercarían, pero antes de que Jon o alguno pudiera hacer algo Jorah Mormont tomo a el ciervo.
-Regresa a Guardiaoriente y manda un cuervo a la reina Daenerys, dile lo que paso. -ordeno el Mormont.
-No dejare a Jon, le hice una promesa a mi reina y a su esposa. -replico el ciervo.
-Eres el más veloz de todos, si quieres cumplir esa promesa tendrás que correr así que hazlo ahora. -contraataco el Mormont.
Sin poder replicar nada el joven ciervo emprendió la carrera para salvar a el príncipe y su amigo, antes de dar dos pasos Tormunt tomo su martillo, haciendo parar a Gendri.
-Iras más rápido sin el dámelo. -dijo el pelirrojo, sin poder decir que no el joven ciervo se lo entrego y emprendió la carrera hasta Guardiaoriente sin tener la certeza de volver a ver a sus amigos o a Jon.
Mientras que los demás buscaban un refugio o donde pudieran estar a salvo mientras la ayuda llegaba a ellos, mientras que los caminantes cada vez estaban más y más cerca, encontraron una roca alta en medio de un lago, por lo que corrieron siendo encabezados por Jon, lo que no contaban era que los caminantes los rodearían, al estar a escasos metros de la roca unos salvajes que los acompañaban fue atrapado a la vez que caía y con el algunos de los caminantes, logrando un espacio entre los caminantes y ellos, Jon esperaba que la ayuda llegara pronto.
-En Winterfell-
La noche habían caído y por alguna extraña razón Valyria se sentía incomoda, preocupada y hasta de mal humor, algo dentro de ella le decía que Jon no estaba bien pero no le quiso dar mucho interés ya que podía ser que estaba exagerando, por lo que a paso lento se dirigió a ver una vez más en ese día a sus dragones, al llegar al bosque de los dioses Balerion fue el primero en acercarse a su madre y jinete mientras que veía como Tessarion también parecía inquieta compartiendo su inquietud con su madre, por lo que decidió acercarse a ella una vez que había saludado a su dragón.
-Tú también lo sientes pequeña. -dijo dando un suspiro y pasando su mano por la nariz de Tessarion quien se dejó dar mimos por su madre.
Se encontraba tan sumida en sus pensamientos que no sintió cuando Robb llegó hasta ella.
-Así que aquí estabas. -comento Jon burlón, pero todo rastro de gracia se fue al ver a la mujer que amaban tan preocupada. - ¿Qué pasa?
-No lo sé. -dijo la azabache volteando a ver a su esposo. -Es como si me estuvieran diciendo que algo va a pasar.
- ¿Crees que pueda ser algo relacionado con Jon.? -pregunto el de ojos azules acercándose a su esposa y tomando sus manos.
-No lo sé, espero que no.-rogo la melliza mayor.
-Porque mejor no nos vamos a dormir y mañana si sigues con el presentimiento mandaremos un cuervo a el muro para ver si Jon está bien. -propuso Robb a lo que Valyria asintió y siguió a su esposo a su habitación.
Espero poder dormir pero cuando los primeros rayos del sol llegaron a Winterfell ni siquiera lo pensó y se vistió con su nueva armadura de color azul, al igual que una capa del mismo color, su cabello lo dejo suelto con una pequeña trenza al frente, beso los dulces labios de Robb, se dirigió a las pequeñas cunas de sus hijo y dejo un beso en cada una de sus cabellos a la vez que dejaba una pequeña nota para Robb donde le dejaba escrito que algo estaba pasando con Jon y que lo podía sentir que no le dijera nada a su madre ni a Sansa y que le haría saber cuándo llegara al Muro con Jon.
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Sin más salió con dirección a el bosque de los dioses donde se encontraban los dragones con paso lento se acercó a Tessarion quien sabía que en su ausencia pondría orden a los demás mientras Balerion y ella no estaban.
-Hola pequeña necesito que te quedes aquí y cuides al pueblo y a tus hermanos, prometo traerlo sano y salvo. -le pidió a la dragona mientras acariciaba su costado y como si le hubiera entendido la dragona cerro los ojos y movió su cabeza en busca de sus hermanos, quienes dejaron salir gruñidos en forma de protesta, pero ninguno emprendió vuelo.
Con más confianza se dirigió a Balerion que la estaba esperando, con paso seguro se acercó a él y lo monto sin dificultad emprendiendo vuelo con destino a el muro.
