CAPÍTULO 50

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Mike

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Mike

—Mátenla. Ahora.

Una explosión grande hace que todos volteemos nuestras miradas hacia atrás.

Vic...

Vemos los vidrios del edificio romperse y desde allí lo visualizo todo en cámara lenta. Victoria se lanza al vacío mientras dispara a los guardias con su arma. Uno a uno van cayendo hasta que no quede nadie.

Ella cae en la tierra y se remueve un poco.

Sigue viva y eso me alivia, pero esa sensación dura muy poco cuando algunos hombres se acercan a ella. Vuelve a disparar. Cuando sus ojos se enganchan hacia nosotros, su rostro se descompone y la atrapan.

Intenta zafarse.

La traen frente a Paul.

—¡¿Por qué no has muerto?! —grita y ella sonríe.

—¿Por qué no tu informante te contesta? —Paul pasa a ver al traidor de toda la misión.

—No puedes matarla. Es así de simple.

Paul golpea el rostro de Victoria y la sangre me hierve. Ella lo mira a él.

—Has cometido el peor error de tu vida —lo patea y golpea a ambos guardias a su lado. Hago lo mismo y me libero de las ataduras, intento llegar a ella, pero nos disparan con las pistolas electrificantes.

Mis ojos conectan con los suyos y el dolor no para hasta que dejan de apretar el gatillo.

—Pagarás por eso, pequeña —alguien sujeta el rostro de Victoria y la golpean en el estómago. Cae tosiendo al suelo —. Recójanla, movámonos de aquí. Quiero probar qué tan efectiva es la nueva enfermedad.

Nos conducen por el bosque y llegamos cerca de un río. Hay un tronco grande de un árbol caído que está allí en función como puente. La última en cruzarlo es Victoria.

—Comandante, ¡Cuidado! —advierte Igor y me enfoco en lo que sucede.

Leger, que está detrás de Victoria, arranca de un guardia su arma y dispara dos veces hacia ella y cae al agua. Me acerco al borde como para ir detrás de ella y ayudarla, pero no me lo permiten. Mientras la corriente la arrastra, veo que sale de la profundidad.

Trata de sostenerse por una de las ramas o cualquier roca allí y evitar que la corriente la arrastre aún más. Todos nos movemos a su dirección para poder ayudarla. Leger vuelve a dispararla y ella se sumerge.

—¡Deja de disparar, idiota! ¡La necesito viva! —grita Paul, pero Leger no hace caso —. ¡Atrápenlo!

El agua sigue arrastrándola y seguimos su camino, pero la corriente es muy rápida.

—¡Hay un acantilado adelante! —grita Jessica y levanto mi vista.

Vuelvo a ver a Victoria y se sumerge en el agua. Cuando sale trata de agarrarse de algo. Se sostiene de una liana, pero esta se rompe. La corriente vuelve a arrastrarla.

COMANDANTE INFALIBLE ©Where stories live. Discover now