La Comandante A, Victoria Heldman ha desaparecido de la faz de la tierra. Nadie la ha visto en mucho tiempo.
Alpha tiene la misión de encontrar a la mujer que hace temblar el cielo y la tierra junto con sus hermanos. Mike Windsor tomó el control co...
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Victoria
25 de noviembre
—¿Aún recuerdas eso? —pregunta Diana mientras almorzamos la carne asada, que está demasiado rica como para poder satisfacerse con un solo plato.
—Sí, aún no me creo que Brant no lo haya dicho. Podía habernos delatado, pero no.
Hablamos entre risas y bromeamos. Nunca me sentí más relajada que ahora. Me gusta estar de esa manera, sin ataduras, sin compromisos y sin tener que estar en guardia todo el tiempo, aunque en parte lo estoy.
Levanto mi vista del plato y veo que la lluvia cesó. Al fin podremos realizar la misión. Pero, considerando todos los ángulos de esta misión de reconocimiento, saldremos mañana si no llueve de nuevo o a lo sumo hoy de noche.
Miro a Mike de reojo desde el lugar que estoy y está hablando con los chicos. Vuelvo a mirar a Diana. Hemos pasado casi un mes y pocos días fuera por misiones, y aún sigo sintiendo esa incomodidad en todo esto.
He notado que los mercenarios están más pendientes y atentos a nosotros que nunca. Ya hubo varios reportes de algunas que otras situaciones raras o presencia de personas indeseadas.
No he hablado con Mike en dos días, por una estúpida discusión que él empezó. Está enojado conmigo porque no le he dicho del todo aun lo que en verdad pasó con David y la droga, pero quiero olvidar lo que pasó.
Esa fase de mi vida fue la más dura, de la que más aprendí y de la que más fuerte me hizo. Sé que dicen que es mejor olvidar muchas cosas y es cierto, quiero olvidar, pero eso es lo que me hizo fuerte y en parte estoy orgullosa.
Diana se levanta y se va. Me quedo sola y creo que es mejor. Necesito poner en orden mis pensamientos y todas las estrategias, planes y todo lo que conlleva el trabajo de reconocimiento. No puedo esperar para salir de aquí.
Me levanto y salgo de allí. Necesito despejar mi mente.
Camino por el bosque entre la llovizna de estos días. Aunque no lo parezca, me siento más segura afuera que en la base. Cuando llego a la costa de la playa, me siento y apoyo mi espalda por un tronco tirado entre la arena.
Miro el mar.
Dos días sin hablar con Mike, dos días desde que mi equipo se refugia en él, dos días en el que todos se enojan conmigo y ni sé la razón exacta. Pero no voy a ponerme a llorar, soy la comandante y hago lo que sea necesario para proteger a todos, incluso de mí.
Pero lo que más me molesta, es que todos creen que Mike tiene razón. Y puede que lo tenga, pero yo no quiero recordar más. Sería como traer a David a la vida y no quiero eso. He hecho más que suficiente para poder sacarlo de mi vida, y aún no lo consigo.
Me quedo allí sola, como siempre debí estarlo. Tener sentimientos hacia alguien pueden resultarte en tu contra. Incluso tu propio cuerpo te traiciona. Me quedo allí un buen tiempo. Me relajo y siento la brisa en mi rostro.
