La Comandante A, Victoria Heldman ha desaparecido de la faz de la tierra. Nadie la ha visto en mucho tiempo.
Alpha tiene la misión de encontrar a la mujer que hace temblar el cielo y la tierra junto con sus hermanos. Mike Windsor tomó el control co...
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Mike
24 de julio de 2022
Berlín, Alemania
Me bajo del helicóptero sin siquiera esperar a que haya bajado del todo y voy corriendo a la puerta. Bajo las escalaras y llego a la primera recepción que encuentro.
Me indican el pasillo que debo de tomar y corro por todo el maldito lugar buscándola.
¿Dónde estás, Vic?
Cuando escucho sus gritos, acelero el paso hasta lo máximo que puedo y me encuentro con nuestras familias. Todos me miran expectantes a lo que puede pasar y entro rápido a la sala de partos.
Trago grueso. Mi vida está por cambiar dentro de unos minutos.
Veo a Victoria sobre una camilla, las enfermeras y nuestro doctor personal, que en realidad es de la familia, enfrente de ella. Me acerco y sostengo su mano. No me perdería por nada del mundo el nacimiento de mi hijo o hija.
Ambos nos miramos. Dejo un beso antes de decirle que vuelva a pujar.
Ella grita de nuevo y aprieta mi mano muy fuerte. Después de unos segundos, se relaja.
—Muy bien, Victoria. Puja de nuevo.
Ella vuelve a hacerlo y su cuerpo se tensa.
—Vamos bien. Descansa un poco.
—Tú puedes, preciosa.
—Es demasiado difícil —se queja, ya cansada.
—Eso nunca te detuvo, te enfrentaste a cosas peores. Dar a luz a una vida, es como comer para ti —sonríe.
—Te amo —me da un beso antes de volver a pujar.
—Yo también te amo.
—¡Un poco más, Victoria! ¡Ya casi! —dice el doctor —. Más fuerte. Falta poco.
Victoria vuelve a tensarse y luego cae a la camilla. Los llantos de un bebé llenan el lugar con los jadeos cansados de Victoria.
—Lo hiciste estupendo —felicita el doctor y pasa a nuestro bebé a Victoria —. Es una niña.
Miro a nuestra hija, mi hija.
Es pequeña y, aunque, está sucia aún, la amo y es la criatura más linda que vi en toda mi vida. Levanto mi mirada a Victoria y la observo ver a nuestra bebé.
Victoria pasa a verme.
—Lo hicimos —asiento.
—Lo hicimos, Vic.
La beso.
Nada va a impedir que bese a mi prometida, la madre de mi hija y el amor de mi vida. Una de las enfermeras viene junto a nosotros y pide a Victoria que le entregue la bebé. Ella lo hace después de que la enfermera le explique tres veces lo que hará con ella.
