CAPÍTULO 31

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Victoria

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Victoria

Mike... el dolor comienza a empeorar en la parte baja de mi espalda. Las vibraciones de mi voz son una clara señal de todo lo que sucede en mi cuerpo.

Victoria... él intenta acercarse a mí, pero no lo logra. Mi visión es cada vez peor y siento que algo se posa sobre mi cuerpo. Intento zafarme del agarre, pero no lo consigo.


Varios golpes en diferentes partes de mi cuerpos hacen que despierte de lo inconsciente y siento el sabor metálico en la boca.

No, no, no...

Debe ser un maldito sueño, no pude haber regresado.

Más golpes, más patadas y escupo sangre. No lo soporto más y atajo la pierna del que me patea. Me levanto. Cuando lo veo, me descompongo por completo.

—Hola Tori, ¿Cómo está la peor novia del mundo?

David.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Me caería de culo si no fuera porque vinieron a sostenerme unos hombres. Toma mi quijada entre sus manos y luego me empuja contra un cuerpo.

Miro para saber quién está debajo de mí.

—¿Diana? —su cabello negro me es inconfundible y cuando miro mejor, veo al resto de mi equipo aquí, muchos inconscientes. Solo Diana y uno de los chicos están despiertos conmigo. No quiero saber qué droga les han inyectado a ellos.

Veo que está vestida con una ropa de prisión gris al igual que el resto. Miro mi cuerpo y yo también lo hago. Me duele mi entrepierna, pero no le doy atención. Miro a Mike.

Está completamente desformado de la rabia.

—¡Te mataré por lo que hiciste! —grita y no entiendo nada. Un dolor vuelve a recorrerme toda mi entrepierna cuando me muevo —. ¡No te salvarás de mí por tocarla!

Mi mente procesa aquello más las palabras que empieza a soltar y me doy cuenta de que acabo de ser violada por segunda vez en este año por mi demonio personal. Mis lágrimas suben, pero no dejo que caigan. Lo veo todo rojo y pierdo parte de mi autocontrol.

—Véngate, Tori —dice Diana y eso me ayuda.

Me levanto, golpeo a David, él se cae y siento la satisfacción recorrerme por todo el cuerpo. Antes de que pueda acercarme a él para desfigurarle el rostro por lo que me hizo, me golpean por una de las paredes y caigo.

Los demás se despiertan.

—La famosa Comandante Invencible —suelta, apenas respiro.

Mis ojos se encuentran con los de Mike y trato de no llorar por lo que pasó. Él solo me mira entendiendo que sucede en mi interior. Mueve los labios y dice: Lo siento tanto, no pude hacer algo para evitarlo. Lo siento.

COMANDANTE INFALIBLE ©Where stories live. Discover now