Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen fueron padres de mellizos.
El lobo blanco ya no es solitario pues su otra mitad siempre estará con el.
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La mañana llegó demasiado pronto para los reyes y con ellos llegaba varios nombramientos y varios que juraría lealtad, pero también estaba el decirle a Leroy y Kevan cuántos hombres se irían a Fuerte Terror con sus hermanos, como todas las mañanas pidieron su baño en la habitación y entraron juntos a la bañera era su ritual de todas las mañanas y al hacerlo sentían que el tiempo y las cicatrices no habían pasado.
-Estuve hablando con Jon.-habló Robb acariciando la espalda de su esposa.-Me ha dicho que los caminantes blancos existen y que se acercan a nuestro hogar.
-Sí eso es cierto necesitamos un norte unido.-completo Valyria.-Sí estamos divididos no seremos capaces de hacerle frente a los caminantes.
-Eso es correcto por lo que he mandado a llamar a todos los Lores del norte.-dijo Robb.-Tengo entendido que el pequeño Ned Umber y Alisse Karstark son los nuevos señores de Último Hogar y Bastión Kar.
-Ned Umber sólo tiene once días del nombre.-suspiro Valyria.-Y Alisse sólo quince, aun siento que les estamos quitando su niñez a esos niños.
-Lo sé, yo también siento lo mismo.-dijo Robb acariciando los hombros de su esposa.
Terminaron su baño después de varios minutos salieron de la bañera, Valyria decidió ponerse un vestido de color blanco con rojo un poco suelto en el vientre y una capa de piel de oso era de color rosa pálido con bordados en dorado y rojo con un lindo pelaje blanco que Lyanna Mormont le había regalado, mientras que Robb se coloco un jubón con una capa de piel de oso de color café también regalo de la pequeña doncella oso.
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Tomados de las manos salieron de la habitación con rumbo a el comedor donde ya los esperaban Sansa, Jon y Lady Catelyn quienes al verlos entrar se levantaron de sus asientos e hicieron una reverencia, desayunaron en silencio y cuando estaban por terminar Kevan y Leroy se abrieron paso en el comedor a las espaldas de ellos venían Viento Gris, Sombra y Fantasma.
-Mis señores, Majestades.-dijeron ambos haciendo una reverencia.-Los señores del norte que faltaban ya han llegado.
-Gracias Kevan y Leroy, por favor has que pasen.-pidió Robb.
Al poco tiempo el comedor se llenó de todos los Lores norteños y sureños quienes al ver a sus reyes hicieron una reverencia y fueron tomando asiento, los tres lobos huargos veían todo y escaneaba con la mirada a todos en busca de amenazas, en la mesa principal se encontraba Jon, Sansa, Lady Catelyn, Robb y Valyria, atrás de ellos como siempre estaban Kevan, Leroy, Ser Beric y Thoros, pero ahora también se incorporan dos grandes mujeres que cuidaría de Lady Catelyn y Valyria, de nombres Torvi y Aslaug, excelentes guerreras y esposas de Leroy y Kevan.
En el principio de una de las mesas también se encontraba Brienne de Tarth con Podrick y Ser Davos.
-Bienvenidos mis señores.-dijo Valyria con una sonrisa.
-Los hemos llamado aquí por que si lo que dice mi hermano es correcto una gran guerra se acerca.-dijo Robb
-Y para ello se necesita un norte unido.-dijo Valyria.-Un solo norte, por eso el pueblo libre que ayudo a mi hermano estarán aquí y pelearán con nosotros.
-No pueden esperar que los caballeros del valle luchen junto a intrusos salvajes.-comentó Lord Royce, parándose de la mesa.
Sombra, Viento Gris y Fantasma se pusieron alerta y alzaron sus cabezas de los pies de sus amos viendo fijamente a Lord Royce quién intimidado por los lobos se volvió a sentar.
-No somos intrusos.-dijo Tormund levantándose de su lugar.-Fuimos invitados.
-Pues por mi no .-finalizó Lord Royce dándole una mala mirada a él pelirrojo.
-El pueblo libre, los norteños, los caballeros del valle y los soldados de mis hermanos luchamos valientemente juntos y venimos.-dijo Jon parándose de su asiento.
-Nuestro padre decía que encontramos a los auténticos amigos en el campo de batalla.-dijo Valyria inclinándose al frente.
-Los Bolton están derrotados, la guerra ha terminado, llegó el invierno y si los maestres aciertan será el más frío de los últimos mil años deberíamos irnos a casa antes de que lleguen las tormentas.
-La guerra no ha terminado.-interrumpió Robb.
-El auténtico enemigo, no se resguarda de la tormenta, traerá la tormenta.-dijo Jon.
Todos los Lores comenzaron a hablar entre ellos, Lyanna Mormont veía todo hasta que se arto y se puso de pie, con eso todos se callaron.
-Su hijo fue asesinado en la boda roja Lord Manderly, pero no acudió al llamado.-comenzó a decir la pequeña osa.-Juraste lealtad a la Casa Stark Lord Glover pero cuando más lo necesitaba no acudió al llamado, y usted Lord Cerwyn su padre fue desollado vivo por Ramsay Bolton porque se negó a traicionar a sus reyes y tampoco acudió al llamado, pero la Casa Mormont recuerda, recuerda porqué mi madre dio su vida por Valyria y Robb Stark, el norte recuerda, no reconocemos más Reyes, que los Reyes en el norte cuyos nombres son Valyria y Robb Stark, me da igual que ella sea una bastarda la sangre de Ned Stark corre por sus venas, son mis reyes desde este día hasta su último día.
Todo el comedor quedó en silencio Valyria compartió una mirada con la pequeña Osa quien asintió con la cabeza y le dio una media sonrisa para volver a sentarse, Lord Manderly se puso de pie y se aclaró la garganta.
-Lady Mormont habla con dureza.-comenzó a decir Lord Manderly.-Y con sinceridad. Mi hijo murió por Robb y Valyria Stark, el joven lobo y la loba blanca. No pensé que encontraríamos otros reyes en mi vida, no me comprometi en su causa porque no quería que murieran más Manderly por nada, pero me equivoque, los Reyes en el norte y Jon Stark han vengado a todos los muertos en la boda roja, ellos son el joven lobo y los lobos blancos, los reyes en el norte.
Lord Manderly sacó su espada y la clavó en el suelo a la par que se arrodilla al frente de los Stark, Valyria y Robb compartieron una mirada recordando la primera vez que los habían llamado así, con un poco de esfuerzo Valyria se puso de pie tomando la mano de Robb.
-No luche con ustedes en el campo de batalla.-dijo Lord Glover.-Y lo lamentaré hasta el día que muera. Un hombre debe reconocer cuando se equivoca y pedir perdón.
-No hay nada que perdonar mi señor.-contestó Jon.
-Vendrán más guerras y la Casa Glover apoyará a la Casa Stark como ha hecho desde hace un milenio.-dijo Lord Glover desenfundando su espada y arrodillándose junto a Lord Manderly.-¡Los reyes en el norte.!
Varios norteños y caballeros sacaron sus espadas y comenzaron a gritar: ¡Los reyes en el norte.!
Sombra, Fantasma y Viento Gris comenzaron a aullar en armonía y de acuerdo con los demás Lores.
