Quédate Conmigo +18

DIECIOCHO

Entonces cuando menos lo espere ella me dio un empujón logrando que yo cayera en el sofá sorprendido por el acto que ella acaba de hacer conmigo, parecía que estaba teniendo un show erótico en ese momento porque Alex lanzo su bolso al piso sin importarle mucho lo que tuviera dentro de ese. 

-Alexa sube el volumen-. Dijo dandole una orden a mi asistente. 

-Subiendo el volumen-. Contesto Alexa acatando la orden de Alex. 

El volumen de Two Feet I fell like i'm drowing se hizo presente, pero lo que me tenia sin poder decir alguna palabra era ver como Alex comenzaba a bailar de acuerdo al ritmo de la música, joder se veía tan sexy moviéndose de un lado a otro era como hipnótico el verla moverse de esa forma. Ninguna mujer me había bailado como lo estaba haciendo en ese momento, llevo su mano izquierda a su mismo costado para bajar el zíper de su vestido haciendo que este cayera al instante que cayo al piso dejándome aun sin habla y como una maldita piedra al ver su deliciosa ropa interior de encaje blanco, podría jurar que casi me corro en ese momento verla como daba vuelta moviendo sus caderas dejando a la vista sus mejillas traseras, son tan azotables y exquisitas que me podría perder en ellas sin problemas hasta podría morderlas dejando mis dientes marcados sin importarme si le dolía o no, yo las mordería. 

-Dime una cosa Alessandro ¿Tu me deseas?-. 

Se fue acercando a mi hasta sentarse sobre mis piernas restregándose sobre mi bulto completamente duro, joder, deseaba poseerla ya. 

-Como no tienes idea nena-. 

Me iba acercar a darle un beso en sus labios pero ella simplemente se alejo sonriendo con lujuria, carajo muero por morder esos labios y también los de abajo, sus manos desabotonaron mi camisa hasta dejarme sin ella ¡Casi piel con piel! trate de tocarla pero ella me dio un manotazo haciéndome que me excitara aun más. 

-Te dije algo Alessandro, tu no tienes el control aquí solo yo-. 

Iba comenzar a protestar cuando ella me tomo de mi barbilla para pegar sus labios a los míos metiendo su lengua en mi boca y yo solo la quise abrazar por su cintura para tomarla y hacerla mía pero ella se negó por completo porque me volvió a dar ahora un fuerte manotazo en mis manos. 

-¡Auch! ¡Carajo Alexandra! tienes los putos anillos ten cuidado-. Me queje por si me había dolido. 

-Cierra la boca-.

¡Wow! 

Se levanto de mi para tomarme de las manos y así guiarme hacia el segundo piso donde estaba mi habitación, una vez ahí en ella me volvió a empujar a la cama y yo me fui haciendo poco a poco hacia atrás hasta quedar entre mis almohadas admirando su cuerpo viendo como ella se quitaba los listones de sus zapatillas. 

-¿Te gustan los juegos Alessandro?-. Pregunto. 

-Si me gustan, pero hacerlo no me que los hagas-. Sonreí. 

-Es una pena, a mi me encanta hacerlos y creo que este te va a encantar cariño-. 

Gateando sobre mi se volvió a sentar en mi pelvis, tomo primero una mano amarrándola en los barrotes de mi cama y luego volvió a la otra sujetándola bien, la izquierda me dolió un poco pero no iba demostrarle que si me llego a lastimar. 

-Te vez tan sexy debajo de mi-. Me dio un pequeño beso en mis labios. 

-Y tu arriba de mi-. 

Alex fue bajando hasta mis pantalones a los cuales desabotono y comenzó a bajar poco a poco hasta dejarme sin ellos dejando a la vista mis miembro erecto por ella, esto comenzaba a gustarme un poco más. Se quedo de pie mirándome con una sonrisa, ya deseaba que se quitara esa ropa interior para mi y me hiciera disfrutar de su cuerpo. 

-Sabes hay momentos en la vida que se pagan, muchos le dicen Karma o el destino, pero creo en el Karma-. 

Ahora de que mierda estaba hablando esta mujer ya que no pierda el tiempo necesito follar con ella, la deseo. 

-Venga nena déjate de cosas y empecemos a disfrutar-. 

La ansiedad comenzaba apoderarse de mi. 

De mis pantalones saco mi celular ¿Para que mi celular? por unos segundos nos dijo nada hasta que un Click se hizo presente en la habitación y mi lujuria y deseo habían cambiado por sorpresa y confusión. 

-Te imaginas todos los noticieros dirán cuando suba estas fotos a internet o mejor aun los encabezados de todos los periódicos de Sicilia Hijo de CEO Antoine Torricelli sodomizado por una mujer que lo dejo amarrado a la cama completamente desnudo ¡Exclusivo y épico!-. 

Esto ya no me estaba gustando del todo, joder necesitaba quitarme estos malditos nudos que ella hizo pero estaba completamente imposible el poder soltarme. 

-¡Sueltamente Alexandra!-. Dije molesto y mucho más que eso. 

Ella negó con la cabeza sin dejar de sonreír. 

-No lo creo cariño, y para estar segura de que no borraras la foto me llevare tu teléfono es una pena que no le pongas clave ya ves lo que puede pasar-. 

Dio media vuelta para bajar las escaleras y ella me dejo amarrado a la cama, no podía soltarme ni nada por mas que lo intentara no podía soltarme y si Elena venia a la casa querría explicaciones y yo no sabría que decirle porque claramente no me habían asaltado ya que las cosas estaban intactas. 

-¡Alexandra! ¡Alexandra!-. Grite. 

-¡Adiós señor Torricelli!-. 

Había dejado de luchar a las cinco de la mañana, me había quedado dormido y desperté porque el sol entraba por la ventana de mi habitación. 

-Alessandro ¿Dónde estas?-. 

Mierda, mierda de todas las personas posibles por venir a mis casa tenia que venir Milo en ese momento. 

-Oye ¿Donde...! ¡Ay carajo!-. Grito el. 

-No deseo hablar de lo ocurrido, solo suéltame las manos y no diga nada-. 

Se que se trataba de aguantar la risa mientras me soltaba las manos y una vez que me soltó salí corriendo en primera al baño porque me estaba orinando y la otra tenia que ir a verla, ella me las iba a pagar por completo así que me vestí como alma que lleva el diablo para así poder ir a su hotel, Alexandra Scott creyó que se desharía de mi pero no era así despertó a una vestía y ahora lo pagaría caro muy caro. 

Al llegar al hotel subí a su habitación pero cuando llegue estaba la mujer de limpieza arreglando la habitación la cual me miro confundida. 

-Disculpe ¿La mujer de esta habitación?-. 

Por unos se quedo callada y respondio. 

-Ya dejo la habitación caballero-. 

Solo asentí con la cabeza, esto no se quedaría así solo esperaba de que ella no subiera esa maldita foto o estaría muerto.