La Comandante A, Victoria Heldman ha desaparecido de la faz de la tierra. Nadie la ha visto en mucho tiempo.
Alpha tiene la misión de encontrar a la mujer que hace temblar el cielo y la tierra junto con sus hermanos. Mike Windsor tomó el control co...
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Mike 19 de mayo Bosque de Abuja, Nigeria
Estamos enfrente del laboratorio clandestino de Lucky. Él nos ha guiado y dado parte de sus contraseñas para entrar al establecimiento. Esta será nuestra oportunidad para saber si Victoria está aquí.
Hans ya nos ha confirmado que Victoria no ha pasado por Inferno, ni algún personaje del que le hemos descrito, algo que reduce los espacios.
Mi corazón late demasiado rápido y siento que está por salir de mi pecho. Trato de concentrarme, pero lo único que viene en mi mente es Victoria y su radiante sonrisa. Pero tampoco queda lejos la imagen de ella y los efectos que da la enfermedad que estaban creando allí.
Mi mente trata de no imaginarla de esa manera, pero me es imposible. Necesito verla y con urgencia, necesito saber que está bien y que al fin la llevaremos donde pertenece.
Sonrío con la esperanza de encontrarla allí, sana y salva, intacta, sin ningún rasguño. Necesito tenerla en mis brazos lo antes posible. Solo en ese momento sabré que ella está conmigo y que está bien.
—¿Todos listos? —hablo a través de intercomunicador y espero respuestas. Veo a varios de los soldados ubicarse en lugares estratégicos y apuntando hacia la edificación.
—Esperamos órdenes, comandante Windsor.
Cada persona que ha venido a esta misión confirma su presencialidad. No solo estamos el equipo Alpha y los Heldman, sino que están algunos soldados del ejército alemán bajo las órdenes de Hans y mías, como también varios de la organización.
—Jimin, prosigue —ordeno.
Los drones se despliegan y me confirman la cantidad de guardias que hay en el lugar. Ordeno a varios soldado quedarse con Derek en su posición y sigan las órdenes que él dictará, pero que serán las mías.
—Avancen —indico y nos acercamos lentamente a la edificación.
Muchos guardias se percatan de nuestra presencia y antes de que puedan llamar a refuerzos, los matamos. Robo una de las credenciales y lo paso por el escáner. La puerta principal se abre y dejo que entren mis soldados primero.
Todos entramos con cautela y apuntando. Entramos por la recepción y seguridad, todo el lugar se ve pacífico y eso me da mala espina. Me acerco al mostrador y solo encuentro un montón de pantallas que muestran que estamos entrando al establecimiento.
El lugar está tranquilo y vacío en comparación al caos que era aquel día que Victoria y yo lo visitamos. Reconozco rápido el lugar en el que estamos y busco a una de las científicas cualquieras que trabajan allí.
La tomo de su brazo y todos hacen un perímetro de seguridad alrededor de nosotros. La científica luce asustada por la cantidad de armas que ve. Su rostro se descompone, se queda pálida y su mirada inquieta me molesta.
