15. Algo más que miedo

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—Te podrías dar prisa.

—Leer runas no es fácil, déjenme concentrar.

El grupo de expedición a la cripta de los Intérpretes estaba aún frente a la puerta sellada, esperando indicaciones de André para proceder a abrirla. La erudita leía las inscripciones talladas en el marco de ésta, descifrando cada runa, una tarea nada sencilla

—Bueno... mmm...

—Estamos esperando —protestó Cornelius rodando los ojos.

—Dice que la energía contenida no puede ser cualquiera, tiene que ser una que tenga vínculo con quien la vaya a ejercer.

—¿Eso qué quiere decir? —preguntó Yong.

—Los elementos definen a cada persona, es decir; el fuego representa ira, devastación pero a la vez calidez, coraje. La tierra es firmeza, fuerza y también apoyo y unidad. El agua es audacia, indocilidad y el aire es calma, paz, pero a la vez perturbación e inconformismo ¿me explico?

—Ajá —hablaron algunos al unísono asintiendo con la cabeza, conscientes de que André les daba la espalda.

—Teniendo en cuenta eso, para manifestar los elementos ante esta puerta, necesitarán tener un vínculo con ese elemento. —Se giró para verlos—. No sé cómo sea para ustedes, sólo sé que al momento de exhibirlos, tendrán que mantener en equilibrio los sentimientos que usan para mostrar su afinidad.

—Yo uso el enfado para manifestar el aire, entonces así sería ¿no? —indicó Yong haciendo un ademan con las manos.

—No —refutó ella—. Necesitan tener un equilibrio emocional; no puede ser solo ira o sentimientos puramente destructivos o por el contrario benévolos. Tiene que haber un balance entre lo sombrío y la calma.

—Será algo difícil —admitió Igor tocándose minucioso la ligera barba que poseía.

—Sólo se me ocurre algo para que lo logren.

—¿Qué? —exclamaron Yong, Albert y Natalie a la vez.

—Usen la felicidad. Sé que la mayoría no implementa un sentimiento muy bueno que digamos para manifestar su elemento. Si se concentran en algo que los haga felices lograrán mantener el equilibrio emocional. Cuando estén preparados, transmitan su elemento y toquen la puerta que ésta lo absorberá. Les recomiendo cierren los ojos y no hablen, así se concentrarán.

Los seis se quedaron viéndose las caras pero paulatinamente cerraron los ojos y se mantuvieron callados. Fue un espectáculo para André cuando ellos mostraban de la más pura forma su elemento; Igor se envolvió en una fina capa de arena, parecía polvo pero poco a poco cada partícula iba formándose y uniéndose. Albert por otro lado, el agua de su afinidad se arremolinaba en espiral a su alrededor, violenta e impasible pero fue agitándose menos, rodeando sus extremidades.

A Cornelius y a Natalie los cubría un aura; la del viejo era oscura, envolviendo tinieblas el lugar, pero Natalie contrarrestaba ésta con su aura de luz que débilmente se colaba entre la de su mentor.

Drek era el más inestable de todos, el fuego en sus extremidades y espalda se mostraba en calma pero repentinamente, agresivo se prendía en llamas todo su cuerpo. Era intermitente y pareciera que prendería en llamas todo en cualquier instante. El aire en Yong no era notable, lo único que se veía diferente en él era que sus ropas ondeaban y su cabello igual, como si un viento soplara bajo sus pies, pero de repente se volvía una ráfaga. Era igual que Drek, pero no cambiaba de golpe, sino progresivamente hasta que lograba mantenerlo en largos períodos.

—Cuando diga sus nombres tocan la puerta —anunció André—; Igor...

Fue progresivo, a medida que él se acercó y tocó la puerta, una luz verde en representación de la tierra fue cubriendo unas ranuras en ésta en lo que a su vez, producía un sonido en su interior de engranajes moviéndose despacio.

El Intérprete y el Guardián - Parte I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora